Hugo Chávez, Evo Morales, Chile, el papel de Estados Unidos y la percepción de un levantamiento de los movimientos populares alrededor del mundo contra el concepto de democracia de nuestros tiempos, son los actores principales del último filme del periodista australiano John Pilger.
Reconocido y premiado a nivel mundial, Pilger, cuenta con una carrera periodística de casi medio siglo, ha recorrido el mundo y reportado conflictos en Vietnam, Camboya, Centroamérica, Sudáfrica, Irak y los territorios palestinos, entre otros lugares.
El corresponsal de guerra es conocido por su impasible crítica a los gobiernos de Occidente, sus políticas militares y económicas y el impacto de las mismas en la vida de los más desposeídos.
Hay quienes critican su enfoque. En la década de los noventa, se sugirió incluir el verbo » to Pilger «en el diccionario de Oxford con la definición «ofrecer informaciones y realidades de una forma sensacionalista para lograr una conclusión concebida de antemano». La iniciativa no prosperó tras la oposición del periodista.
Catalina Esparza, de BBC Mundo, conversó con John Pilger sobre «La Guerra en la Democracia» y su visión sobre la región latinoamericana.
Este año culminó la grabación de su última película, ¿de qué se trata el filme?
Se llama «la Guerra en la Democracia»; se desarrolla en Estados Unidos, Venezuela, Bolivia y Chile. Toma los llamados del presidente George W. Bush de llevar la democracia y la libertad alrededor del mundo; miramos muy de cerca a esas experiencias en lo que ellos llaman el «jardín trasero» de Estados Unidos.
Hugo Chávez ha ganado nueve elecciones democráticas; eso es casi un récord mundial. Si eso es populismo, desde mi punto de vista es la clase de populismo que su pueblo reclama. John Pilger |
Lo que ha sucedido en América Latina en los últimos años es un fenómeno que yo llamaría de renovación democrática, que sucede de cuando en cuando en América Latina y que ocurre usualmente con la oposición de Estados Unidos tras bambalinas.
El filme estudia los derechos de la democracia, la democracia del pueblo, los movimientos populares por la democracia en Venezuela y en el país más pobre de Latinoamérica, Bolivia, y también explora lo que sucedió en Chile cuando se intentó traer la democracia al país en los setenta.
Finalmente la película lleva los resultados a Estados Unidos. El filme tiene un tema universal que se plantea con la pregunta: ¿se está librando una guerra contra la democracia alrededor del mundo?
Usted habla de movimientos de resistencia popular en países como Bolivia, ¿por qué cree que están ocurriendo ahora específicamente?
Suceden ahora porque estos extraordinarios movimientos sociales se han gestado en esos países.
En Bolivia está el primer gobierno indígena en la historia desde que los españoles llegaron y lo que muestra es muy esperanzador. Muestra que cuando la gente colectivamente trata de reclamar justicia, sus derechos y su libertad, puede funcionar.
Pero también enfrentan amenazas serias de la superpotencia, que cree tener derechos de controlar lo que llama su «patio trasero» en ese hemisferio.
Muchos temen que esos movimientos de los que usted habla estén liderados por políticas populistas que ya en el pasado han perjudicado a Latinoamérica.
Me imagino que se refiere en el caso de Venezuela a los medios de comunicación, desde donde se han propinado campañas propagandísticas contra el gobierno. Yo no creo que la gente en Latinoamérica tenga esos temores de los que usted habla. Finalmente, ¿qué tiene de malo ese populismo que finalmente suena a un cliché de periodistas?
¿Según usted, entonces, las críticas contra el gobierno de Hugo Chávez de una porción de la población venezolana no tiene fundamento alguno?
Hugo Chávez ha ganado nueve elecciones democráticas; eso es casi un récord mundial. Si eso es populismo, desde mi punto de vista es la clase de populismo que su pueblo reclama.
Yo creo que él está siendo objeto del tipo de propaganda fomentado por otro gobiernos que ya han sido derrocados en el pasado, porque está yendo contra la corriente y contra el modelo económico impuesto por el Norte, desarrollado especialmente por Estados Unidos,
Hay estadísticas que dicen ser independientes que indican que los niveles de pobreza hoy en Venezuela son casi los mismos a los índices que Hugo Chávez recibió cuando llego al poder hace nueve años. Populismo o no, bueno o no, en ese sentido, según estas cifras, no está funcionando.
Esas compañías no son independientes. Sin embargo, una de estas empresas que dan mediciones y que tiene conexiones con la oposición estableció que Hugo Chávez tiene el control del 70% de la población.
En Venezuela, hay dos Venezuelas, una media clase sustancial, cerca del 25% de la población, en realidad muchos más prósperos que la clase media. Este sector de la población en América Latina, llamado «élite», siempre, siempre, ha tratado de oponerse a líderes que quieren representar a los intereses de las grandes mayorías.
Washington está muy preocupado sobre Bolivia, describe a Evo Morales como un radical, yo para nada pienso que es un radical, es más, yo creo que es un indígena social demócrata y algo conservador en muchos aspectos. John Pilger |
Venezuela me recordó a Sudáfrica en los tiempos del Apartheid. Si usted habla con la gente acomodada del este de Caracas, a quienes por cierto les está yendo muy bien, hay un índice de crecimiento del 9%.
Fui a una exposición de automóviles y vi gente comprando Ferraris, y bueno, usted habla con esta gente y para ellos pareciera ser que la mayoría de la población es invisible. Esa es la misma impresión con la que me quedé al hablar con los blancos cuando reportaba sobre el Apartheid.
Creo que la diferencia de clases, que a veces se expresa en términos raciales es muy significativa e importante. (La élite…) está muy bien organizada, pero el punto es que no tiene la mayoría , la mayoría del pueblo tiene un gobierno de mayorías, y la impresión con la que yo me quedé es que a la gente rica no le gusta eso, y que preferirían regresar al pasado cuando tenían control del gobierno.
Ahora, ellos aún tiene control de la mayoría de la economía aparte del petróleo, pero preferirían controlar el gobierno. El problema es que no son la mayoría, de eso se trata la democracia.
Un gobierno sin oposición, claramente esto no puede ser sano para una democracia y sin restar merito a los designios de los electores venezolanos, sin oposición es más sencillo ganar elecciones, ¿o no?
Ellos (la oposición) van a hacer lo que sea para derrocar a Chávez, ayudaron a organizar un golpe en su contra, quisieron que se invalidara una votación y ahora lo último que quieren hacer es tratar de desacreditar las elecciones presidenciales al no presentar un candidato de la oposición.
Lo cierto es que no quieren tener, como ocurriría si se presentan a elecciones, sólo un tercio de la Asamblea Nacional.
¿Pudo hablar con la oposición?
Hablé con muchos de ellos.
Y ¿cuál es esa visión que tienen de Venezuela?
Sus puntos de vista son predecibles, porque son los de la vieja Venezuela. Están amargados y resentidos porque no la manejan más. Pero aparte de eso yo lo que veo es que les está yendo muy bien.
¿Qué impresión le dejó Hugo Chávez?
Pase dos días con él y me impactó que, cuando lo entrevisté -y lo entrevisté por muchos tiempo-, me contestó a mis preguntas. Eso es algo muy inusual en cualquier político en el mundo.
Chávez me dio respuestas directas, y esa forma directa que tiene al hablar es uno de los atributos que a la gente en los barrios, los que votaron por él, les gusta mucho. Creo que este aspecto es determinante: su forma de hablar es la forma de hablar de su pueblo.
Yo en lo personal hallo eso refrescante. Creo que él y su movimiento, y un grupo de gente que está con él representan un fenómeno genuino que hemos visto antes en América Latina. No creo que haya un motivo ulterior, Chávez es claramente extremadamente popular porque se ve a sí mismo como un hombre del pueblo.
Ahora, muchos lo llamarán populista, pero eso está bien para el pueblo, siempre y cuando siga teniendo el derecho de votar por él y de seguir en control de sus comunidades.
Usted visitó las misiones en Venezuela, de las que algunos dicen que no hay estadísticas independientes que midan su alcance real e impacto.
Lo que me impresionó a mí de muchas de las misiones fueron las bases de responsabilidad y las bases democráticas. Nada de eso es perfecto, es más, muchas de estas tienen fallas. Venezuela todavía tiene inmensos problemas de pobreza, no hay duda al respecto, y ha habido críticas al gobierno por no acelerar campañas para erradicarla.
Pero cuando se pone en consideración la historia de abandono en Venezuela, hay progresos asombrosos . Una forma de medir los progresos de un país en América Latina es viendo las reacciones de Washington, por ejemplo.
¿Qué dijeron las autoridades allí cuando usted les presentó sus conclusiones?
Son hostiles frente a cualquier desvío del modelo económico neoliberal en América Latina, ese es el argumento primordial. Les gusta mucho Chile y lo describen como un modelo de democracia que, por cierto, está implementando un feroz modelo económico neoliberal.
Les gusta Brasil, porque Lula está haciendo mucho de lo mismo; estas son, en palabras de Washington, democracias aceptables.
Creo que una de las cosas que ha arruinado a América Latina a lo largo de mi vida es la intervención de Estados Unidos, si le quitas eso, si le quitas esa intervención a cualquier región del mundo, usualmente la gente halla una forma de vivir decentemente, a los latinoamericanos se les ha negado esa posibilidad una y otra vez. John Pilger |
¿Qué dicen de Argentina, por ejemplo?
Les preocupa Argentina, porque allí la situación en un poco más confusa, allí también hay movimientos populares con una fuerza considerable.
Desde esa perspectiva, Bolivia no es visto con buenos ojos…
Washington está muy preocupado sobre Bolivia, describe a Evo Morales como un radical, yo para nada pienso que es un radical, es más, yo creo que es un indígena social demócrata y algo conservador en muchos aspectos.
Por supuesto, no les gusta Chávez, el presidente de un país con potencialmente las reservas más grandes de petróleo en el mundo. Todo lo anterior es muy predecible y bueno, hay que sumarle la usual y sin sentido propaganda de que Venezuela se está alineando con la «espantosa Cuba».
Tras su viaje a Sudamérica y sus experiencias pasadas en América Latina, ¿a qué conclusión llega sobre el futuro de la región?
Creo que una de las cosas que ha arruinado a América Latina a lo largo de mi vida es la intervención de Estados Unidos, si le quitas eso, si le quitas esa intervención a cualquier región del mundo, usualmente la gente halla una forma de vivir decentemente, a los latinoamericanos se les ha negado esa posibilidad una y otra vez.
Finalmente, ¿cuándo se va a estrenar la película?
Espero que se pueda mostrar en las salas de cine a comienzos del próximo, y después será mostrada en el canal británico ITV en abril o mayo de 2007.
¿Podrán verla los latinoamericanos?
Claro que sí, sin duda, el filme va a ser distribuido en todo el mundo para el cine y la televisión.