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Fin de semana de premios cinematográficos

Ken Loach y Emir Kusturika ganaron el César, mientras que Clint Eastwood y Alejandro Amenabar triunfan en los Oscar

Fuentes: Agencias

«Sólo un beso», de Ken Loach, y «La vida es un milagro», de Emir Kusturica, ganaron el César del cine francés a la mejor película de la Unión Europea. «Sólo un beso» cuenta la historia de un joven emigrante pakistaní en el Reino Unido, que trabaja como pinchadiscos en una discoteca y que se opone […]

«Sólo un beso», de Ken Loach, y «La vida es un milagro», de Emir Kusturica, ganaron el César del cine francés a la mejor película de la Unión Europea. «Sólo un beso» cuenta la historia de un joven emigrante pakistaní en el Reino Unido, que trabaja como pinchadiscos en una discoteca y que se opone a los planes de sus padres de casarse con una paquistaní. Loach ganó el premio después de que hace dos años también fuera uno de los candidatos, pero su film, ‘Sweet Sixteen’, sucumbió ante ‘Hable con ella’, de Almodóvar. La película del director británico quedó empatada con «La vida es un milagro» del bosnio Emir Kusturica, una historia ambientada en el inicio de la guerra en su país.

Los Oscars

La película «Million Dollar Baby» dirigida por el veterano actor y director, Clint Eastwood, fue galardonada como la mejor del año en la ceremonia de los Oscar. El drama trágico y emocional de una mujer púgil opacó a una de las cintas favoritas, «El Aviador», sobre la vida del multimillonario Howard Hughes. La cinta española «Mar Adentro» de Alejandro Amenábar ganó como mejor película en un idioma extranjero. El filme sobre el Che Guevara, «Diarios de Motocicleta», del brasileño Walter Sales, fue reconocido con el premio a mejor canción original «Al otro lado del río» del cantante uruguayo Jorge Drexler, al que sustituyeron por Antonio Banderas para interpretar la canción «por que no era suficientemente famoso», cuando subió a recoger el premió se limitó a cantar las primeras estrofas de su canción.

El programa fue transmitido con un desfase de cinco segundos para poder interrumpir cualquier desmán o declaración inapropiada durante la ceremonia, pero no fue necesario en una ceremonia que parecía teledirigida.