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La cifra de iraquíes detenidos por Estados Unidos en Iraq asciende a 22.000

Fuentes: Just World News & Uruknet

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos


Enterrada entre esta noticia del Washington Post [1] aparecía de pasada el dato de que «el número de personas detenidas por el ejército estadounidense en Iraq ha ascendido a casi 22.000 de los 15.400 de hace seis meses».

Piensen en ello. Casi todos ellos son hombres en edad de mantener a su familia, probablemente la mayoría de ellos con una media de cinco personas a su cargo. Esto significa más de 100.000 personas que se ven directamente afectadas por esta situación de detención masiva.

En las circunstancias a las que se enfrenta el ejército estadounidense (y cualquier otro) en el Iraq de hoy, éste ni siquiera afirma tener una «probable causa» de detención para cada uno de estos hombres; y desde luego no tiene capacidad para mantener una investigación individualizada de la naturaleza de cualquier acusación que se haya podido hacer contra ellos.

En realidad, la inmnsa mayoría de estos detenidos probablemente no están detenidos por haber sido declarados por medio de ningún proceso racional personalmente culpables de hacer cometido un crimen. No, lo más probable es que estén detenidos «preventivamente», esto es debido al temor generalizado de que, algún día, puedan cometer alguna acción contra el ejército ocupante estadounidense. (En la misma línea del principal razonamiento utilizado por Bush para invadir su país: hacerlo «preventivamente» en vez de responder o incluso «adelantarse» a alguna amenaza iraquí evidente contra Estados Unidos).

Como deja claro el artículo del Washington Post, ahora ha surgido también otro fuerte incentivo para aumentar el numero de detenidos: la mayor parte del artículo trata del proceso informal de «amnistía» que están utilizando muchas unidades estadounidenses en relación a jeques tribales, por medio del cual muchos hombres leales a estos jeques y que están actualmente detenidos son liberados bajo control de estos jeques a cambio de que estos accedan a trabajar como aliados de las fuerzas de ocupación.

Así, según este modelo, si un oficial local estadounidense quiere ganarse el apoyo de un jeque local, tiene el incentivo de capturar a unos cuantos partidarios del jeque como rehenes, una acción sobre la que tengo que indicar:

(1) ya fue utilizada por los israelíes hace muchos años y antes de ellos por cada fuerza colonial/ocupante a lo largo de la historia, y

(2) viola claramente el derecho internacional.

¡Oh! de las noticias desde Ramala [2] tenemos que «familiares y amigos abrazaron llenos de alegría a los 255 palestinos liberados el viernes por Israel, los llevaron bulliciosamente a hombros y les dieron la bienvenida como héroes, lo que significa un espaldarazo político para el presidente Mahmoud Abbas [es decir, el dirigente tribal local con el que se ha hecho el trato] en su lucha de poder con Hamas».

Comparto, por supuesto, la alegría de las familias. Pero no se trata de eso. Se trata de que a estos dos poderes ocupantes – Estados Unidos e Israel- no les importa un pimiento emprender las anteriores amplias campañas de toma de rehenes, que se emprenden con el fin de la pura manipulación política en vez de a través de cualquier forma de proceso debido, de procedimiento regulado de justicia criminal.

Aquel reportaje de [la agencia] AP desde Ramala explica que «otros miles más de palestinos permanecen en las prisiones israelíes». Mientras tanto 22.000 iraquíes se consumen en las prisiones estadounidenses en Iraq y otros muchos miles de rehenes políticos (la mayoría de ellos sunníes) se consumen también y en condiciones terribles en cárceles dirigidas por el «gobierno» iraquí.

El New York Times de hoy [21 de julio] publica unas series fotos que revuelven el estómago, sacadas dentro de una de estas cárceles del gobierno iraquí. Tienen ustedes que saber que si la gente que se ocupa de esta cárcel dejó que entrara el fotógrafo, evidentemente es porque ésta era de las cárceles «más humanas» que dirigen (apenas podemos imaginar la misera que pone en peligro para la propia vida y las cámaras de tortura dentro de algunas de las demás cárceles…). Pero hasta las escenas que vi en estas fotos me recuerdan el enorme hacinamiento que alcancé a ver durante la corta visita que hice a la Cárcel Central de Kigali, Ruanda, en junio de 2002.

Sí, la Ruanda post-genocidio es otro de los muchos regímenes apoyados por Estados Unidos en todo el mundo que utilizan campañas generalizadas de detenciones «preventivas» – esto es, toma rehenes políticos – como medio para intimidar y coaccionar a toda una población que el gobierno central considera demasiado crítica.

Si ustedes quieren conocer un poco del contexto histórico de todo el fenómeno de cómo los regímenes coloniales utilizan las detenciones masivas para intentar subyugar a toda una población pueden leer el artículo que publiqué hace poco [3] sobre las espantosas campañas de encarcelaciones masivas que los británicos utilizaron en los años cincuenta contra la tribu kikuyu en el norte de Kenya…. O mejor aún, pueden estudiar el premiado estudio histórico sobre este tema de Caroline Elkins [4].

En mis propias investigaciones mucho menores sobre los efectos de las campañas más recientes de detención masiva llevadas a cabo por el gobierno de Ruanda contra la población mayoritaria hutu de su propio país pude confirmar las conclusiones de Caroline Elkins de que estas campañas tenían efectos devastadores y duraderos no sólo sobre los propios detenidos, sino también sobre sus familias y sobre el propio tejido social que queda dividido por la mitad a causa de las detenciones…

En el Iraq de hoy el gobierno estadounidense tiene mucho de lo que responder. No deben olvidarse los efectos de las actuales campañas de detenciones masivas.

Mientras tanto, el curso de la historia está transcurriendo sin duda en contra de la habilidad de las «Busheces» para «ganar» esta contienda en Iraq (sea lo que sea lo que pueda querer decir «ganar»). Así que todas estas detenciones, todas estas campañas que está emprendiendo el ejército estadounidense para armar a tal o cual facción dentro de Iraq no les llevarán a nada…Es decir, nada, excepto ahondar las cicatrices de violencia que la ocupación estadounidense ha hendido profundamente en la propia esencia de la sociedad iraquí.

[1] Deals in Iraq Make Friends of Enemies,
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/07/19/AR2007071902432_pf.html

[2] http://news.yahoo.com/i/736

[3] http://justworldnews.org/archives/RHR96-07-Cobban.pdf

[4] Imperial Reckoning: The Untold Story of Britain’s Gulag in Kenya

Enlace con el original: http://www.uruknet.de/?s1=1&p=34700&s2=22