La llamada Conferencia Nacional iraquí, que según la agenda de las fuerzas ocupantes debe conducir a la celebración de elecciones generales, se inauguró ayer en Bagdad en medio de un clima de gran tensión y ataques de la resistencia, mientras se reanudaban los combates entre EEUU y los milicianos chiíes en la ciudad santa de Najaf
Los combates que oponen a la milicia chií y al Ejército estadounidense, con apoyo de las fuerzas de seguridad «iraquíes» creadas por Washington, se reanudaron ayer y tuvieron una notable influencia en el desarrollo de la Conferencia Nacional. Dicha Conferencia, que reúne a unos 1.300 delegados procedentes de todas las provincias iraquíes y que debe durar tres días, sufrió trastornos desde su apertura. Tras el discurso del representante de Kofi Annan, Ashraf Jehangir Qazi, una centena de delegados abandonó la reunión gritando: «¡Mientras siga habiendo ataques y bombardeos (en Najaf), no habrá conferencia!»
Yahya Moussaui, un representante de la Casa Chií, que agrupa a personalidades políticas y religiosas chiítas, subió a la tribuna y luego abandonó la sala diciendo: «La esencia de la democracia es que ustedes escuchen al pueblo iraquí (…) Pedimos el cese inmediato de las operaciones militares en Najaf y la apertura del diálogo».
Un diálogo que Moqtada al-Sadr reclamó ayer llamando, según su portavoz, Ahmad al Chaibani, a reiniciar las negociacio- nes mientras que tiros de cañones de tanques resonaban en la zona del enorme cementerio de Najaf, al norte del mausoleo del imán Ali, donde están atrincheradas las milicias chiítas.
«Una ofensiva de gran envergadura va a ser lanzada rápidamente para poner fin a los combates en Najaf», declaró el portavoz del Ministerio de Interior, Sabah Kazem. «El Gobierno responde favorablemente a la demanda de la Conferencia Nacional sobre una solución pacífica en Najaf», declaró el primer ministro interino, Iyad Alawi, en el texto leído en su nombre por el secretario de Estado para las gobernaciones, Wael Abdel Latif, al término de una reunión ministerial.
«Pero para alcanzar este objetivo, la milicia debe ser desarmada sin condiciones previas, abandonar Najaf y el mausoleo del imán Ali, y comprometerse en el proceso político», prosiguió.
Las extremas medidas de seguridad tomadas en Bagdad no impidieron que al menos tres obuses de mortero cayeran cerca del edificio en el que se desarrolla la reunión.
EEUU bombardea la ciudad de Falujah
Cinco iraquíes murieron ayer a causa de los bombardeos de la aviación estadounidense sobre la ciudad de Falujah, en el oeste de Bagdad, según indican fuentes médicas, a los que habría que añadir los ocho fallecidos el sábado.
Un médico del hospital general de la ciudad de mayoría suní aseguró que «los americanos han lanzado siete misiles». El Ejército estadounidense declaró haber realizado «incursiones defensivas» sobre Falujah después de que los marines fueran atacados por la resistencia.
El sábado, ocho iraquíes murieron y otros diez resultaron heridos, la mayoría mujeres y niños, en combates registrados entre estadounidenses y milicianos, seguidos de bombardeos aéreos, en Falujah.
Ayer, 2 personas murieron y 17 resultaron heridas por disparos de obuses en el barrio Allawi, en el centro de Bagdad. Un soldado de EEUU murió ayer en el norte de Bagdad y otro de Holanda también murió, y otros cinco resultaron heridos, el sábado en la noche en un ataque. Un oficial ucraniano murió ayer debido a la explosión de una mina en la provincia de Wassit.