Con el mayor desparpajo y regocijado por el reciente anteproyecto de ley de patentes enviado al Parlamento español, la embajada de los Estados Unidos celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual. Según la Embajada, este día fue establecido por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en 2000 para dar a conocer cómo […]
Con el mayor desparpajo y regocijado por el reciente anteproyecto de ley de patentes enviado al Parlamento español, la embajada de los Estados Unidos celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual.
Según la Embajada, este día fue establecido por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en 2000 para dar a conocer cómo las patentes, derechos de autor, marcas y diseños impactan la vida diaria, promueven la creatividad y celebrar la contribución de los creadores e innovadores para el desarrollo de las sociedades a través del globo.
Este relato maravilloso de la las bondades de la propiedad intelectual es el mito capitalista sobre el que se miente y engaña a la sociedad mundial, ocultando que estos mecanismos perversos contribuyen a la apropiación de ganancias extraordinarias de las empresas industriales y culturales instaladas en España y que han sumergido a enormes sectores de la población en el paro y la pobreza.
Intentando de manera perversa vender el tema bajo el lema «Películas, Pasión Global» la embajada publica como que «la OMPI busca ver cómo los derechos de propiedad intelectual conforman el viaje del director de cine desde el guión a la pantalla, cómo los productores de cine atraen a los inversores, cómo los guionistas y los actores se ganan la vida, y cómo la innovación está empujando las fronteras de la creatividad en la industria«; un cuento de ciencia ficción alejado de la realidad para justificar el sometimiento de los creadores y autores independientes a las empresas corporativas de los Estados Unidos y su industria del cine y la televisión.
La Embajada celebra en su propia página web el 26 de abril como el día del marketing de las corporaciones estadounidenses que bloquean las industrias nacionales y retrasan el progreso bajo las políticas de los EE UU y la Troika, llevando a España y a los pueblos de Europa al mayor colapso económico y social desde la segunda guerra mundial.
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