Uno quiere pensar que las leyes están bien hechas, y que, en base a dichas leyes, las acciones pueden clasificarse en legales o ilegales. Pero no parece ser así, para algunos, en el caso de la guerra de Iraq. Lo que yo me pregunto es si es admisible que hayan muerto tantos miles de personas […]
Uno quiere pensar que las leyes están bien hechas, y que, en base a dichas leyes, las acciones pueden clasificarse en legales o ilegales. Pero no parece ser así, para algunos, en el caso de la guerra de Iraq. Lo que yo me pregunto es si es admisible que hayan muerto tantos miles de personas inocentes por un tecnicismo legal. Tal vez esa perspectiva pudiera ser más sombría que la de una «guerra por petróleo», pero en este caso no es así.
Realidad objetiva: el artículo 39 de la Carta de las Naciones Unidas dice lo siguiente,
«El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresion y hará recomendaciones o decidirá que medidas seran tomadas de conformidad con los Artículos 41 y 42 para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.»
Bien, pues resulta que el Consejo de Seguridad no decidió tomar la medida del uso de la fuerza armada contra Iraq, es decir, no autorizó la invasión de Iraq. Por tanto, tal acción está fuera de la ley internacional de la ONU. Tan simple como eso.
A partir de aquí, y a pesar de lo clara que es la ley, los dirigentes criminales de los estados que participaron en la matanza de miles de iraquíes inocentes, se permiten opinar que la invasión no fue ilegal. ¿Qué argumentos aportan? Ninguno basado en la ley, obviamente, porque ésta es de una claridad y de una lógica aplastante. Así que mienten o divagan.
Por ejemplo, el ministro polaco opina que la invasión tuvo «bases legales» (¿?), y que las fuerzas polacas «actuaron conforme a la Constitución polaca, refiriéndose a la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 8 de noviembre de 2002». En términos parecidos, o incluso más escuetos del tipo «nosotros creemos que fue legal», sin más, se han expresado representantes de los otros gobiernos implicados, como Estados Unidos, Gran Bretaña o Australia. Afortunadamente, en España el expresidente Aznar ya no tiene nada que decir sobre este tema (lo dijo anteriormente y, por supuesto, con el mismo discurso argumentalmente vacío)
Recordemos la tristemente famosa resolución 1441, ¿qué dice esa resolución? Pues recoge un montón de resoluciones anteriores, ninguna de ellas autorizando una invasión posterior a la guerra de 1991, pero que reconocen, eso sí, que Iraq presenta una amenaza por la «proliferación de armas de destrucción en masa». Esto luego se ha demostrado que no era cierto, pero ese no es el caso. La cuestión es: una vez reconocida esa «amenaza», ¿propone dicha resolución una agresión militar contra Iraq? De ningún modo.
La resolución advierte que el incumplimiento de la resolución en cuanto a inspecciones, declaración de las armas, etc., constituiría «una nueva violación grave de las obligaciones del Iraq y se comunicarán al Consejo para su evaluación» y que expondría a Iraq a «graves consecuencias».
Ahí es donde Estados Unidos y sus lacayos se tomaron la ley por su mano, porque NO permitieron la evaluación del Consejo de las supuestas violaciones de Iraq sino que las evaluaron ellos mismos (una vez tuvieron a más de 100.000 soldados esperando delante de Iraq, por supuesto). O sea, no actuaron conforme a la legalidad internacional de la ONU.
Más aún, Estados Unidos intentó por todos los medios que se aprobara una segunda resolución autorizando la invasión militar y no lo consiguió, porque los demás países no estaban de acuerdo. Pero no por no haberse votado formalmente en contra de ese proyecto, significa que se está legitimado a realizarlo, como ya ha quedado claro anteriormente.
Finalmente quiero emplazar a cualquier persona, que sepa leer y tenga un ordenador con conexión a internet, a comprobar por sí misma lo que dicen las resoluciones y la Carta de Naciones Unidas. Para eso hay una web estupenda (http://www.un.org) en varios idiomas donde se encuentra todo con facilidad. No hay que permitir que los políticos jueguen con la ignorancia de la gente y quieran hacer creer que 2 más 2 no son 4.