«Hacemos un llamamiento a todos los grupos yihadistas a que unifiquen sus efectivos y refuercen la acción militar contra el enemigo y sus lacayos», destacó ayer el Consejo Político de la Resistencia (CPR) iraquí, la principal coalición de fuerzas insurgentes suníes, en respuesta a la ofensiva que el Ejército del Gobierno de Nuri al-Maliki está […]
«Hacemos un llamamiento a todos los grupos yihadistas a que unifiquen sus efectivos y refuercen la acción militar contra el enemigo y sus lacayos», destacó ayer el Consejo Político de la Resistencia (CPR) iraquí, la principal coalición de fuerzas insurgentes suníes, en respuesta a la ofensiva que el Ejército del Gobierno de Nuri al-Maliki está llevando a cabo desde el pasado día 14 en la región de Mosul contra al-Qaeda.
«Una vez más, el Gobierno ha lanzado a miles de soldados para invadir una fortaleza suní en un nuevo plan criminal destinado a amordazar las voces hostiles a la ocupación», añade el comunicado del CPR.
«Tras Faluyah, Samarrah, Dhuluiyah, Tall Afar y Diyalah, le ha llegado el turno a Mosul. Si Dios lo quiere, esta nueva operación criminal fracasará, las tropas enemigas serán aniquiladas y la yihad vencerá», destaca la insurgencia suní.
Coincidiendo con esta ofensiva, al menos once soldados iraquíes murieron en una emboscada de la insurgencia en Mosul, según informaron fuentes policiales. Varios milicianos atacaron el vehículo en el que viajaban los soldados.
Incursión en Medina al-Sadr
Asimismo, el Ejército iraquí penetró por primera vez en ocho semanas de combates en el corazón del barrio bagdadí de Medina al-Sadr, de mayoría chií, sin que encontraran oposición de las milicias de Moqtada al-Sadr.
El objetivo de este operativo era «limpiar todo el barrio», según el comandante militar de Bagdad.
Vehículos blindados, apoyados por helicópteros, recorrieron sin incidentes las avenidas de Medina al-Sadr, sin encontrar ninguna resistencia armada. Asimismo, se desplegaron numerosos soldados a pie.
Este despliegue se llevó a cabo tras un acuerdo del movimiento de Moqtada al-Sadr, en el que se señalaba que «la entrada de tropas gubernamentales en Medina al-Sadr no representa una violación del acuerdo que se alcanzó el 10 de mayo».
Este acuerdo, que preveía un despliegue como el que se produjo ayer para el 15 de mayo, puso fin a los combates entre las milicias de al-Sadr y tropas de Estados Unidos aliadas con soldados del Gobierno durante siete semanas.