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Huellas sionistas por doquier

La masacre de la catedral de Bagdad

Fuentes: Mask of Zion

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

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Antes de que EEUU-Israel-Gran Bretaña desencadenaran la genocida, destructiva y fascista ocupación de Iraq, sunníes y chiíes, musulmanes y cristianos, árabes y kurdos vivían juntos en una armoniosa atmósfera de hermandad y unidad paralela a la de la ocupada Palestina antes de la ocupación sionista de 1948. Es atroz. Repugnante. Despreciable. Ignorante. Absurdo. Y erróneo en todos sus fundamentos de hecho, afirmar que los grupos étnicos y religiosos mencionados están ahora masacrándose unos a otros, cuando en realidad son los criminales ejércitos de la ocupación quienes están exterminándoles a todos.

Dividir Iraq despedazándolo y abocándolo a un infierno de limpieza étnica fue un complot sionista que el asesor de política exterior israelí Oded Yinon diseñó originalmente en 1982 (1). Todas esas políticas que tenían como objetivo desestabilizar Iraq se recuperaron más tarde y aparecieron reflejadas en los documentos denominados «Clean Break» [Empezando de Cero], escritos para el asesino de masas Benjamin Netanyahu por el espía Richard Perle y varios criminales de guerra sionistas más, entre ellos Douglas Feith, David Wurmser, Meyrav Wurmser y Robert Loewenberg (2). Agentes del grupo terrorista internacional conocido como Mossad llevan actuando en Iraq desde la década de 1950, cuando la entidad sionista emprendió una campaña terror de bandera falsa contra la comunidad judeo-iraquí (3). El objetivo absoluto de la ilegítima y usurpadora entidad ha sido siempre destruir Iraq como nación, para poder llevar a buen término su sueño del «Gran Israel» y asentar a sus extremistas coloniales en las orillas de los antiguos ríos Tigris y Eúfrates.

La sangrienta parodia sufrida por la humanidad perpetrada el 31 de octubre de 2010, que dejó 58 muertos iraquíes en la catedral de Sayedat al-Nayat en Bagdad (4) no fue obra de Al-Qaida. Los pistoleros no pertenecían al Estado Islámico de Iraq. Quienes apretaron el gatillo no eran siquiera iraquíes. La mejor forma de honrar a las víctimas de esa violencia estéril es revelar la verdad del ataque. Y la verdad es que esa masacre lleva las huellas sionistas por toda su sangrienta estructura.

SITE Intelligence Group: El portavoz del Mossad.

Tras producirse los acontecimientos que acabaron en la masacre, los medios dominantes sionistas se apresuraron a informar que una rama de Al-Qaida, conocida como Estado Islámico de Iraq, estaba detrás del horror. Los medios obtuvieron la información de una organización conocida como SITE Intelligence Group (5). SITE es la principal fuente utilizada por los medios sionistas que no paran de vomitar falsedades, por la Seguridad Interior [EEUU], de diseño sionista, e incluso la fuente de la que el FBI y la CIA obtienen su información respecto a los asuntos árabes y musulmanes (6). Cuando se acusa a Israel de algún crimen, SITE dice lo contrario y los medios recogen lo que dice SITE. SITE está controlado por Rita Katz, ex soldado de las Fuerzas Ocupantes israelíes, con estrechos vínculos con el Mossad a través de su relación de trabajo con uno de sus agentes, Ben Venzke, del Intel Center (7), así como con el FBI (8). Katz, que procede de una familia con profundas raíces sionistas y cuyo padre fue ejecutado en Iraq debido a sus actividades de espionaje para el régimen sionista, ha llegado a admitir haber difundido información falsa al mismo gobierno de los Estados Unidos sobre los «yihadistas», Al-Qaida y otros grupos «islámicos extremistas» (9).

Rita Katz colaboró con su colega sionista Jane Harman para hacer de Internet un arma, entregándole testimonios sobre «terroristas islámicos» que la congresista, ardiente defensora de Israel, presentó ante un comité del Congreso para conseguir que se aprobara una legislación de tipo orwellliano destinada a controlar el activismo antibelicista y antisionista en Internet (10); y de esa forma Katz consiguió que se violara la privacidad de cientos de estadounidenses musulmanes en sus mezquitas, centros comunitarios y otros servicios sociales, espiándolos ilegalmente en nombre del gobierno de EEUU, por lo que está siendo actualmente demandada por varias organizaciones (11). Se considera que la ex soldado israelí es una protegida del sionista Steve Emerson (12), el infame propagandista xenófobo de la islamofobia, blanqueador de los crímenes sionistas contra palestinos y libaneses y creador del repulsivo film propagandístico «Jihad in America» (13). La organización SITE cuenta con el apoyo de los asesinos sedientos de sangre de Blackwater, ahora conocida como XE (14), responsables de asesinatos de civiles por todo el Iraq ocupado, incluida la atroz masacre de la Plaza Nisour (15).

Rita Katz es una ultrasionista que trabaja claramente como activo de la «guerra contra el terror» inventada por los israelíes que se ha cobrado ya millones de vidas en los territorios árabes y musulmanes. Sus mentiras han afectado directamente a Iraq, porque ha intentado sembrar la división difundiendo mentiras sobre el activo de la CIA Osama Bin Laden, muerto hace tiempo ya, y la población chií de la nación ocupada (16). Es una nociva propagandista cuyas palabras, escritos y acciones están completamente inmersos en inequívocas falsedades que benefician al usurpador régimen de Tel Aviv y cuya organización, SITE, es un fraude absoluto y un frente manifiesto del Mossad. Sólo los inconscientes, mudos, sordos y ciegos serían incapaces de ver sus mentiras.

El Estado Islámico de Iraq no existe

Al-Qaida no existe. Debería reiterarse con total énfasis: Al Qaida. No. Existe. Incluso las conocidas agencias de noticias perdidamente pro-israelíes, como la BBC, han admitido este hecho innegable a través de un documental que emitieron, en el cual agentes de la CIA admiten que la organización «terrorista» es un puro invento (17). El grupo de propaganda sionista anteriormente mencionado, SITE Intelligence Group, informó que el Estado Islámico de Iraq está vinculado con Al-Qaida. Pero si Al-Qaida no existe, ¿cómo es que el Estado Islámico de Iraq está vinculado con ella? La respuesta es sencilla: El Estado Islámico de Iraq ni siquiera existe. Algo que existe no puede estar vinculado con algo que no existe; tales nociones son el colmo de la falta de lógica y de la ridiculez. El mismo ejército estadounidense, y lo que podría ser más sorprendente, uno de sus generales de brigada, han declarado ya que el líder del supuesto Estado Islámico de Iraq, Omar al-Baghdadi, es un invento (18). Los oficiales siguieron declarando que necesitaban poner «un rostro iraquí a un grupo terrorista gestionado desde el exterior». Típico.

SITE es una empresa fantasma de la inteligencia israelí. Al-Qaida y el Estado Islámico de Iraq son falacias inventadas por los sionistas. La pregunta continúa siendo la siguiente: ¿Quién perpetró la atroz masacre que acabó con la vida de 58 personas e hirió a otras 78 en la catedral de Sayedat al-Nayat?

Karada: Rastreando mercenarios y agentes israelíes

El distrito de Karada de Bagdad, donde está situada la catedral de Sayedat al-Nayat, es una barriada mixta compuesta por sunníes, chiíes y cristianos que ha tenido que sufrir una atrocidad tras otra de los invasores desde que empezó la salvaje ocupación sionista. En marzo de 2008, Karada se vio sacudida por dos detonaciones de artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) que mataron a 68 inocentes e hirieron a otros 150 (19). En septiembre de 2008, Karada se estremeció hasta sus cimientos cuando cinco coches bomba y varios IED explotaron y se cobraron las vidas de 27 inocentes e hirieron a 84 más (20). A primeros de este año, en enero, un coche bomba sacudió Karada y se llevó 18 vidas e hirió a 80 personas más (21). En el verano de 2009, las iglesias de Karada se vieron repetidamente atacadas, incluyendo un ataque triple con IED en el mes de julio que mató a 4 inocentes e hirió a otros 20 (22).

Como ocurre con cada bomba, secuestro, robo, violación, asalto y asesinato en el Iraq ocupado, ni las maliciosas fuerzas occidentales de EEUU y el Reino Unido ni las fuerzas-títere del desgraciado régimen iraquí han detenido a un solo sospechoso. Todas las explosiones acaecidas en Karada (así como en cualquier otro lugar de Iraq) fueron producto de los IED y los coches bomba. Los medios sionistas han propagado la ridícula teoría de que los coches bomba son la obra de suicidas-bomba «militantes islámicos» y que los IED son explosivos elaborados partiendo de cero por los mismos militantes. Eso es un insulto a cualquiera que tenga un cerebro que le funcione. La sofisticada y destructiva fuerza de un IED, así como la meticulosidad y colocación estratégica de los coches bomba por todo Iraq, especialmente en Karada, sólo puede ser obra de un único grupo en el mundo: el Mossad (23).

A finales de septiembre de 2003, un contratista privado del ejército llamado Zapata Engineering empezó a operar en el Iraq ocupado con un contrato del Pentágono por valor de 200 millones de dólares; su función era destruir las municiones iraquíes inservibles y almacenar las que estuvieran en buen uso en lugares estadounidenses seguros (24). Zapata Engineering recibió otro contrato de unos 32 millones de dólares en febrero de 2004 del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (25). Sin embargo, la relación entre el ejército ocupante estadounidense y Zapata se agrió en 2005 cuando los Marines arrestaron a 19 de sus empleados por abrir fuego en controles estadounidenses (26). Los contratistas de Zapata llevaban armas ilegales, que el ejército estadounidense identificó como armas antitanque (27). Las armas identificadas eran rifles de Rafael Advanced Systems Limited, la principal fábrica de armas de la entidad sionista (28). Cuando los marines detuvieron a los empleados de Zapata, los detenidos afirmaron que les habían humillado y que los marines les habían arrancado del cuello sus medallones religiosos; el símbolo que aparecía en esos medallones era la estrella de seis puntas de la bandera de la entidad sionista (29).

Analizada con microscopio, Zapata Engineering se revela como una empresa sionista con oficinas en Carolina del Norte, Hawai y Tel Aviv (30). Zapata es socio de Rafael Advanced Systems en la producción de IED, en la que Rafael fabrica los IED (mucho de los cuales van equipados con puntas de uranio empobrecido), así como la tecnología de neutralización que vende a los EEUU (31), y Zapata fabrica los disparadores (32). Generales estadounidenses de alto rango llegaron incluso a llamar a Iraq a fuerzas de la ocupación israelí para que ayudaran a EEUU a «combatir» el problema de los IED (33). Esos IED tienen tal potencia que pueden levantar del suelo un tanque de 70 toneladas y perforar la armadura militar; la Resistencia iraquí se ha dado cuenta del alto nivel de sofisticación de esos explosivos para matar, y ha dejado muy claro que ningún grupo iraquí tiene capacidad para montar esos dispositivos, aunque las agencias de servicios secretos e inteligencia exterior digan que sí (34). Aunque Zapata Engineering ya no opera oficialmente en Iraq, sí que siguen allí sus IED vinculados con Rafael Advanced Systems, causando estragos todos los días a los inocentes del Iraq ocupado.

Es vital señalar que antes de la horrenda ocupación occidental que empezó en 2003, en Iraq no se detonaban coches-bomba. Pero después del 20 de marzo de 2003, al igual que los IED sionistas, los coches-bomba se convirtieron en la incidencia que los iraquíes se han visto obligados a enfrentar casi cada día debido a una ilegal y bárbara ocupación. Sería un error monstruoso vincular esos ataques con alguien que no sean los ocupantes que lanzaron esa demencia salvaje sobre la cabeza del antiguo Iraq.

Contrariamente a la hasbara [propaganda] sionista y a toda la basura vomitada desde las bocas de los títeres de EEUU dentro del régimen iraquí, los coches-bomba no son fruto del trabajo de suicidas-bomba; son fruto del trabajo del Mossad, colaborando íntimamente con las fuerzas ocupantes (35). De hecho, el coche-bomba se ha convertido en la firma del régimen sionista cuando perpetra asesinatos y operaciones terroristas. El coche-bomba es el arma que admitieron haber utilizado para asesinar al Comandante de la Resistencia Libanesa, el mártir Imad Mughniyeh (36). La entidad sionista utilizó también el coche-bomba para asesinar al ex Primer Ministro libanés Rafiq Hariri, como reveló el Secretario General de Hizbollah Hassan Nassrallah (37). Es el arma que el sanguinario régimen usurpador utilizó para asesinar a un combatiente de la Resistencia en la ilegalmente asediada Gaza la pasada semana (38). Es el arma que el Mossad utilizó para asesinar al Gran Ayatolá Sayyed Muhammad Baqir al-Hakim, un feroz crítico de la ocupación estadounidense (que distaba mucho de compartir la repugnante y traidora naturaleza de su familia), en el bombardeo masivo de la Mezquita del Imán Ali en el que masacraron a 125 inocentes además del Ayatolá (39). Y es el arma utilizada en la campaña de asesinatos en curso contra las fuerzas de seguridad y policía iraquíes (40); exactamente el instrumento con el que el ejército ocupante israelí entrenó a las fuerzas especiales de EEUU, participando ellos mismos también en acciones de muerte y destrucción haciéndose pasar por consultores (41).

No es en absoluto una coincidencia que justo unos meses después de que empezara la ilegal ocupación de Iraq, se abriera un Centro Israelí de Estudios para Oriente Medio en Bagdad. Varios profesores iraquíes se pusieron enfermos de ver que en la misma capital iraquí se establecía una entidad satélite sionista, y dijeron sin sombra de duda que servía de frente del Mossad (42). Musulmanes y cristianos se unieron contra ese refugio del Mossad y resistieron firmemente negándose a cooperar con la entidad sionista y con EEUU (43). Una semana después de la apertura del Centro israelí, el Mossad, con ayuda estadounidense, destruyó la sede de las Naciones Unidas en Bagdad (44). Se pudo pillar al Mossad viajando por Bagdad en 4×4 blindados (45). La Resistencia iraquí mató a cuatro agentes sionistas en 2005, cuando les descubrieron robando objetos arqueológicos y colocando coches-bomba (46). La prueba de que el Mossad pululaba por todo Iraq, sobre todo por Bagdad con sus IED y coches-bomba para transformar Iraq en un estado fracturado, es asombrosamente abrumadora; el Gran Ayatolá Sayyed Ali Jamenei, el Líder de la Revolución Islámica en Irán, ha afirmado que Washington D.C. y Tel Aviv constituyen las «profundas raíces de todas las operaciones terroristas en Iraq» (47).

No sólo Karada está plagada de parásitos del ilegal ocupante de Palestina, también de mercenarios y contratistas privados, los pistoleros de alquiler de EEUU, habitualmente ex soldados, que disparan con total impunidad y no muestran misericordia alguna con nadie. Karada se ha visto asaltada por el United Resources Group, que asesinó a dos inocentes mujeres iraquíes en 2007 (48). Se ha vista atacada por ALMCO, cuando los mercenarios, desde el interior de cuatro convoyes, abrieron fuego contra los civiles hiriendo a una mujer iraquí llamada Roba Taha (49). Los vecinos de Karada se vieron aterrorizados nada menos que por la infame Blackwater, ahora conocida como XE (50). Dyncorp tiene sus cuarteles en el centro de Bagdad (51), a muy poca distancia de Karada, y sus mercenarios han aterrorizado Bagdad entero y, en noviembre de 2007, mataron a un taxista iraquí (52). En 2009, había más de 132.000 mercenarios de las compañías de contratistas privados del ejército operando en Iraq (53), formando parte de 27 compañías militares privadas (54).

Karada, un lugar donde los grupos religiosos vivían pacíficamente entre ellos, lleva sufriendo desde 2003 las explosiones de las bombas colocadas por todos sus rincones por agentes de la entidad sionista, mercenarios y ocupantes extranjeros. Las huellas de Tel Aviv y de los contratistas militares privados salen a la luz al poner en marcha la deconstrucción de las historias ofrecidas por los medios oficiales sionistas y descubrir la superchería de la atribución del ataque contra la catedral de Sayedat al-Nayat.

La masacre, las secuelas y el encubrimiento de Maliki

Es muy preocupante que el terrible derramamiento de sangre en la catedral de Sayedat al-Nayat empezara con la supuesta detonación de un coche-bomba y cuatro IED por «militantes» antes de asaltar la iglesia y tomar rehenes (55).

A continuación, se produjo un sangriento combate que duró unas cuatro horas antes de que las fuerzas de seguridad iraquíes cortaran la luz y entraran en la iglesia para someter a los asesinos y rescatar a los rehenes. 41 cristianos que se hallaban en el interior de la iglesia, entre ellos dos sacerdotes, yacían asesinados; 12 policías murieron en la confrontación a tiros; y cinco personas inocentes murieron a causa del coche-bomba y los IED.

Aunque las fuerzas ocupantes estadounidenses emitieron de inmediato un comunicado manifestando que estaban en el escenario sólo como asesores para proporcionar labores de reconocimiento, inteligencia y vigilancia, varios testigos presenciales y un periodista observaron el domingo por la noche fuera de la iglesia al menos a tres soldados estadounidenses con equipos de asalto, así como varios helicópteros estadounidenses (56).

Las fuerzas de seguridad iraquíes arrestaron a cinco sospechosos y afirmaron que sólo algunos de ellos no eran iraquíes (57), los relatos de los testigos dicen que ninguno de ellos era iraquí, que ninguno de ellos hablaba árabe en un dialecto iraquí ni con acento iraquí; los sospechosos hablaban en lengua árabe clásica que hace imposible detectar de dónde proceden (58). Además, las autoridades iraquíes que investigaban la masacre descubrieron seis pasaportes extranjeros; tres del Yemen y tres de Egipto (59). Las autoridades iraquíes descubrieron además que los asaltantes pudieron traspasar los controles de seguridad del ocupante porque iban vestidos como mercenarios de compañías de contratistas extranjeros (60), y además de los pasaportes, portaban identidades falsas (61).

El criminal de guerra, traidor y títere de EEUU Nuri al-Maliki identificó de inmediato los trágicos acontecimientos como obra de Al-Qaida y, de forma irrisoria, se identificó a sí mismo como un «iraquí honorable» que estaba horrorizado por los hechos (62). No hay nada honorable en vender a tus propios compatriotas a los invasores; al-Maliki es una desgracia para el pueblo iraquí, y en lugar de proteger a los inocentes que están siendo masacrados por las bombas sionistas y las bárbaras tácticas opresoras estadounidenses, se dedica a proteger a George Bush para que no le alcance un zapato. Al-Maliki utilizó la masacre de la catedral de Karada como pretexto para cerrar el periódico Al-Baghdadia; una publicación que se desplazaba continuamente para ofrecer el testimonio vivo y valiente de testigos presenciales de los hechos, proporcionando una voz a los mismos iraquíes para criticar la ocupación y la colaboración del gobierno iraquí con la misma (63).

Sólo podían surgir dos teorías lógicas e inteligentes a partir de las pruebas halladas: Que los misteriosos atacantes que irrumpieron en la catedral de Sayedat al-Nayat y perpetraron la masacre no iban vestidos de contratistas militares privados sino que eran contratistas militares privados, empleados por una de las agencia antes mencionadas; o que la masacre fue la obra siniestra del Mossad. La primera teoría es frágil, los contratistas militares privados son mercenarios, no se dedican habitualmente a orquestar complicadas operaciones de falsa bandera; sin embargo, la segunda teoría es perfectamente plausible, y como el movimiento de la Resistencia Libanesa de Hizbollah observó recientemente en un comunicado que condenaba la masacre: «El crimen tiene todas las huellas sionistas del esquema sionista que busca fragmentar la región y convertirla en entidades enfrentadas para así poder dominarla (64)».

El Mossad tiene capacidad para duplicar cualquier pasaporte de cualquier nación con la tecnología con que cuenta una base militar israelí en Petah Tikvah; en esa instalación se crean pasaportes de primera calidad, pasaportes de mediana calidad y falsas identificaciones para todas las operaciones internacionales (65). El caso más reciente del Mossad fabricando pasaportes para llevar a cabo sus operaciones asesinas sería su asesinato del comandante de Hamas Mahmud al-Mabhouh en Dubai (66). Saber árabe fue un requisito previo durante algún tiempo (67) para convertirse en agente del Mossad (y es más, también para ser agente de la CIA), y es por esa razón que hasta este mismo día, el destructivo grupo terrorista israelí publica ofertas de trabajo para lingüistas que hablen árabe (68). La utilización de un coche-bomba y de IED fue lo suficientemente irrefutable como para demostrar sin sombra de duda que los hombres enmascarados pertenecían al Mossad.

Rebasaríamos el límite más alto de estupidez si creyéramos que las fuerzas de ocupación estadounidenses, que tenían un control de seguridad cerca de la catedral, además de los helicópteros sobrevolando la catedral y la zona de los alrededores en operaciones de reconocimiento, iban permitir que «militantes islámicos» perpetraran operaciones de «martirologio» y tomar rehenes antes de que alguna autoridad supiera algo de ello. EEUU ni siquiera permite que pasen niños por un control sin registrarles y violentarles, por tanto ¿sería razonable pensar que iban a permitir que mercenarios armados hasta los dientes pasaran uno sin un control de seguridad? Tonterías.

Como el difunto Gran Ayatolá Sayyed Muhammad Hussein Fadlallah comentó no mucho antes de su muerte, toda la violencia en Iraq va unida a la «ocupación», dijo también que «la entidad sionista actúa a través de su influencia política y servicios de inteligencia para mantener fragmentado a Iraq (69). El ejército estadounidense permitió que los atacantes pasaran por ese puesto de control porque sabía y participaba del inminente ataque, como siempre ha hecho. Aunque no hay pruebas directas de que los pistoleros fueran israelíes, todas las pruebas circunstanciales señalan en una única dirección, en el sentido de que procedían del usurpador régimen racista de Tel Aviv.

Una teoría basada en la lógica y en los hechos

El ataque del 31 de octubre contra la catedral del distrito de Karada en Bagdad fue una operación de falsa bandera perpetrada por la organización terrorista Mossad, con la ayuda de las fuerzas ocupantes estadounidenses y la connivencia de algunos elementos de las fuerzas de seguridad del régimen-títere de Iraq. Lo que se pretendía era que el ataque contra los cristianos iraquíes apareciera como un golpe de los «islamistas radicales» para así sembrar la discordia y división entre musulmanes y cristianos y acabar con la paz relativa que la gente de Karada ha conseguido a pesar de la ilegal ocupación, enviando una parte más de Iraq al caos absoluto. Las fuerzas estadounidenses dieron acceso a la iglesia a los agentes del Mossad, que portaban artillería y armamento diseñados por Israel, protegiéndoles desde arriba con sus helicópteros; esta tapadera les permitió desatar todo un infierno durante horas sobre los inocentes que se encontraban dentro de la catedral de Sayedat al-Nayat antes de que las tropas de seguridad iraquíes pudieran detenerlo.

Los operativos del Mossad, que portaban documentos fabricados en un baluarte de la inteligencia israelí en la ocupada Palestina, dejaron tras de sí pasaportes egipcios para perpetuar la ilusión de que se trataba de «extremistas islámicos», así como pasaportes del Yemen para así apoyar más aún la trama sionista de la administración Obama para invadir ese estado del Golfo basándose en mentiras. Para completar la fraudulenta operación, se detuvo a los agentes, ocultando sus identidades a la prensa, y ya lo creo que seguirán ocultándolas. Al-Maliki, buscando apoyo estadounidense al punto muerto de la repugnante farsa de las elecciones iraquíes, se decantó por atribuir el ataque a Al-Qaida a pesar de la ausencia total de pruebas y, con la bendición de EEUU, cerró un periódico que ha sido una espina clavada en el costado de su administración-títere y del ocupante durante años. 58 inocentes murieron. 78 resultaron heridos. Ninguna mención al Mossad, Israel o incluso la complicidad estadounidense en el crimen por parte de ninguna organización sionista de los medios. El Islam calumniado de nuevo. La sangre iraquí derramada una vez más. Los asesinos escapando de la justicia. Las familias de los mártires indignadas, confundidas y desconcertadas. Misión sionista cumplida.

Conclusión: ¿División sectaria o ilusión de división sectaria?

Una de las peores tragedias del genocidio iraquí es el casi exterminio de la antigua comunidad cristiana de Mesopotamia; sin embargo, los medios apenas han mencionado su sistemática aniquilación. Es una vergüenza.

Los cristianos caldeos han sufrido los violentos asaltos de los operativos del Mossad y de los grupos mercenarios sionistas cristianos en Nínive, Irbil, al-Hamdaniya, Bartella, Talasqaf, Batnaya, Bashica, Elkosheven, Aqrah y Mosul (70). Los amos israelíes informaron a sus funcionarios estadounidenses que la población cristiana de Iraq había tenido un papel decisivo en la lucha contra los británicos y su monarquía títere antes de la Revolución del 14 de julio de 1958; les asesoraron que la eliminación de los cristianos, como entidad contraria a la ocupación, podía ser algo tan decisivo que se constituyó en una de las razones por las que EEUU creó un ejército títere de 200.000 hombres, casi en su totalidad chiíes, para que los escuadrones de la muerte de la CIA les dirigieran para la completa eliminación de la población cristiana (71). Mientras la CIA y su ejército-títere de traidores aterrorizaban a los civiles cristianos iraquíes, el Mossad lanzaba una campaña de asesinatos masivos contra los intelectuales, matando a 530 científicos y académicos, varios de ellos cristianos caldeos y asirios. A la mayoría de esos intelectuales les asesinaron en las universidades de Bagdad y en las universidades de la provincia sureña de Basora (72). Las operaciones asesinas prosiguen en este mismo momento contra los cristianos de Iraq; menos de dos semanas después de la masacre de Sayedat al-Nayat, el 10 de noviembre, asesinaron a cinco cristianos más e hirieron a otros veinte. Las bombas que se llevaron las vidas de los inocentes se vincularon a «militantes sunníes», pero un examen más minucioso de los hechos revela que la causa de la tragedia fueron una docena de bombas colocadas en los arcenes de las carreteras (73). A ese tipo de bombas se las conoce también como IED; IED = Mossad.

Los musulmanes de todo el Oriente Medio, especialmente en el mismo Iraq, han mostrado su solidaridad con sus hermanos y hermanas cristianos mientras que las naciones sionistas occidentales les han animado para que se marchen de su tierra ancestral. Es necesario rechazar esa división; es otro complot sionista para fracturar Iraq.

El Departamento de Estado y la CIA se han aprovechado de los funcionarios «sunníes» que en otro tiempo sirvieron como asesores secretos de Sadam Husein formando equipos de operaciones secretas destinados a localizar y aniquilar los movimientos de la resistencia chií; ese equipo se convirtió en una agencia de inteligencia denominada el Directorado de Seguridad General y estaba dirigida por el traidor y carnicero Iyad Allawi (74). EEUU armó también varias milicias «sunníes» para que atacaran a la fuerza de policía iraquí, de mayoría chií, así como para debilitar a los combatientes de la Resistencia chií iraquí enfrentándoles con las fuerzas de ocupación estadounidenses en Bagdad (75). La CIA estableció otro grupo títere de inteligencia integrado por funcionarios «sunníes» del régimen de Saddam para aplastar la Resistencia chií y sunní en Samarra, una ciudad santa para los chiíes, respetada por los sunníes y habitada pacífica y fraternalmente por ambos (76). Las fuerzas de policía «chiíes» de Maliki, a instancias del ocupante estadounidense aplastaron la Resistencia chií dentro de Bagdad, masacrando a cientos de inocentes chiíes iraquíes (77).

Los EEUU proporcionaron armas y cantidades masivas de fondos a los Hijos de Iraq, una milicia «sunní» que combatió contra la Resistencia chií y sunní por toda la nación ocupada (78). Los EEUU crearon otra milicia «chií», el Ejército Zulfiqar, para neutralizar al ejército del Mahdi de Muqtada al-Sadr, matando brutalmente a docenas de oficiales sadristas (79). La Organización «chií» Badr ha sido siempre un socio bien dispuesto e incluso feliz de la ocupación estadounidense; no sólo se implicaron profundamente en el arresto, tortura y asesinato de los combatientes de la Resistencia sunní sino también de la Resistencia chií, sobre todo el Ejército del Mahdi, masacrando a muchos de sus combatientes en 2006 (80). La organización militar kurda de los Peshmerga es otro colaborador feliz y bien dispuesto de la ilegal ocupación estadounidense de Iraq y han lanzado mortíferos ataques contra todos los combatientes de la Resistencia de Iraq, sunníes, chiíes y laicos. Los Peshmerga están totalmente entrenados, armados y financiados por la entidad sionista, y son varias las compañías privadas israelíes que actúan en el Kurdistán iraquí, proporcionando asesoramiento e inteligencia a los colaboracionistas kurdos (81).

El Gran Ayatolá Ahmad al-Husseini al-Baghdadi, un feroz crítico de la ocupación estadounidense e israelí de Iraq, así como de los títeres y traidores que actualmente ocupan el gobierno iraquí, emitió varios comunicados en una entrevista de hace tres años que son cruciales para comprender el supuesto sectarismo; el Ayatolá subrayó que cuando los ocupantes estadounidenses se enfrentaran con el incremento de la Resistencia iraquí, establecerían escuadrones de la muerte colaboracionistas dirigidos por la inteligencia de EEUU para desacreditar a la auténtica Resistencia iraquí (82).

Cuando una organización «chií» apoyada y financiada por EEUU asesina a un sunní, no es un chií asesinando a un sunní; no es violencia sectaria, es EEUU asesinando a un sunní. Cuando una milicia «sunní» entrenada y financiada por EEUU asesina a un chií, no se trata de un sunní asesinando a un chií; no es violencia sectaria, se trata de EEUU asesinando a un chií. Cuando un escuadrón de seguridad kurdo armado por Israel y apoyado por EEUU asesina a un árabe, no se trata de un kurdo matando a un árabe; no es un asesinato basado en el odio étnico, es EEUU asesinando árabes. Cuando grupos de musulmanes, apoyados y financiados por EEUU, armados por Israel matan cristianos, o grupos de «cristianos» matan musulmanes, no se trata de musulmanes asesinando a cristianos o de cristianos asesinando a musulmanes; no es violencia sectaria, se trata de EEUU e Israel asesinando musulmanes y cristianos. Cuando el represivo dictador Saddam Husein, apoyado y entrenado por la CIA, oprimió brutalmente a los chiíes de Iraq durante décadas, incluyendo la tortura y asesinato salvaje del Gran Ayatolá Sayyed Muhammad Batir al-Sadr y su hermana, Sayyeda Amina Bint al-Huda, no se trataba de violencia sectaria; era terrorismo de estado patrocinado por EEUU. Esas organizaciones «sectarias» no sólo matan inocentes de fuera de sus propias «sectas» o grupos étnicos; matan a quien quiera que critique la ocupación y al gobierno-títere y a quien quiera que sus amos estadounidenses les digan que tienen que matar. Los regímenes son autoritarios y totalitarios, no sectarios.

Todos estos grupos reciben órdenes de la Task Force 121, el escuadrón de la muerte de elite de la CIA que lleva actuando en el Iraq ocupado desde 2003 (84), y del Mossad; los crímenes de esos traidores iraquíes palidecen en comparación con los crímenes tóxicos de los ocupantes estadounidenses y sionistas, pero su cancerígena colaboración ha contribuido inmensamente a la destrucción de Iraq.

Esos son los que proclaman que están al lado de los oprimidos; los que proclaman actuar de corazón en aras a los mejores intereses de Iraq, mientras que no predican en realidad más que una repugnante, odiosa y perjudicial propaganda y sectarismo de diseño sionista, desviando la atención de los crímenes cometidos en Iraq hacia ciertos grupos étnicos-religiosos en lugar de los criminales sionistas, estadounidenses y británicos que asesinaron a 1,5 millones de inocentes hombres, mujeres y niños iraquíes. Todas esas detestables personas no han mencionado nunca las declaraciones del pueblo iraquí en 2003: «Somos hermanos, sunníes y chiíes, no tenemos nuestra patria en venta (85)». Ni tampoco esos libertinos dedicados al odio mencionaron nunca a los sunníes y chiíes que se mantenían unidos en Bagdad un año después de la ocupación para informar al ocupante que su estrategia de «divide y vencerás» había fracasado miserablemente (86).

Tampoco esos amorales y autoungidos de la geopolítica mencionan nunca los miles de chiíes que dieron sangre a sus hermanos sunníes que habían sido bestialmente asediados por el ocupante estadounidense en Faluya (87). Nunca esos indignos y deliberadamente viciosos lunáticos mencionaron el apoyo masivo mostrado a los dirigentes de la Resistencia chií iraquí por los sunníes iraquíes durante lo que el brutal ocupante denominó alzamiento (88). Nunca mencionaron esos vergonzosos vendedores ambulantes de dañina propaganda a los hombres, mujeres y niños de un grupo unificado de la Resistencia sunní-chií iraquí que combatieron juntos debido a la fuerte fe que les unía a todos ellos (89). Nunca mencionaron esos patéticos y fraudulentos bocazas que más de 300.000 iraquíes sunníes y chiíes se reunieron en Bagdad en una marcha conjuntamente organizada por el movimiento al-Sadr y la Asociación de Académicos Musulmanes para protestar contra la ocupación y derribar los mitos de desunión en Iraq (90). Y nunca mencionarán todos esos ignominiosos, falsos e inútiles idiotas que los sunníes y los chiíes se han manifestado juntos una vez más para prestar su apoyo a la profanada comunidad cristiana iraquí (91).

Unos cuantos grupos selectos de colaboracionistas no equivalen a violencia «sectaria» cuando la mayoría de la población civil se mantiene unida contra la ocupación; esos grupos equivalen a sionismo y son los títeres en el complot para mutilar irrevocablemente a Iraq. Todos los grupos religiosos y étnicos de Iraq han sufrido indecibles, inimaginables y genocidas dolores y sufrimientos desde que empezó la ocupación sionista de Iraq (92); eso es algo que jamás deberá olvidarse. Nunca debe olvidarse que la aniquilación de Iraq es obra de israelíes, británicos y estadounidenses.

No digan que están contra el sectarismo cuando en realidad lo están extendiendo. Su gigantesca hipocresía es legendaria e increíblemente fácil de detectar, analizar, reconstruir y revelar por la estupidez que conlleva.

Es una conclusión conocida de antemano que los xenófobos conservadores, los propagandistas liberales y los expertos de la hasbara sionista surgirán como de la nada y culparan de la tragedia de Sayedat al-Nayat al sectarismo y las «volátiles» tensiones religiosas. Esta torpe táctica es la que los monstruos sionistas han estado utilizando consistentemente durante décadas. Se utiliza para retratar como bárbaros a los pueblos árabes y musulmanes; como animales salvajes que se matan entre sí por insignificantes diferencias étnico-religiosas y minúsculas disputas territoriales. Es el activo principal de su campaña de deshumanización que pusieron en marcha desde que empezó la injerencia sionista en Oriente Medio hace más de un siglo. Es el punto álgido de la vileza; el pináculo de la más maliciosa de las falsedades. No hay división sectaria en Iraq; sino una mera ilusión de la misma. En realidad, el único sectarismo que existe cuando se habla de ocupantes y del pueblo originario que ocupan, es la secta de los opresores y la secta de los oprimidos.

Quizá entre todos, entre los iraquíes y sus hermanos seres humanos nacidos fuera, podamos algún día liberar Iraq, liberar la tierra de los profetas, santos, mártires, eruditos, poetas, matemáticos y mujeres y hombres dignos y justos, de todos los opresores.

Notas: (1) «A Strategy For Israel In The Nineteen Eighties», por Oded Yinon.

(2) «Israel Crosses The Line», por Justin Raimondo; «The Israel Lobby And US Foreign Policy«, por Stephen Walt y John Mearshimer.

(3) «Ben-Gurion’s Scandals: How The Haganah And The Mossad Eliminated Jews», por Naeim Giladi.

(4) «Death Toll Rises To 58 In Baghdad Church Attack», por Xinhua News Agency.

(5) «Priests Among 46 Christians Killed In Iraq Hostage Drama», por Khalil Murshadi, Yahoo! News.

(6) «Is Israel Controlling Phony Terror News?». por Gordon Duff y Brian Jobert, Veterans Today. (7) «Bin Laden Is Dead; Long Live ‘Bin Laden’«, por Maidhc O Cathail.

(8) «Terror Watch: How Clarke ‘Outsourced’ Terror Intel», por Mark Hosenball y Michael Isikoff, Newsweek.

(9) «Private Jihad: How Rita Katz Got Into The Business Of Inventing Muslim Terrorists And Hystericizing America«, por by Benjamin Wallace-Wells, The New Yorker.

(10) «Using The Web As A Weapon: The Internet As A Tool For Violent Radicalization And Homegrown Terrorism«, por la Federación de Científicos Americanos.

(11) «The Terrorist Hunter Speaks», por Kathryn Jean Lopez, National Review.

(12) «Mideast Analysis, Fast And Furious«, por Robert F. Worth, The New York Times.

(13) «First Amendment Or Israel First», por Mohamed Khodr.

(14) «Contrived Propaganda Tapes Reveal War On Terror Fraud«, por Paul Joseph Watson.

(15) «Two Years After Nisour Square Massacre, Blackwater Still Armed And Dangerous In Iraq«, por Jeremy Scahill.

(16) «Osama’s Olive Branch To Shi’ites«, por Rita Katz y Josh Devon, Boston Globe.

(17) «The Power Of Nightmares: The Rise Of The Politics Of Fear«, por BBC.

(18) «US Says Iraqi Rebel Head Is An Invention«, por Tina Susman, The Sydney Morning Herald.

(19) «Baghdad Sees Rise In Number Of Corpses«, por Agence France-Presse.

(20) «Holiday Bombings Kill 27 In Baghdad«, por Sam Dagher y Muhammed al-Obaidi, The New York Times.

(21) «Karada Blast Casualties Rise Further; 18 Killed, 80 Wounded«, por Aswat al-Iraq.

(22) «Casualties From Church Attack Rise To 25″, por Aswat al-Iraq.

(23) «The Zionist Murderers Of Iraq», por Jonathan Azaziah.

(24) «Marines Jail Contractors In Iraq», por David Phinney.

(25) «Iraq: Civilian Contractors Working For US Make A Bundle To Destroy Munitions«, por Kevin Begos y Phoebe Zerwick, Winston Salem Journal.

(26) «Marines Detained 19 US Contractors After Gunfire», por Rick Jervis, USA Today.

(27) «Iraq: Tension And Confusion Between Troops, And Contractors On The Battlefield«, por Josh White y Griff Witte, The Washington Post.

(28) «Israeli Snipers Kill US Troops In Iraq«, por Joanna Francis.

(29) «The Bizarre Case Of Zapata Engineering, Murdered US Marines and Iraqi IEDs«, por Greg Bacon.

(30) «Iraq IEDs: Mossad/Zapata Engineering Conspiracy», por Cloak y Dagger.

(31) «Israel To Sell Armored Vehicles To The US«, por Al-Alam News Channel.

(32) «Israeli Made IEDs and US Zapata Engineering Made IED Triggers Are Killing US, Canadian And NATO Soldiers», por The NB Gazette/PRESS Core.

(33) «America’s S.O.S. To The IDF«, por Amir Oren, Haaretz.

(34) «The Zionist Occupation Of Iraq Is ‘The War In Iraq’«, por Christopher Bollyn.

(35) «Exposed – The Zionist Strategy To Balkanize Iraq», por Christopher Bollyn.

(36) «Israeli Secret Agent Assassination Claim«, por Sky News; «Israel Benefitted Rafiq Hariri Murder’«, por Press TV.

(37) «Sayyed Nasrallah: Israel Behind Hariri’s Assassination«, por Hussein Assi, Al-Manar.

(38) «Israel Claims Assassination In Gaza«, por Ma’an News Agency.

(39) «Traces Of Mossad Agents In Najaf Blast», por Mehr News Agency.

(40) «More Assassinations Across Iraq», por Timothy Williams, The New York Times.

 (41) «Israel Trains Assassination Squads In Iraq«, por Julian Borger, The Guardian.

(42) «Israeli Center Opened In Baghdad» por Kamel al-Sharqi.

(43) «Iraqi Muslims Did Not Blow Up Christian Churches», por Sam Hamod.

(44) «Analyst Sees CIA And Mossad Hand Behind UN Office Blast In Baghdad», por Mehr News Agency.

(45) «Video Shows Attack On ‘Israeli Mossad SUV’ In Baghdad», por CBS News.

(46) «Resistance Bomb Kills Zionists Stealing Archaeological Artifacts» por Al-Basrah, traducido por Muhammad Abu Nasr.

(47) «Khameini Accuses ‘US And Zionist’ Intel. Agencies Of Involvement In Blasts«, por Aswat al-Iraq.

 (48) «Many Iraqis Want Security Firms Out», por Mark Kukis y Ali al-Shaheen, Time Magazine.

(49) «Shots Fired From Convoy Set An Iraqi Mob To Action», por Sudarsan Raghavan, The Washington Post; «Investigation Unveils Attempt To Kill In Karada Shooting Incident», por Aswat al-Iraq.

(50) «Innocents Killed By Corporate Mercenaries In Baghdad», por Simon Assaf, Socialist Worker Online.

(51) «DynCorp Criticized For Employee Deaths», por Tod Robberson, The Dallas Morning News.

(52) «DynCorp Security Guards Shoot Taxi Driver Dead in Baghdad», por Deborah Haynes, The Times/The Sunday Times.

(53) «Only In Name?», por Daryoush Bavar, Press TV

(54) «Iraq: Security Companies And Training Camps», por Sarah Meyer, Brussels Tribunal.

(55) «Iraqi Christians Mourn After Church Siege Kills 58″, por Barbara Surk and Lara Jakes, Associated Press.

(56) «US Forces Deny Taking Part In Raid On Baghdad Church«, por Khalil Murshadi, Agence France-Presse; «Assyrian Organizations Condemn Church Massacre», por Jeremy Reynalds, The Cypress Times.

(57) «Iraqis Mourn Victims Of Massive Attack On Church», por Compass Direct News.

(58) «Grenades In Church by The Economist; Hostages Taken In Baghdad Church», por BBC News.

(59) «Killers Carried Egyptian, Yemeni Passports», por Australian Assyrian News.

(60) «‘Iraq Church Gunmen In Mercenary Outfit’, por Press TV.

(61) «Iraq Probes Church Raid; Says Attackers Disguised«, por Waleed Ibrahim, Reuters. (62) «Al-Qaeda Claims Iraq Church Attack», por Al-Jazeera English. (63) «Iraq Shuts Al-Baghdadia After Bloody Church Attack«, por Committee To Protect Journalists.

(64) «Hezbollah Condemns Attack On Church: Zionist Hallmarks Are Clear«, por Al-Manar.

(65) «By Way Of Deception: The Making Of A Mossad Officer», por Victor Ostrovsky.

(66) «Mossad Has A History Of Using Fake Passports (And Sometimes Being Caught)», por Anthony Loewenstein.

(67) «Bombs, Terrorism And Manure», por Gordon Duff, Veterans Today.

(68) «Mossad, Mossad – Coming Soon To A Town Near You!», por Tariq Saeedi, The Baluchistan Post.

(69) «Fadlallah From Lebanon: Iraq Blasts Linked To Occupation», por Aswat al-Iraq.

(70) «Israel Hopes To Colonize Parts Of Iraq As ‘Greater Israel'», por Wayne Madsen.

(71) «The US War Against Iraq: The Destruction Of A Civilization», por James Petras.

(72) «Mossad Murdered 530 Iraqi Scientists«, por Al-Jazeera English y el Dr. Ismail Jalili.

(73) «Iraq’s Christians Terrorized By Wave Of Bombings», por Barbara Surk y Hamid Ahmed, Associated Press.

(74) «Iraq’s Spy Service Planned By U.S. Team To Stem Attacks» por Dana Priest y Robin Wright, Washington Post.

(75) «U.S. Arming Sunnis In Iraq To Battle Old Al Qaeda Allies», por John F. Burns y Alissa J. Rubin, The New York Times.

(76) «Annals Of National Security: Moving Targets Page 4″, por Seymour Hersh, The New Yorker.

(77) «To Save Iraqi Democracy, Bush’s War Will Now Target Shias Too», por Muqtedar Khan.

(78) «The Iraq War’s Other Contractors«, por Carol Burke, Consortium News.

(79) «Factions: Iraq’s Mysterious Vigilante Killers», por Simon Robinson, Hassan Fattah y Meitham Jasim, TIME Magazine.

(80) «Badr Groups Move From Troubled Past To Uncertain Future«, por Brian Conley.

(81) «Corrosive Israeli Mossad In Iraqi Kurdistan», por Imad Khadurri; «Mossad And Peshmerga», por Imad Khadurri.

(82) «Resistance, Not Terror: An Interview With Grand Ayatollah Ahmad al-Husseini al-Baghdadi», por The Asia Times.

(83) «Sayyid Muhammad Baqir al-Sadr«, por Islamic Insights.

(84) «Annals Of National Security: Moving Targets Page 1″, por Seymour Hersh, The New Yorker.

(85) «Introduction To The ‘Salvador Option’ And Iraq’s ‘Death Squads’ Part 2″, por Brussels Tribunal.

(86) «The Roving Eye: One Year On: From Liberation To Jihad», por Pepe Escobar, The Asia Times.

(87) «Fury Ignites Solidarity In Iraq», por Naomi Klein, The Los Angeles Times.

(88) «Iraqi Unified Resistance», por Source Watch.

(89) «Why Elections Won’t Quell Iraqi Resistance», por Molly Bingham, The Boston Globe.

(90) «Media Disinformation And Nature Of The Iraqi Resistance», por Ghali Hassan.

(91) «Iraq’s Christians Vow To Survive – With Muslim Help», por Nizar Latif y Charles McDermid, Yahoo! News.

(92) «Another Baghdad Massacre: Iraqi Christians Are Already At Home«, por Ramzy Baroud. En español en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=116571

Jonathan Azaziah es escritor, poeta y activista, de madre de orígenes hebreo- marroquí-ruso y padre hebreo-iraquí. Nació en Brooklyn, Nueva York; actualmente reside en Florida.

Fuente:  http://www.maskofzion.com/2010/11/baghdad-cathedral-massacre-zionist.html