Halliburton, que no hace mucho dirigía el vicepresidente de Estados Unidos y artífice de la invasión de Irak, Dick Cheney, ha elevado sus beneficios, en gran parte, gracias a sus negocios en Irak. «Fue un trimestre excepcional», dice el director de la multinacional, mientras el país árabe se desangra e incluso los ocupantes están pasando […]
Halliburton, que no hace mucho dirigía el vicepresidente de Estados Unidos y artífice de la invasión de Irak, Dick Cheney, ha elevado sus beneficios, en gran parte, gracias a sus negocios en Irak. «Fue un trimestre excepcional», dice el director de la multinacional, mientras el país árabe se desangra e incluso los ocupantes están pasando por un mal momento. Asimismo, un ex dirigente iraquí ha revelado un gran fraude durante el Gobierno títere de Iyad Alawi.
En este mes han muerto 87 soldados estadounidenses, una de las cifras más altas desde que Estados Unidos dirigió la invasión de Irak. Han pasado tres años y medio y el presunto control de la seguridad a cargo de las fuerzas de ocupación tiene cada vez más grietas. Además, últimamente se multiplican las voces que, desde dentro, admiten sus errores y su incapacidad para hacer frente a los ataques de la resistencia. Parece que incluso la Administración de George W. Bush podría pagar este error de cálculo con un fracaso electoral.
No obstante, la guerra y el sufrimiento en Irak no pasan factura a las grandes multinacionales, cuyos beneficios suben con la misma rapidez que el cómputo de muertos en el conflicto. Halliburton, el grupo estadounidense de servicios energéticos, obtuvo un beneficio de 488 millones de euros en el tercer trimestre de su año fiscal, un 22% más que en el año anterior. El vicepresidente de Estados Unidos y artífice de la invasión y coupación de Irak, Dick Cheney, fue consejero delegado de la compañía y en la actualidad es uno de sus accionistas. Casualmente, a esta empresa le ha sido concedida una cantidad ingente de los negocios que los gobiernos ocupantes dicen destinar a la «reconstrucción».
El volumen total de negocio alcanzó los 4.664 millones de euros, un 18% más, mientras que el beneficio operativo se situó en 774 millones de euros, un 42% más que en el año anterior.
La división KBR incrementó un 4,3% su facturación, hasta 1.920 millones de euros, de los que 950 millones corresponden a su actividad en Irak, a través de su filial de apoyo logístico en Irak, Kellogg Brown and Root (KBR). «Fue un trimestre excepcional para Halliburton», aseguró el presidente de la compañía, Dave Lesar.
Sin embargo, los ocupantes no son los únicos que se aprovechan de un Irak que se está desangrando. Los propios gobernantes iraquíes no dudaron en robar millones de euros que iban destinados a reforzar el Ejército del país ocupado. Así lo denunció ayer el ex ministro de Finanzas iraquí Alí Alawi en el programa ’60 Minutos’, de la televisión estadounidense CBS. Alawi dijo que más de 634 millones de euros destinados a equipar el Ejército iraquí fueron robados por antiguos responsables gubernamentales en negocios fraudulentos de tráfico de armas.
El antiguo dirigente calificó el fraude como «uno de los mayores robos de la historia» y aseguró que los responsables corruptos del anterior Gobierno iraquí están en la actualidad «recorriendo todo el mundo para ocultarse y escurrirse».
La mayoría de las operaciones fraudulentas se realizaron durante el Gobierno interino del primer ministro Iyad Alawi, que escenificó la toma del poder del país ocupado en junio de 2004.
Apuntes
Pide a los ocupantes que no se vayan
El viceprimer ministro iraquí, Barham Saleh, urgió ayer en Londres a la comunidad internacional a no irse corriendo del país y previó que para finales de año «siete u ocho» de las dieciocho provincias estarán bajo control directo iraquí. Saleh se reunió con el primer ministro británico, Tony Blair.
Trece muertos, seis de ellos, marines
Al menos 13 personas murieron ayer en el primer día de festividad que marca el fin del mes de ayuno de Ramadán. Además de varios policías y civiles, seis soldados estadounidenses fallecieron en cinco ataques en Bagdad. También en la capital, la Policía halló ayer un total de 58 cadáveres.
Toque de queda en Al Amara
Las autoridades de la ciudad iraquí de Al Amara, 350 kilómetros al sur de Bagdad, impusieron un toque de queda general por tiempo indefinido para frenar la actuación de milicianos chiíes. Entre el miércoles y el viernes pasados murieron 30 personas en choques entre policías y milicianos.