Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Serene Assir entrevistó en Madrid el 31 de octubre pasado al Sr. Mohamed Al-Faidhi, portavoz de la Asociación de Académicos Musulmanes de Iraq, sobre el futuro de la resistencia y la inevitabilidad de la retirada estadounidense.
Serene Assir: La Asociación de Académicos Musulmanes de Iraq (AMSI, por sus siglas en inglés) es uno de los fundamentos intelectuales de la resistencia iraquí, ¿cómo empezó su trabajo?
Mohamed Al Faidhi: La Asociación de Académicos Musulmanes en Iraq (AMSI) se estableció como asociación religiosa tras el comienzo de la ocupación, con unos objetivos que, al principio, no estaban relacionados con la política, en un intento por llenar el vacío dejado por el Ministerio para el Awqaf o de asuntos religiosos. Éramos también responsables de establecer contacto con personalidades religiosas, tribales y sociales para aumentar el nivel de conciencia de la ciudadanía y evitar cualquier síntoma de guerra civil porque, tras detalladas observaciones, fuimos conscientes de que la ocupación tenía la clara intención de provocar una guerra civil. Conseguimos evitarla mediante una serie de decretos (fatwas) entre nosotros y todas las demás confesionales y grupos sectarios.
Teníamos también una tercera responsabilidad, que era aumentar la conciencia y cultura de nuestro pueblo contra la ocupación, porque al principio había muchas personas que tenían la percepción de que la ocupación venía a ayudarles o a prometerles una vida mejor. Por eso, a través de nuestras iniciativas, ya fuera en las mezquitas en los rezos del viernes o mediante reuniones generales, mostramos al pueblo que la ocupación no llegaba para servir a la nación, que tenía sus propios objetivos y que trabajaba para destruir, no para construir.
Esos fueron nuestros primeros objetivos. No teníamos intención de participar en el trabajo político porque dependíamos de las fuerzas políticas existentes, islámicas o de otro tipo, pero siempre patrióticas, que desempeñaban ese papel. Sin embargo, tras la creación del Consejo de Gobierno de julio de 2003, nos sorprendió que la ocupación incluía a la mayoría de fuerzas políticas, ya fuera a la mayoría que había venido con ellos del extranjero o a la minoría que operaba desde dentro. Por eso comprendimos de un día para otro que había desaparecido la voz de la oposición ante la ocupación, porque la mayoría de las fuerzas políticas estaban comprometidas con el proyecto político que la ocupación estaba creando, y para imponerlo había enviado a un dirigente civil, que fue Paul Bremer.
A partir de ahí, el AMSI fundado se vio obligado a dirigir el trabajo político para reavivar los conceptos de oposición y para elevar el nivel de conciencia del pueblo contra la ocupación. Nuestra primera declaración se refirió al Consejo de Gobierno y en ella se señaló que el AMSI había añadido a sus responsabilidades una nueva, la de constituirse como oposición política y también como tal ante los medios de comunicación, y la de elevar el nivel de la gente contra la ocupación. Actualmente, hemos emitido nuestro comunicado número 580 y todos nuestros comunicados son comunicados políticos.
Pregunta: ¿Cómo se desarrolló la resistencia iraquí?
Respuesta: De una lectura de la historia se aprende que la resistencia pasa por tres fases. La primera es la fase de reacción. Esta fue quizá la más difícil porque la ocupación trató de tapar la existencia de cualquier tipo de resistencia, hasta el punto de perseguir a los periodistas que indicaran que existía. En esa fase fuimos quienes proclamamos la resistencia, quienes dijeron que existía una resistencia y proporcionamos pruebas de ello.
Hay una segunda fase, conformada por un proceso de diferentes actividades que van concretándose bajo una serie de títulos y eslóganes, tomas de posición, etc. Esta es la fase en la que nuestra resistencia está en estos momentos. Hay numerosos grupos, incluyendo a las Brigadas de la Revolución de 1920, al Ejército Al-Rashidin, al Ejército de Muyahaidines, y es, desde luego, una fase mejor que la anterior, más avanzada. Una vez que aparecieron todos esos grupos y nombres, las fuerzas ocupantes se volvieron locas porque ya no les era posible ocultar ante los medios la existencia de una resistencia, y por eso se refugiaron en otra idea, y esa idea se centró en decir que esos grupos no resistían en nombre del pueblo iraquí, sino que eran grupos que venían de fuera, a los que se describía como terroristas.
Esto le creó al AMSI otra difícil responsabilidad, la de tener que decirle al mundo a través de los medios de comunicación que eso no era verdad, que había una resistencia considerada legítima por las religiones del libro y por las convenciones de las Naciones Unidas, y que otra cosa era el terrorismo. Rechazamos el terrorismo que se ceba en los civiles, pero estamos con la resistencia y lo que nuestro pueblo está haciendo es resistencia, no terrorismo.
Debido a estas ideas, entramos también en confrontación con las fuerzas ocupantes, y como AMSI nos convirtieron en blanco y, sólo entre nuestros integrantes de base, tenemos ya alrededor de 200 mártires y 180 prisioneros en las cárceles de la ocupación y del gobierno. La razón de esta represión es por apoyar a la resistencia y porque nuestro trabajo sirvió para desbaratar los intentos de ocultar la realidad. La resistencia está actualmente en esa fase, la segunda. Y estamos todavía trabajando dentro de este marco y fijando sus objetivos, y donde quiera que vamos en el mundo árabe e incluso en Europa, nuestro papel es hacer saber que hay una resistencia con nobles objetivos, y que eso no es terrorismo, que lo que queremos es liberar nuestra nación y construir un estado de acuerdo con los criterios seguidos en todo el mundo, mediante un proceso electoral que elija a nuestros gobernantes y que eso es algo a lo que tenemos derecho.
Hay una tercera fase en la historia de los movimientos de la resistencia a la que la resistencia iraquí no ha llegado aún. Estamos trabajando para alcanzar esa fase, que es cuando aparece un liderazgo integrado que reúne a todos las diferentes ramas de la resistencia, con cierto control territorial y que obliga al enemigo ocupante a sentarse en la mesa de negociaciones. Honestamente, esa fase es aún muy difícil de alcanzar. Histórica y normalmente, lo que ha sucedido en los movimientos de la resistencia en la segunda fase es que la resistencia empieza a recibir apoyo internacional. Mire, por ejemplo, el caso de la resistencia vietnamita o la resistencia argelina. Una vez que hay títulos y nombres para el movimiento de resistencia, los diferentes estados o pueblos empiezan a simpatizar con ellos. Sin embargo, en nuestro caso, la resistencia es diferente. No cuenta aún con apoyo internacional, ni siquiera de la región, y la razón es que es la primera vez en la historia de la humanidad -y esto sorprende a muchos- que hay una resistencia contra la única superpotencia en el mundo.
A través de la historia, todos los movimientos de resistencia que han aparecido, ya sea en nuestro mundo árabe o en Europa o en cualquier otro lugar, lo hicieron en el contexto de más de un eje de poder. Por eso, cuando un movimiento de resistencia aparecía contra uno de los ejes, el apoyo provenía de los otros. Mire, por ejemplo, la resistencia vietnamita. Estaba Rusia, que era una gran potencia, y estaba China, y había estados no alineados, y había aproximadamente 47 estados socialistas que apoyaban a la resistencia vietnamita. La situación de la resistencia iraquí es única al resistir en un mundo que por vez primera está gobernado por una única potencia. Y es una desgracia que la única potencia sea ésta. Eso hace que la resistencia sufra mucho. Porque ese eje domina la política internacional y las organizaciones internacionales y los medios de comunicación, se las arregla para controlar a cualquier parte que intente apoyar la resistencia, ya sea económicamente o moralmente o en los medios o políticamente.
Fuimos, sin exagerar, los que más apoyaron a la resistencia contra el ocupante, aunque de esa forma estuviéramos exponiéndonos a las represalias de la ocupación.
La resistencia está actualmente en la segunda fase, y estamos luchando y trabajando para alcanzar la tercera fase para forzar a nuestro enemigo a negociar y a retirarse de nuestra tierra y que el país sea devuelto a su pueblo.
P.: Debido a la singularidad de la resistencia iraquí, que Vd. describe, muchos sienten que la resistencia está luchando en nombre de todos nosotros, incluso fuera del mundo árabe. ¿Está de acuerdo?
R.: Le aseguro, como siempre he asegurado a los medios, que la resistencia iraquí no es sólo una resistencia iraquí. Resiste en nombre del mundo árabe, del mundo islámico y de los seres humanos de todo mundo. EEUU lleva a todos la opresión. Su alcance se extiende por todo el mundo, norte, sur, este y oeste. Esto es una realidad que todo el mundo conoce. La resistencia iraquí ha asumido el papel de defender los derechos de todos.
Recuerdo una historia. Tengo un amigo en Londres que trabaja como traductor y tiene empleados de China. Un empleado me preguntó una mañana que cuántos estadounidenses habían muerto en suelo iraquí y que le respondiera. Entonces pude ver que cuando aumentaba el número de muertos estadounidenses, más feliz se sentía. Por eso le pregunté, dada su simpatía con el pueblo iraquí, que si era quizás musulmán. Me dijo que no. Por eso le dije, «¿por qué te sientes feliz cada vez que la cifra de muertos estadounidenses aumenta? Me contestó que en Iraq somos como una especie de barricada. Si esa barricada se viene abajo, la mano de los estadounidenses llegará a China. Es posible que los rusos pudieran decir lo mismo o incluso un europeo, porque los europeos pueden bien reconocer que EEUU ha superado todos los límites y ha pasado por encima de los derechos y la voluntad de todos los pueblos.
P.: AMSI emitió una fatwa tachando de traición el denominado Acuerdo para el Estatuto de las Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés) que EEUU está tratando de concluir con sus títeres locales aliados. Además de ser ilegal, ¿tendrá este acuerdo algún efecto sobre el terreno?
R.: Como puede ver cualquiera que siga las noticias de Iraq, el pueblo iraquí rechaza el acuerdo. Fue rechazado públicamente por la resistencia iraquí y por las asociaciones que apoyan la resistencia y por las asociaciones que representan a sectores importantes de la sociedad y también por las fuerzas políticas. Lo que resulta interesante es que incluso algunas de las fuerzas políticas que están dentro del juego político estadounidense han manifestado también ese rechazo. Naturalmente que eso puede ser por razones que no tienen nada que ver con el patriotismo. Como es bien sabido, hay estados vecinos incluyendo, hay muchas fuerzas iraquíes aliadas con Irán, e Irán no quiere ese acuerdo porque considera que la presencia estadounidense es peligrosa para él a largo plazo.
Por eso casi ha habido consenso a la hora de rechazar el acuerdo. Sin embargo, por desgracia, el acuerdo ha perdido capacidad de negociación y está siendo forzado y si no se firma, el pueblo iraquí pagará un enorme precio. No obstante, los acuerdos se construyen en un intercambio de libre voluntad y a partir de la soberanía. Como consecuencia, creo que ese acuerdo, aunque se firme, no tiene significado alguno. ¿Por qué? Porque si EEUU pretende permanecer en Iraq, ejecutaría los contenidos del acuerdo sin que hubiera acuerdo: manteniendo su poder. Y si EEUU se va, entonces el primer paso del poder patriótico entrante sería arrojar ese acuerdo al cubo de la basura. Además, creo que el mundo está siguiendo los hechos y sabe que es un acuerdo forzado sin valor alguno.
P.: La ocupación de EEUU en Iraq está derrotada, es incapaz de conseguir sus objetivos. Sus fuerzas locales -especialmente el régimen títere de Maliki- no tienen credibilidad. Además de con terror y la violencia, ¿cómo puede resistir?
R.: Le aseguro que la ocupación estadounidense no puede permanecer. A menudo decimos a los medios que la ocupación caerá pronto. Algunos periodistas se sorprenden, y responden con la siguiente pregunta: «Vd. habla con total confianza, ¿cómo puede saber eso?» Decimos que tenemos información detallada y que conocemos la realidad a la que se enfrentan los estadounidenses.
Recuerdo algo que dijo uno de los académicos en una entrevista con Al Yasira, que EEUU parece hoy el Profeta Suleiman, que permaneció de pie incluso después de muerto. Entonces, como dice el Corán, llegó una hormiga y se comió el palo en el que se apoyaba y cayó muerto. Y si esa gente que trabajaba con el profeta hubiera sabido que llevaba tiempo muerto, no habrían continuado actuando igual, y el académico continuó diciendo que EEUU está empezando a morir. Y aunque todavía siga apareciendo ante los árabes y ante otros como una potencia fuerte, ya no lo es. Está empezando a devorarse a sí mismo.
Esta bella y aguda metáfora es representativa, a mi entender, de la situación en Iraq. EEUU está derrotado. EEUU no confía en sí mismo. Se podría comparar con la persona que cuelga de un alto edificio, que sabe lo que le sucederá si suelta la fina cuerda que le mantiene amarrado a la vida. Se ve obligado a agarrarse. EEUU sabe que si llega a conocerse la verdad, estará acabado como gran potencia frente al mundo.
Por esta razón es por lo que sigue matando a diario, para no admitir que está derrotado. EEUU no quiere repetir la experiencia de Vietnam. Pero, puede estar segura, ese momento está llegando. Y por ello, creo que el presidente entrante, ya sea republicano o demócrata, no tiene otra opción que la retirada, porque va a quedarse muy sorprendido cuando vea la escala del desastre que ha heredado del Presidente Bush, por el hecho de que el Presidente Bush estaba encubriendo la realidad.
P.: La ocupación estadounidense ha destruido el que en otro tiempo era un sistema sanitario avanzado. El cólera ha alcanzado proporciones de epidemia. El también muy avanzado sistema educativo iraquí ha sido asimismo destruido, amenazando el futuro de Iraq al minar las capacidades de sus generaciones futuras. ¿Piensa que todo esto se ha hecho a propósito?
R.: Sí, así lo manifesté en un comunicado al canal Al-Arabiya en septiembre de 2003. Dije entonces: Solíamos decir que EEUU ha venido a quedarse, mientras que ahora decimos que EEUU ha venido para marcharse pero sólo después de destruirlo todo. Nos sorprendía que hubiera una política de destrucción programada, y no era algo al azar, ni en respuesta a reacciones populares ni ante acciones de la resistencia. No, cualquier excusa les servía para destruir un hospital, cualquier excusa para quemar una clínica, cualquier excusa para quemar los campos. Esté segura, cuando los estadounidenses llegaron lo hicieron con la idea de destruir, destruir y destruir.
P.: La administración estadounidense saliente y los republicanos sostienen por lo general que el triunfo en Iraq está al alcance de la mano. ¿Cómo puede EEUU pensar que Iraq ha sido un éxito cuando casi un cuarto de la población iraquí ha sido desplazada internamente y fuera del país y desde el año 2003 hay alrededor de un millón de iraquíes que han muerto?
R.: Lo que hace que esta guerra sea un hito es que desde el principio hasta final se ha construido a base de mentiras. Para empezar, mentira era cuando decían que Iraq tenía armas de destrucción masiva y que Saddam Hussein tenía vínculos con Al- Qaida, pero aunque esas mentiras son ya patentes, no dejan de aparecer más mentiras. En una época en la que presenciamos cientos de muertes y la destrucción de los hospitales, decían que nos traían la libertad. Nosotros, los iraquíes, no sabemos si reír o llorar ante tanta locura. Siempre están anunciando que están venciendo.
Quizá recuerde que hace dos o tres años el Presidente Bush declaró que la victoria estaba cerca, y no sé cómo podía pensar eso. Piensan que han triunfado, o esa es la mentira que han construido. Creo que lo que ellos quieren expresar con victoria es un aumento de la destrucción en Iraq, y un aumento de las matanzas. El lenguaje de la victoria estadounidense es el lenguaje de la destrucción de Iraq y la eliminación de su existencia.
Según estadísticas del Pentágono, publicadas en la página de Internet de los veteranos de guerra estadounidenses, la cifra aproximada de estadounidenses muertos en Iraq desde 1991 a 2007 fue de casi 37.000. Sabemos que en la guerra de Kuwait murieron muy pocos estadounidenses, y para aligerar la conmoción del pueblo estadounidense, se amplió la extensión del estudio. La cifra publicada de heridos estadounidenses supera los 600.000. Le garantizo que la cifra real es mucho más alta que esa. Esas son cifras estadounidenses. La semana posterior a la publicación de ese estudio, el Presidente Bush ordenó que se quitara de la página porque representaba un escándalo. Está ocultando las pérdidas reales.
P.: ¿Cree a Barack Obama cuando habla de retirar a las tropas estadounidenses en un plazo de dieciséis meses?
R.: Creo que la decisión de retirada de la que Obama habla no es más que una carta electoral. En segundo lugar, si está diciendo la verdad o no, si llega al poder se verá obligado a retirarse. Esto se debe a que no puede permitirse heredar los errores de otros y pagar el precio por ellos, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que es demócrata. No creo -si tiene alguna capacidad para pensar en todo ello- que se quede en Iraq.
P.: En los medios de comunicación, incluso en fuentes independientes, las cifras de los ataques contra las fuerzas estadounidenses y las bajas de EEUU parecen haber descendido significativamente en años recientes. ¿Es esto así? Y si lo es, ¿cuál es la razón?
R.: Eso es verdad. El número de operaciones de la resistencia ha descendido hasta un cincuenta por cien, sí. Hay razones para esto y la principal causa son los proyectos de los Consejos del Despertar (Al-Sahwa) [*]. Tenemos zonas como Al-Anbar, zonas muy calientes, y aproximadamente la mitad de las operaciones contra la ocupación solían tener lugar en la provincia de Anbar. Ahí fue, en Al Anbar, donde se crearon lo proyectos Sahwa. A eso se debió ese descenso del cincuenta por cien Al-Sahwa triunfó durante un tiempo, aunque ahora están acabados, como le contaré en breve.
Triunfaron temporalmente porque EEUU estuvo machacando mucho a la provincia de Al-Anbar durante año y medio: no había mercados ni hospitales, sólo toques de queda, y la gente llegó hasta a pasar hambre y a morirse de inanición. De repente, EEUU convirtió en líderes a gentes de la ciudad y dijo que ellos iban a salvar la ciudad y levantaron las presiones, hasta dar la impresión de que eso se debía a todos esos individuos. Al empezar confiaron en ellos. Esta es la razón del éxito del proyecto.
La segunda razón fue que hubo errores cometidos por grupos extremistas en Al Anbar que incluyeron el asesinato de gente. Mataban a un hombre sólo porque había sido visto entrando en un campo militar estadounidense. O porque un hombre había apoyado a la policía, incluso aunque no trabajara para la policía como tal. O mataban a los hombres que habían trabajado para la policía pero que luego dimitían y pedían perdón. Esos fueron grandes errores. Además de esos errores, los estadounidenses, según informaciones muy exactas, tenían escuadrones de la muerte secretos y privados, que colocaban artefactos y los hacían explotar y echaban la culpa a esas organizaciones, o mataban a niños o envenenaban el agua y cosas así, echándole siempre la culpa a esos grupos.
Por eso se creó una atmósfera muy angustiosa para la gente y cuando esos supuestos sheijs de Al-Sahwa surgieron, EEUU dejó de presionar sobre Al-Anbar y ordenó a los escuadrones que pararan de poner explosivos. También tenemos pruebas documentadas de soldados estadounidenses colocando explosivos y que, por las cosas del destino, volvieron después por el mismo sitio y murieron por los mismos explosivos que habían colocado. Mientras tanto, la gente empezó a simpatizar con Al-Sahwa y por eso la resistencia perdió en esa zona el entorno que le daba su apoyo, y Vd. sabe que entre los factores más importantes para el éxito de un movimiento de resistencia está el apoyo del entorno en el que se mueve. Por eso, cuando se perdieron los apoyos en esa zona, el número de operaciones descendió.
Sin embargo, ahora el proyecto Sahwa ha terminado. Los mismos estadounidenses lo han abandonado. Y, además, los hombres de Al-Shawa han cometido a su vez graves errores, hasta el punto que han perdido la confianza de la gente. Ahora, la resistencia ha empezado a reconquistar la confianza. Le aseguro que dentro de los próximos seis meses, y en base a las estimaciones que venimos experimentando, el nivel de operaciones de la resistencia volverá al punto en que estaba antes del proyecto Sahwa.
P.: ¿Cómo va a conseguirse la paz en Iraq?
R.: No habrá paz mientras haya ocupación. La ocupación no funciona a base de entendimiento o negociación. Un ocupante no hace amistades más que con la bala y el cañón: esta es una verdad universal. Cada vez que intentamos resolver un problema que ha aparecido en Iraq debido a la ocupación, y conseguimos resolverlo, la ocupación va y crea otro problema nuevo. No acertamos a salir de ese círculo vicioso porque la ocupación no está interesada en ponerle fin. Por ejemplo, hubo muchos intentos de provocar una guerra civil, y pudimos, con la ayuda de Dios, superar eso y después la ocupación apareció con el proyecto Sahwa, etc.
Por eso el primer paso para la paz es que los ocupantes se vayan.
Si el ocupante se va, no quiero exagerar, no quiero decir que vamos a llegar a la paz de un día para otro, no. Habrá muchos problemas. Pero podremos enfrentarnos a ellos. Nosotros, iraquíes, podemos trabajar para resolverlos, uno a uno, todos juntos, sin ninguna potencia en medio creándonos problemas.
Nosotros, como AMSI, hemos propuesto en nuestro programa desde el principio que es necesario que la ocupación se vaya de Iraq con garantías internacionales; debemos centrarnos en el proceso político y cancelar esa constitución; y tenemos que restaurar el auténtico ejército iraquí. Esa es la senda hacia la paz. El primer paso es que el ocupante se vaya.
N. de la T.:
[*] Sobre los Consejos del Despertar, puede consultarse el siguiente artículo:
http://www.nodo50.org/iraq/2008/docs/10_04_entrevista_EI.html
Enlace con texto original en inglés: