La OTAN se implicó de lleno en el futuro de Irak al aprobar una misión inicial de 40 miembros que se establecerá en Bagdad para comenzar el entrenamiento de las Fuerzas de Seguridad iraquíes, tal y como acordaron los líderes aliados en la cumbre de Estambul en junio. El paso supone el establecimiento de un […]
La OTAN se implicó de lleno en el futuro de Irak al aprobar una misión inicial de 40 miembros que se establecerá en Bagdad para comenzar el entrenamiento de las Fuerzas de Seguridad iraquíes, tal y como acordaron los líderes aliados en la cumbre de Estambul en junio.
El paso supone el establecimiento de un contingente de la Alianza Atlántica en Bagdad, lo que llevó a Washington a celebrar la «histórica decisión» de los Veintiséis, ya que esta organización entra en Irak en un momento en el que los ataques de los grupos islamistas y de la resistencia se han recrudecido en los últimos días.
Además, los grupos afines a Al Qaeda no dejan de advertir a los países de la Fuerza Multinacional y a los vecinos árabes de Irak contra cualquier presencia extranjera en territorio iraquí. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, fue el encargado de anunciar el acuerdo de los aliados después de tres días de intensas negociaciones en el cuartel general de la OTAN.
Así, anunció el envío inmediato de un «núcleo» de alrededor 40 miembros para comenzar el entrenamiento de las Fuerzas de Seguridad iraquíes en agosto. Este núcleo servirá de avanzadilla para un contingente mucho mayor que ofrecerá asistencia a oficiales iraquíes.
«Los aliados están de acuerdo en poner en marcha una misión de la OTAN que inicie el entrenamiento en Irak. Por supuesto, (esta misión) trabajará muy estrechamente con el Gobierno interino iraquí y la Fuerza Multinacional», aseguró De Hoop Scheffer en rueda de prensa.
El problema de la cadena de mando en la misión se aplaza al 15 de septiembre, cuando los dos máximos responsables militares de la OTAN expongan sus recomendaciones a los embajadores en base al informe de este equipo de 40 miembros.
«Hay una clara relación con la Fuerza Multinacional, pero son misiones separadas. No estará integrada en ella, pero habrá una relación porque es necesario que ofrezca protección», explicó De Hoop Scheffer. En este sentido, puntualizó que ningún militar ni por supuesto él, autorizaría el envío de un contingente aliado a Irak, «un país donde vemos lo que pasa cada día», sin que la Fuerza Multinacional «no le dé protección».
El secretario general apenas dio detalles sobre la composición de esta misión. Unicamente señaló que tendrá elementos de las tres ramas del Ejército y que iniciarán las labores de asesoramiento para entrenar a los oficiales iraquíes «de forma inmediata». En su opinión, todavía queda por cerrar su número.
«Habrá que ver quién estará. Serán 37, 38 ó 40. En cualquier caso, se trata de un núcleo que va a salir lo antes posible. No sé el día, pero estarán en Irak a principios de agosto», hizo hincapié antes de destacar la importancia del día en la OTAN ya que los aliados han vuelto a mostrar «unidad» en torno a Irak.
«Todos los aliados están determinados en ver un Estado iraquí democrático, unidos en su compromiso de ayudar a Irak en su propia pacificación y seguridad. Este día tiene que llegar lo antes posible y este entrenamiento ayudará a ver esta realidad», manifestó.
Igualmente, hizo hincapié en que el equipo de la OTAN centrará su colaboración en un «selectivo personal iraquí», que pueda trabajar luego en la creación de estructuras de mandos en las incipientes Fuerzas de Seguridad iraquíes. «También identificará al personal iraquí para su entrenamiento fuera de Irak y la Alianza estará lista para iniciar su entrenamiento en agosto», añadió.
Quien no tardó en celebrar el acuerdo aliado fue el Gobierno estadounidense, que alabó la «histórica decisión» de la OTAN ya que la principal consecuencia será la entrada de esta organización en Irak y el establecimiento de un Cuartel General aliado en Bagdad para llevar a cabo esta labor con las Fuerzas de Seguridad iraquíes.
«Estados Unidos está muy contento por la decisión de la OTAN de establecer una misión de larga duración para el entrenamiento militar en Irak. Es una histórica decisión de la Alianza. Esperamos que se establezca un Cuartel General de la OTAN rápidamente, tras el envío de cerca de 40 oficiales de muchas nacionalidades», manifestó el embajador estadounidense en la Alianza Atlántica, Nicholas Burns.
El diplomático norteamericano dejó claro que el equipo de la OTAN empezará a trabajar «inmediatamente» con las Fuerzas Armadas iraquíes y el Ministerio de Defensa de Irak para establecer las modalidades de este entrenamiento.
Asimismo, destacó que exista una «unidad de mando» entre esta misión aliada y la que desempeña la coalición militar ocupante en Irak. «Esperamos que esta misión aumente en septiembre, octubre y noviembre, y estamos contentos de que Bush haya confirmado a la Alianza que Estados Unidos desempeñará un papel significativo en esta misión», aseguró a la prensa.
Burns adelantó que la misión podría aumentar a «varios centenares» a lo largo de los próximos meses, una vez que los dos comandantes estratégicos de la OTAN, el general estadounidense James J. Jones y el general italiano Ernesto Bastiani, informen el 15 de septiembre a los embajadores de los Veintiséis «sobre el mejor control de mando posible».
LA BANDERA OTAN, EN BAGDAD
El embajador dejó claro que la bandera de la OTAN estará ondeando en Irak. «La bandera de la OTAN estará, por supuesto, en Bagdad. La OTAN fue invitada por el Gobierno iraquí y se establece una misión, un cuartel general. Es una misión de larga duración y el tiempo que estará depende únicamente del Gobierno iraquí», sentenció.
En concreto, subrayó que no se tratará de una misión «temporal» y que la decisión del 15 de septiembre será únicamente para definir el mando de la misión de entrenamiento. «Esta decisión no será revisada, sino que la futura decisión será de carácter táctico», apuntó.
Asimismo, dijo que Estados Unidos está de acuerdo en que una parte de los oficiales iraquíes sigan el entrenamiento fuera de Irak. A continuación, se refirió al asunto espinoso de la financiación de la misión. «En septiembre, el Comité Económico (de la OTAN) recomendará cómo se financiará esta misión, pero lo importante es que seguimos ejemplos de crisis y que lo esencial de la misión sea compartido. Habrá salarios de miembros nacionales que quizás corresponda a sus países», concluyó.
Por último, insistió en que el paso dado hoy por los aliados supone la «unificación» de la OTAN en el debate sobre si había que intervenir o no en Irak. «Es un paso muy grande para la comunidad trasatlántica al llegar a un acuerdo que no tuvimos hace un año y medio», concluyó, no sin recordar que Washington siempre ha trabajado para «expandir» la presencia internacional dentro de Irak.