Recomiendo:
0

La confrontación entre Reino Unido e Irán en el sur del país

La otra guerra de Iraq

Fuentes: IraqSolidaridad

La misteriosa y criminal voladura de la Tumba del Imán Ali al-Hadi en Samarra [el 22 de febrero] ha incrementado las especulaciones sobre qué parte o partes pudieran estar detrás de él. El mismo día del bombardeo, el 22 de febrero de 2006, el Comando General Regional iraquí del Partido Baaz hizo público un comunicado […]

La misteriosa y criminal voladura de la Tumba del Imán Ali al-Hadi en Samarra [el 22 de febrero] ha incrementado las especulaciones sobre qué parte o partes pudieran estar detrás de él. El mismo día del bombardeo, el 22 de febrero de 2006, el Comando General Regional iraquí del Partido Baaz hizo público un comunicado en el que se declaraba que EEUU, Irán, y su socio, el régimen tutelado instalado por los estadounidenses de al-Yaafari habían llevado a cabo el ataque. Sorprendentemente, el propio gobierno tutelado responsabilizó del crimen a los wahabíes y a los salafístas -refiriéndose principalmente a Al Qaeda y a los sunníes en general- dirigiendo la culpa de modo calculado a fin de provocar la violencia sectaria necesaria para llevar a cabo el plan estadounidense-sionista de dividir Iraq tal y como abogaba desde Washington Leslie Gelb en su bien conocido artículo «La solución de los tres Estados» en The New York Times, el 26 de noviembre de 2003 [1]. El viernes, 24 de febrero, Al Qaeda en Iraq hizo pública una declaración en la que tácitamente negaba cualquier relación con el atentado a la vez que culpabilizaba a Washington, Irán y al régimen de Bagdad por el ataque.

Ciertamente, los mayores beneficiarios de la violencia sectaria extendida por el bombardeo son EEUU e Israel y, a corto plazo, los partidos confesionales chiíes que gobiernan Iraq. No obstante, se ha obviado que un país imperialista con un historial de utilizar la violencia sectaria para sus propios fines es Reino Unido, el aliado clave de EEUU en la ocupación, un país que no ha sido mencionado en ninguna de las discusiones hasta ahora-. Ciertamente no se conocen pruebas concluyentes de que Londres estuviera relacionado con la voladura de Samarra. Pero la probada habilidad de Reino Unido en el terreno de gestionar conflictos sectarios obliga a echar un vistazo a la propia agenda de Londres en la región. Un estudio de sucesos recientes indica que mientras todos [los analistas] se han centrado en el principal conflicto entre la resistencia iraquí y la ocupación de EEUU, Reino Unido ha estado utilizando sus bases en el sur de Iraq para un creciente y serio enfrentamiento con Irán en un asalto que podría tener importantes implicaciones para el futuro de la región del Golfo Arábigo.

El papel histórico de Reino Unido en Iraq

Antes de evaluar los acontecimientos recientes, sería útil revisar el papel estratégico que Reino Unido desempeñó en la región en el pasado. Para empezar, Reino Unido es una antigua potencia imperial, una potencia que adquirió una experiencia considerable en negociar con fuerzas tribales y confesionales en el país cuando se enfrentó a la resistencia iraquí en el sur del país en la década de 1920. Aunque Iraq no es [el lugar] donde Reino Unido aseguró por vez primera su presencia en la región. Antes del Mandato británico en Iraq, retrocediendo al siglo XIX y principios del XX, Reino Unido consideró al sur de Iraq como su esfera de influencia. Rusia, entonces rival estratégico de Reino Unido, era considerada como la potencia imperial dominante en el norte de Iraq.

A comienzos del siglo XX, Reino Unido echó mano de Irán para obtener un mayor control de la emergente región petrolífera en el norte del Golfo Arábigo. Reino Unido envió al reconocido agente Percy Cox [2] para cerrar un acuerdo con los jefes tribales y desmembrar Kuwait de lo que había sido previamente la parte sur del Iraq controlado por los otomanos. Entonces, en el curso de la I Guerra Mundial, las fuerzas británicas ampliaron la zona de control de Londres mucho más al alcanzar el valle del Tigris y el Éufrates en el sur de Iraq. Cuando se elaboró en secreto el primer borrador del infame Acuerdo de Sykes-Picot [3] entre Reino Unido, Francia y Rusia en 1916, Reino Unido aventuró sus reivindicaciones de controlar el sur de Iraq -extendiendo efectivamente su esfera de influencia desde el sur de Irán y Kuwait hacia el oeste. De acuerdo con el primer borrador de Sykes-Picot, Reino Unido dejó Mosul y el norte de Iraq a Francia ya que [a los británicos] les preocupaba el vasto territorio que se extiende desde Palestina hasta Afganistán aunque estaban mucho menos interesados en los territorios del norte. Sería solo más tarde, tras la I Guerra Mundial, cuando franceses y británicos renegociaron [este acuerdo] intercambiando el interior de Siria por el norte de Iraq. Fue entonces cuando, obviamente, el Príncipe Faysal al-Hashemi fue obligado a salir de Damasco y entronizado en Bagdad.

La clave de toda esta «historia antigua» es que Reino Unido tiene una historia de intereses y de intervención concretamente en el sur de Irán y en el sur de Iraq: el rico en petróleo Golfo Arábigo. A pesar de que es cierto que los tiempos cambian, no deja de ser menos verdad que los intereses geopolíticos resurgen en la política de los Estados una y otra vez a pesar de los cambios de régimen, de ideología e incluso de las alianzas con terceras partes.

La agenda británica en el sur de Iraq

Ahora que Reino Unido está de nuevo en su antigua esfera de influencia en el sur de Iraq, ¿qué ha ocurrido en particular durante los últimos meses? Inicialmente, los británicos parecían ser solamente los estadounidenses del sur, es decir, «la otra» fuerza ocupante. Pero cada vez está más claro que Reino Unido ha puesto en marcha su propia agenda en su parte de Iraq sin conformarse del todo con el patrón estadounidense y sin estar dispuesto a cooperar con las fuerzas tuteladas iraquíes con quienes parecían tan amistosos tan solo un año atrás.

El 19 de septiembre de 2005 la policía iraquí detuvo a dos soldados británicos vestidos como iraquíes en las calles de Basora [4]. Los dos aparentemente planeaban [llevar a cabo] algún tipo de operación encubierta, posiblemente la explosión de un coche. Bajo las leyes que rigen las relaciones entre las fuerzas [de seguridad] tuteladas y las de ocupación, la policía [iraquí] debía entregar a los británicos capturados al mando militar británico. Pero no lo hicieron. Temiendo que la policía pudiera entregar a los agentes encubiertos británicos a alguna de las milicias chiíes, los militares británicos asaltaron la prisión de la policía y liberaron a sus agentes.

En la noche del viernes, 7 de octubre de 2005, las tropas británicas y sus aliados daneses lanzaron una oleada de detenciones entre sus supuestos aliados, las fuerzas de seguridad iraquíes en Basora. Según lo recogió por fuentes iraquíes del interior [5]:

«[…] El corresponsal de Mafkarat al-Islam informa de que fuentes que han pedido no ser identificadas han declarado haber detenido al director de distribución de electricidad en la provincia, Uday Awuad Kazim, quien es miembro del Movimiento Sayyid ash-Shuhada’ y tiene fuertes vínculos con los servicios de inteligencia iraníes. Este dato no ha podido confirmarse, sin embargo, debido particularmente a que la ocupación británica mantiene el bloqueo informativo sobre todo lo relativo a su campaña de detenciones masivas.»

La redada en al-Harezah, al-Qurnah, Karmat Ali y posiblemente otros distritos seguían a una oleada anterior de detenciones de oficiales de los servicios de inteligencia del régimen iraquí y de la policía en otra redada practicada en la zona de al-Maal en el norte de Basora. Los británicos habían detenido a 15 «sospechosos» según el despacho anterior emitido por Mafkarat al-Islam en la mañana del domingo.

Operaciones encubiertas

Aunque las razones exactas de las detenciones se desconocían, fuentes locales señalaron que la campaña de detenciones puesta en marcha por los británicos se estaba desarrollando en un momento en el que aumentaban las denuncias al respecto de que Irán estaba financiando a grupos chiíes del sur de Iraq para llevar a cabo acciones de sabotaje y asesinatos con el objetivo de agravar la sensación de terror sectario y haciendo parecer que sectores sunníes estaban detrás de tales ataques.

El 16 de octubre de 2005 Irán acusó a Reino Unido de ser la responsable de los ataques con bomba en la ciudad árabe de Ahwaz [en Irán], próxima al Golfo Arábigo, en la región sur denominada Juzistán por los iraníes y en la que se encuentran la mayor parte de las reservas de crudo de Irán. El 26 de enero, siguiendo a otros dos ataques en la ciudad de Ahwaz, el jefe de la inteligencia acusó a Reino Unido de estar relacionada con tales ataques. El clérigo chií Muhsini-Ezheh Edi, que encabeza el Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán, informó a la prensa de que «[…] No hay duda de que Reino Unido está entre las corrientes extranjeras relacionadas con la explosión de Ahwaz. El enemigo busca hacer inseguras las fronteras iraníes mostrando el germen de la discordia entre varios grupos étnicos y tribales en Irán».

El jueves, 2 de febrero de 2006 hombres armados disparaban y asesinaban en Basora a dos oficiales de la División de Inteligencia de la policía tutelada iraquí del suroeste de Basora. Entonces, el corresponsal de Mafkarat al-Islam informó de que un número indeterminado de oficiales de inteligencia de la policía seguían detenidos bajo las fuerzas de ocupación británicas acusados de preparar y llevar a cabo actos de terror a favor de Irán. El distrito donde tuvo lugar el asesinato había sido con anterioridad el escenario de numerosos ataques contra oficiales de policía y miembros de la seguridad iraquíes que ninguna organización de la resistencia había reivindicado.

Cuando el subdirector de Prisiones de Basora fue disparado mortalmente tres días después, el 5 de febrero de 2006, el corresponsal de Mafkarat al-Islam indicó que durante las dos semanas previas se habían cometido asesinatos de oficiales de inteligencia y de la policía en la ciudad. Al día siguiente, el 6 de febrero, el cuartel general de los británicos en el Hotel Sat al-Arab de Basora fue bombardeado con mortero.

El domingo, 19 de febrero, un grupo de hombres armados con pistolas equipadas con silenciadores salió de un vehículo en Basora y disparó mortalmente a un mando local de las Brigadas Badr en un puesto de comida. Al día siguiente, el lunes 20 de febrero, se lanzaron cuatro cohetes contra la base conjunta británico-danesa en el área de Basora. Fue, aparentemente, el primer ataque contra fuerzas de ocupación desde que se produjo el ataque al Hotel Sat al-Arab el pasado 6 de febrero. Después, el martes, 21 de febrero, un grupo de tropas danesas que operaban fuera de la base de Basora fueron atacadas y se vieron inmersas en un tiroteo que no dejó bajas. El miércoles 22 de febrero, se produjo el infame atentado contra la Tumba del Imán Ali al-Hadi en Samarra. El 24 de febrero, el «cuartel permanente» del cuerpo de élite británico Ratas del Desierto situado en el aeropuerto de Basora fue atacado por dos contundentes ataques con mortero de 120 milímetros, que según las informaciones causaron diversas bajas mortales entre las tropas británicas y heridos. El mismo día, la base escocesa de Campo Abu Nayi, situada en la ciudad del sur iraquí de al’Amarah, en la provincia de Maysan -tan solo a unos 60 kilómetros de la frontera iraní- fue atacada por un inusual fuego de artillería de 20 proyectiles de mortero. La resistencia iraquí raramente ha atacado este cuartel, si es que lo ha hecho alguna vez [6].

Conflicto de intereses con Irán

Como ocurre en todas las acciones encubiertas y en las guerras a la sombra, resulta extremadamente difícil saber exactamente y con certeza qué está ocurriendo. Lo que parece claro es que Reino Unido e Irán están llevando a cabo su propia mini-guerra al lado de la guerra principal entre la resistencia iraquí y la ocupación británico-estadounidense.

Desde la primavera de 2003 se ha especulado mucho en todo el mundo sobre por qué Tony Blair, un político del Partido Laborista británico cuyas bases se oponen mayoritariamente a las aventuras extranjeras se comprometió de manera tan determinantemente con la guerra de EEUU contra Iraq. Con seguridad, Reino Unido comparte los mismos intereses imperialistas y sionistas de Washington. Sin embargo, siendo seguro que EEUU iba a invadir Iraq con o sin apoyo material de sus satélites de la OTAN, Blair podría haber seguido el curso político de otros países occidentales criticando públicamente a EEUU y proporcionando privadamente el apoyo de sus servicios de inteligencia. Pero Blair fue firme al respecto de situar tropas británicas sobre el terreno en Iraq, ¿por qué?

Con los neo-conservadores estadounidenses presionando activamente [a favor] de la denominada «solución de tres Estados» según la cual Iraq sería fragmentado en tres Estados -kurdo, árabe sunní y árabe chií- la presencia actual británica sobre el terreno en Iraq, particularmente en el sur, situaría a Londres en una posición [que le permitiría] recobrar su control de los intereses petroleros que Sykes-Picot había establecido para Reino Unido en 1916. Con las tropas británicas controlando el sur de Iraq y emergiendo éste como una entidad separada, Reino Unido quedaría al cargo de los lucrativos campos de petróleo del sur iraquí.

Pero Irán tiene proyectos en el sur de Iraq y parece que este choque de intereses se ha extendido a una batalla regional en la que Reino Unido ha llegado incluso a amenazar a Teherán por los ricos territorios petrolíferos en el sur de este país a lo largo de la costa nororiental del Golfo Arábigo. Enfrentado a este reto británico, Irán ha optado por pedir asistencia al antiguo rival geopolítico de Reino Unido, Rusia. Retrocediendo a «los viejos tiempos» en que los shahs iraníes solían contraponer los intereses británicos contra Rusia y viceversa, Teherán se ha asegurado un incremento de ayuda militar y tecnológica de Rusia desde finales de septiembre y principios de octubre de 2005.

Tratando de ejercer presiones diplomáticas que impongan sanciones contra Irán y bloqueen futuras importaciones de armas, Reino Unido se ha alineado con Israel y EEUU contra Irán en el expediente de los planes de desarrollo nuclear de Teherán. Por su parte, Irán se ha asegurado la ayuda de Rusia y del aliado de ésta, China.

Que Reino Unido o Irán estuvieran involucrados en el ataque contra Samarra es imposible de verificar con la información disponible. Lo que es evidente, sin embargo, es que mientras EEUU y la resistencia iraquí siguen inmersos en su amargo y estratégicamente decisivo combate, Reino Unido ha estado obrando de acuerdo a sus propios objetivos en la región del Golfo Arábigo, enfrentándose a Irán por el dominio de la que es, quizá, la región más valiosa del mundo desde el punto de vista estratégico y económico. A pesar de que pueda parecer un enfrentamiento secundario comparado con el principal existente entre EEUU y la Nación Árabe, la batalla de Reino Unido con Irán está repleta de graves implicaciones. Reino Unido en la actualidad tiene un interés directo en fragmentar el sur de Iraq.

Notas IraqSolidaridad:

1. El autor de dicho artículo es el presidente emérito del Consejo de Relaciones Exteriores del Congreso estadounidense. El texto íntegro puede verse en: www.mtholyoke.edu

2. Sir Percy Cox, representante de Reino Unido en Teherán desde 1918 a 1920, formó parte activa en la redefinición de las fronteras y en la división colonial establecida por Francia y Reino Unido para Oriente Medio tras la Iª Guerra Mundial.

 3. El Acuerdo de Sykes-Picot, documento secreto que lleva los nombres de los ministros de Exteriores británico y francés, supuso el reparto de Oriente Medio entre Reino Unido y Francia y, con ello, la traición al compromiso de independencia y unidad adquirido con los árabes por su apoyo a los aliados en la guerra contra el Imperio Otomano durante la I Guerra Mundial.

4. Véase en IraqSolidaridad: Noticias breves 2004-2005 y Mike Whitney: ¿Quién está haciendo saltar por los aires a Iraq? – El gobierno británico anuncia que rechaza la orden de detención contra los dos soldados británicos detenidos con explosivos en Basora y luego liberados por la fuerza

5. Puede verse en: www.albasrah.net

6. Las acciones atribuidas a la resistencia en el sur de Iraq adoptarían la modalidad propia de los ataques en el resto de Iraq contra las fuerzas de ocupación, la detonación de las denominadas bombas caseras (los IED, en sus siglas en inglés) contra convoyes militares, seguida de ataque con armas cortas. Este tipo de ataques ya se ha estabilizado en la zona sur de Iraq (véase en IraqSolidaridad: Noticias relacionadas con las tropas de ocupación en Iraq).

Traducción del inglés para IraqSolidaridad por Loles Oliván.

www.iraqsolidaridad.org.