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Anotaciones sobre el último Marx y sus reflexiones metahistóricas

La segunda arista de la concepción marxista del mundo: la dialéctica (décimocuarta aproximación)

Fuentes: Rebelión

Además de la carta a Mónica Guitían, en Reserva de la BC de la UB [1] pueden verse trabajos anotados por Sacristán donde pueden consultarse sus notas y reflexiones sobre trabajos del último Marx y la revision de sus posiciones sobre filosofía de la historia. De varias carpetas depositadas en Reserva y de fichas comentadas […]

Además de la carta a Mónica Guitían, en Reserva de la BC de la UB [1] pueden verse trabajos anotados por Sacristán donde pueden consultarse sus notas y reflexiones sobre trabajos del último Marx y la revision de sus posiciones sobre filosofía de la historia.

De varias carpetas depositadas en Reserva y de fichas comentadas de conferencias de 1983, estas anotaciones de Sacristán en torno el volumen 19 de MEW [Marx-Engels-Werke]

I. Del Vorwort [Prólogo] de los editores.

1. Y afirmación rotunda en el dogmatismo oficial: «A principios de los años setenta emprende Marx un estudio intensivo de fuentes originales rusas acerca de la propiedad de la tierra y de las condiciones agrícolas en general. El análisis de la economía rusa, particularmente en el de la producción agrícola, ocupó un lugar muy importante en los trabajos preparatorios de Marx para el libro tercero del Capital» (MEW 19, Prólogo editores, XXIII).

Ya esta presentación es una manera de minimizar el asunto: el estudio de Marx se debería sólo -eso es lo que se sugiere- a que tiene que tratar los problemas de la renta de la tierra, y no a revisiones de su anterior pensamiento. Se ignora la pregunta político-teórica de Vera Sassúlich y los problemas teóricos de la respuesta.

2. «Dada la multiplicidad de formas tanto de la propiedad de la tierra como de la explotación de los productos agrícolas en Rusia», escribió Engels en el prólogo al libro tercero del capital, «en la sección sobre la renta de la tierra Rusia tenía que desempeñar la misma función que Inglaterra en el libro primero, a propósito del trabajo asalariado industrial» (K. Marx, Das Kapital, Band 3, Berlin 1959, s. 8).

Engels ha empezado esa lectura, cosa muy natural: él cree estar editando un pensamiento acabado: esto es lo mejor de la crítica de Rubel a Engels.

3. «[…] En 1877 la caída del zarismo le parecía a Marx inminente. Pensaba que la revolución rusa crearía condiciones favorables para la victoria del proletariado europeo occidental*, mientras que, por su parte, el proletariado europeo occidental podría ayudar a evitar a Rusia el camino de desarrollo capitalista. Esta concepción de Marx no tenía nada en común con el sueño de los populistas** de llegar al orden social sin desarrollo de la gran industria, sólo con la ayuda de la comunidad aldeana rusa» (MEW 19, Prólogo editores, XXIV-XXV)

(*) Interpretación falsa, por asimilación con Engels 1875 y Marx/Engels 1882.

(**) Sus propios corresponsales. Minimización máxima. El vicio fundamental es dar por clara y segura la doctrina de Marx al respecto. Luego, el pasar por alto la cuestión del estatuto de la teoría que «no es clave». Luego, el pasar por alto la recusación de la filosofía de la historia. Por último, ocultar la oposición de todo eso a la vulgata marxista.

Sobre el volumen: Karl Marx, Kritik des Gothaer Programms [Crítica del programa de Gotha], con carta a Bracke del 5.5.1875, comentaba Sacristán (obsérvese el comentario crítico, a calzón quitado, de la segunda nota):

«Observación: En la CPG Marx recupera su condena de las «medias» ricardianas, pero sin mala teoría de la ciencia: es la crítica de la igualdad jurídica como desigualdad concreta o material.

1.»»En la medida en que el trabajo se desarrolla socialmente, convirtiéndose en fuente de riqueza y cultura, se desarrollan la pobreza y el abandono por el lado del trabajador, y la riqueza y la cultura por el del no trabajador». KMarx: Esa es la ley de toda la historia sida hasta ahora. Por lo tanto, en vez de decir generalidades sobre «el trabajo» y «la sociedad», había que mostrar resueltamente cómo finalmente, en la actual sociedad capitalista, se han creado las condiciones materiales, etc. que permiten y fuerzan a los trabajadores a romper esa maldición histórica» (p.17).

MSL: La dicción es todavía sin problema, dos años antes de la carta a O.S [Otechestwenniye Sapiski (Anales de la Patria)].

2. KM: «El mero hecho de que los representantes de nuestro partido fueran capaces de cometer un atentado tan monstruoso contra la comprensión difundida en la masa del partido, ¿no basta por sí mismo para probar la ligereza, la (falta de conciencia) con que obran al redactar el programa de compromiso?».

MSL: De acuerdo con mi vieja experiencia de que muchas veces el sufrimiento, el esfuerzo y, en general, el mérito no mejoran al individuo, sino que lo empeoran, Marx había sufrido y se había esforzado tanto que era un endiosado insoportable.

3. página 28. El desarrollo tiene bastantes consecuencias, sobre todo para la relación base-sobrestructura: una base puede soportar varios estados; ergo, puede haber diferentes dictaduras del proletariado.

La carta de Karl Marx a la redacción de Otechestwenniye Sapiski [OS] (Anales de la patria), de noviembre 1877, fue analizada con detalle por Sacristán:.

1. La estructura es simple, mucho más que los borradores de 1881: 1) Entradilla sobre la polémica de Mijailowski. 2) Tesis. 3) Limitación o reducción de su modelo a historia. 4) Recusación de la filosofía de la historia.

2. «Este ha tratado en notable artículos la cuestión de si Rusia tiene que empezar por la destrucción de la comuna campesina, como lo postulan los economistas liberales, y luego pasar al régimen capitalista, o si, por el contrario, sin atravesar los tormentos de ese sistema puede apropiarse de todos los frutos del mismo, desarrollando sus propios presupuestos históricamente dados» (pp.107-108).

MSL: Ya aquí, en 1877, está la inconsecuencia bajo la aparente sencillez de la cuestión: una cosa es aprovechar lo que un inevitable capitalismo ya ha hecho en otro sitio, para acelerar la negación de la negación, y otra desarrollar en continuidad positiva presupuestos no capitalistas. Lo segundo no es dialéctico, ni desarrollo por el lado peor. La idea del aprovechamiento por la comuna rusa de los frutos del capitalismo podría dejarlo todo en una trivialidad, si no fuera por la otra idea de que la aldea desarrolla sus propios presupuestos positivamente. Esto es lo que se aparta del esquema dialéctico.

3. La tesis: «En resolución, como no me gustaría dejar «nada por adivinar», voy a hablar sin reservas. Para poder estimar con pleno conocimiento de causa el desarrollo económico de Rusia he aprendido ruso y luego he estudiado a lo largo de muchos años los impresos oficiales y no oficiales referentes al mismo. El resultado al que he llegado es este: si Rusia sigue avanzando por el camino que emprendió en 1861, desperdiciará la posibilidad más hermosa que la historia haya ofrecido jamás a un pueblo, y a cambio de ello atravesará todas las fatales vicisitudes del sistema capitalista» (p. 108).

El condicional da muy bien la naturaleza teórica del modelo aplicado. No pura empiria. El que Rusia tuviera esa posibilidad excluye la negación de la negación, la evolución por dialéctica interna. Se podría sostener que el resultado del proceso indicado por Marx, aún sin haber pasado por la negación del punto de partida (la obschchina), es, sin embargo, negación de la negación de ésta. Pero de modo descriptivo sólo, no dinámico. Se podría decir, pero vacuamente.

4. La idea de aprovechamiento por la comuna rusa de los frutos del capitalismo podría dejarlo todo en una trivialidad, si no fuera por la otra idea de que la aldea desarrolla sus propios presupuestos (p.108). Esto es lo que se aparta del esquema dialéctico.

5. Mantiene, por cita, la «negación» como dinámica del sistema capitalista (p. 108).

6.»¿Qué aplicación a Rusia podría hacer mi crítico de ese esbozo histórico [1]? Simple y exclusivamente ésta: si Rusia aspira a convertirse en una nación capitalista según modelo europeo [2] -y en los últimos años ha estado dispuesta a cargar con mucho esfuerzo en este sentido-, no conseguirá sin transformar antes una buena parte de sus campesinos en proletarios; y entonces, una vez arrastrada al torbellino de la economía capitalista, tendrá que soportar las leyes implacables[3] de ese sistema, exactamente igual que los demás pueblos profanes[4]. Eso es todo. Pero demasiado poco para mi crítico. El está absolutamente obligado a transformar mi esbozo histórico del origen del capitalismo en Europa occidental 5 en una teoría filosófico-histórica del proceso evolutivo general, prescrito por el destino a todos los pueblos, cualesquiera que sean las circunstancias históricas en que se encuentren, para llegar finalmente a la formación económica que, con el florecimiento máximo de las fuerzas productivas del trabajo social, asegura el desarrollo más omnilateral del ser humano. Pero que me perdone(Esto es hacerme al mismo tiempo demasiado honor y demasiado agravio). Tomemos un ejemplo» (pág. 111).

(1) Del capítulo sobre a acumulación originaria.

(2) El condicional muestra que eso no es inevitable y, por lo tanto, que tampoco lo son las etapas del camino, ni el camino mismo, sino que aquí sólo hay un modelo hipotético, teórico.

(3) El «implacables» no debe ocultar su naturaleza de evitables.

(4) Resto de polémica antiesclavista.

(5) Reducido a eso, su modelo no tiene necesidad de Hegel.

Sigue el caso romano, como en El Capital, pero con comentario

7. El ejemplo de Roma hace realmente al modelo un modelo histórico, no repetible, explicación (no «comprensión»), de algo singular (p. 111). Eso sí que es destrucción de la dialéctica: los términos o categorías que usa estaban dados en el modelo dialéctico, pero no el «milieu», que es otro concepto, no de su sistema teórico, sino empírico. El ejemplo romano lleva una coda metodológica.

8. Particular importancia de la recusación de la filosofía de la historia, que da mucha transcendencia a la discusión sobre la obschchina. Tesis teórico-metodológica más profunda, que sigue al ejemplo de Roma: «Acontecimientos de llamativa analogía, pero que se desarrollan en un milieu histórico diferente, condujeron, pues, a resultados completamente diferentes. Si se estudia cada uno de esos desarrollos por sí mismo y se comparan luego unos con otros, se hallará fácilmente la clave de este fenómeno, pero nunca se llegará a ello con la clave universal de una teoría de filosofía de la historia cuya mayor excelencia consiste en ser suprahistórica» (p.112).

Como lo sería la dialéctica. El original es francés. Tenerlo en cuenta por «milieu».

Igualmente fue estudiada por Sacristán la carta a Vera Ivanovna Sassúlich, de 8 de marzo de 1881:

1. La estructura es muy simple: 1. Planteamiento de la cuestión según el modelo del capital. 1.1. Limitación del modelo y su razón. 1.2. El modelo del Capital no resuelve la cuestión de la obschchina. 2. Tesis, y su condición.

2. Rebajamiento displicente de la teoría: «(…) mi supuesta teoría» (p. 242).

3. El argumento no tiene dialecticidad fuerte: «La «inevitabilidad histórica» de ese movimiento está, pues, explícitamente limitada a los países de la Europa Occidental. El fundamento de esta limitación se aduce en el siguiente paso del cap.XXXII : «La propiedad privada fundada en trabajo personal… es desplazada por la propiedad privada capitalista, que se funda en la explotación del trabajo ajeno, en el trabajo asalariado» (pp.242-243).

Sigue: «En el caso de este movimiento en el oeste se trata de la transformación de una forma de la propiedad privada en otra forma de la propiedad privada. En el caso de los campesinos rusos, por el contrario, se transformaría su propiedad colectiva en propiedad privada «(pp. 242-243).

La razón tomada del modelo es poco convincente (consistente): el modelo, en su anterior versión ingenua (de filosofía de la historia) diría que de la propiedad colectiva se pasa a la privada o personal, y de ésta a la capitalista. Y así se mantiene en esta misma época en otros pasos de los borradores. Pero es claro que lo que Marx quiere negar aquí es la necesidad del primer paso, del paso de la «formación primaria» a la «secundaria», como dice hegelianamente en los borradores.

No puede funcionar la escapatoria de mantener la dialéctica para el paso al socialismo y no para otros pasos. Eso no sería dialéctica en sentido fuerte. No dialéctica como visión general.

4. El modelo del Capital no decide el caso: «El análisis dado en El Capital no contiene, pues, ninguna prueba, ni a favor ni en contra, de la vitalidad de la comuna aldeana» (p. 243). En El Capital quizás no, pero si en Misère [de la filosofía] y en el MC [Manifiesto].

5. La idea «proudhoniana» del desarrollo natural: «(…) pero para que [la comuna aldeana] pueda actuar en este sentido, habría que eliminar antes las influencias destructivas que la acosan por todas partes, y luego asegurarle las condiciones normales de un desarrollo natural» (p. 243).

No menciona aquí la variable externa de la revolución en Occidente, aunque puede estar incluida en el último párrafo. Como tampoco en la carta de 1877 (nov?). Pero lo decisivo es la idea de evolución natural fuera del modelo europeo, es decir, no por dinámica interna negativa (no por negación). En conjunto, la conclusión o tesis de esta carta es la más radicalmente opuesta a la vulgata marxista.

La gran cuestión es: ¿por qué no envió sus desarrollos de los borradores? No por las razones de Nikolaievski, claro; pero tampoco por las de Riazánov. Sino por duda de la consistencia. Se limitó a la política.

También el prólogo de Marx y Engels a la 2ª edición rusa del Manifiesto del PC., de 1 de enero de 1882, fue comentado por él:

1.»Hoy (…) Rusia constituye la vanguardia de la acción revolucionaria en Europa» (p. 296).

Muestra de lo que inspiraba a Marx la revolución rusa, tan poco afín a su modelo eurocéntrico. Por lo demás, es una constatación política, fuera de deducciones a partir del modelo teórico. Engels renegó completamente de esta tesis, llamándola absurda, en 1893-1894.

2. «El Manifiesto Comunista tenía como misión la de proclamar la inminente e inevitable disolución de la propiedad burguesa moderna. Pero en Rusia encontramos, frente a la especulación capitalista en rápido auge y a la propiedad burguesa de la tierra que apenas si está en desarrollo, la mayor parte del suelo en propiedad común de los campesinos. Cabe preguntarse ahora: ¿puede la comunidad rural rusa -aun cuando es una forma fuertemente socavada de la antiquísima propiedad común del suelo [1]- convertirse directamente en la forma superior de la propiedad común comunista? ¿O, por el contrario, deberá recorrer primeramente el mismo proceso de disolución que constituye la evolución histórica del Occidente?…» (p. 296).

(1) Concepto no marxiano, a tenor de la teoría histórica de los borradores a V.S. Esta versión es la última del problema. Luego hace autoridad. En ella es manifiesta la relación con el resultado del modelo europeo -aunque en la forma de acción recíproca, no en la engelsiana de acción de Europa occidental sobre Rusia-, pero también la admisión de un desarrollo propio, no por negación y negación de la negación [sino positivo, «natural»], salvo en un sentido puramente descriptivo y metafórico, no dinámico. La negación de la negación no sería el dinamismo de ese proceso.

Como en otras ocasiones, el sentido común de Engels y su realismo llevan razón políticamente, concretamente. Pero ese llevar razón le impide ver la problemática de fondo, y salirse del esquema, cosa que puede hacer Marx.

El esquema del prólogo es así: 1. Cambio de sentido entre la primera y segunda edición rusas del MC: de curiosidad a cosa importante. 2. Cambio de situación desde diciembre 1847 del movimiento obrero. 3. Cambio del papel de los USA. 4. Cambio del papel de Rusia. 5. La cuestión de la obschchina.

Los borradores a Vera Sassúlich de febrero-marzo de 1881 fueron comentados por él con todo detalle.

Nota:

[1] Toda la documentación de este trabajo está extraída de las carpetas depositadas en Reserva de la BC de la UB, fondo Sacristán.

Referencia Prólogo:

El prólogo de Sacristán en la red: http://archivo.juventudes.org/node/114

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.