La recurrente teoría (hasta ahora más o menos marginal) del peligro amarillo en el ámbito del negocio digital y la ciberseguridad viene a decir que: los productos tecnológicos de empresas chinas pueden ser trampas explosivas que proporcionarían a los chinos una oportunidad para espiar y amenazar nuestra infraestructura crítica. La teoría defendida por algunos congresistas […]
La recurrente teoría (hasta ahora más o menos marginal) del peligro amarillo en el ámbito del negocio digital y la ciberseguridad viene a decir que: los productos tecnológicos de empresas chinas pueden ser trampas explosivas que proporcionarían a los chinos una oportunidad para espiar y amenazar nuestra infraestructura crítica.
La teoría defendida por algunos congresistas republicanos ha sido asumida formalmente por el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes estadounidense: «es imposible garantizar que las dos empresas (Huawei y ZTE ) sean independientes del Gobierno chino y, por lo tanto, pueden ser utilizadas como herramienta para quebrantar la seguridad de los EE UU. China tiene los medios y la motivación para usar a estas compañías con fines maliciosos».
Las compañías chinas de telecomunicaciones Huawei y ZTE amenazan la seguridad de Estados Unidos y el Gobierno debe evitar el uso de sus equipos, asegura el informe del Comité de Inteligencia del Congreso, según diversas agencias de noticias y periódicos serios del universo mundo. El País, por ejemplo, nos cuenta que:
La investigación, que ha durado unos 11 meses, acusa a los fabricantes chinos de no cooperar con el Gobierno de EE UU; de no ser claros explicando su relación con el Gobierno chino, y por lo menos, en el caso de Huawei, de haber violado las leyes estadounidenses. El comité asegura que esta compañía ha sido denunciada por sobornos, corrupción, violación de las leyes de inmigración vigentes y de «un patrón y práctica en el uso de programas piratas en sus instalaciones en EEUU». Esta comisión asegura que se deben bloquear las fusiones y adquisiciones de los productos de ambas empresas, líderes mundiales en telecomunicaciones.
Un portavoz de Huawei, William Plummer, ha rechazado las acusaciones en un comunicado enviado a Reuters: «Las sugerencias infundadas que indican que Huawei es de algún modo exclusivamente vulnerable a la malicia cibernética ignoran realidades técnicas y comerciales, amenazan imprudentemente los empleos estadounidenses y la innovación, no protegen la seguridad nacional y deberían ser expuestos como peligrosas distracciones políticas en vez de iniciativas legítimas públicas-privadas para analizar cuáles son los desafíos cibernéticos globales y de la industria».
ZTE , por su parte, también ha negado y refutado las acusaciones. » ZTE ha presentado un estándar de cooperación sin precedentes con una investigación parlamentaria». «El equipo de ZTE es seguro. En el Modelo de Entrega Segura de ZTE , que la empresa ofrece a todos los operadores de EEUU , el equipo de ZTE ha sido evaluado por un laboratorio estadounidense independiente de análisis de amenazas, bajo la supervisión de las agencias gubernamentales de EEUU», explicó la compañía.
ZTE ha instado al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EEUU a intensificar su vigilancia sobre el conjunto del sector de las telecomunicaciones y dejar de concentrarse en las empresas chinas. Podemos leer en el gubernamental Diario del Pueblo de China, que denuncia un informe que «refleja la mentalidad anclada en la Guerra Fría y el enfoque proteccionista de los políticos del Capitolio a la hora de contener las inversiones chinas, a pesar de que éstas pueden ofrecer nuevas oportunidades de negocio y empleo a la decadente economía norteamericana».
Telefónica se une a Samsung y Huawei para el desarrollo del futuro móvil 5G, dice el titular de una noticia de hoy. El ministro de Industria, Energía y Turismo inaugura dos fábricas del Grupo Mondragón y visita la tecnológica china Huawei, dice el titular de una nota de prensa (fechada el mes pasado) del Ministerio de Industria español.
Cualquier día ponen a Alierta y Soria en la lista negra de EE.UU. Por amenazar nuestras infraestructuras críticas. Es lo que tiene la teoría del peligro amarillo, la conspiración y la ciberseguridad (o amenaza a nuestras infraestructuras críticas) que acaba por desvariar. Aunque es legítimo que más de uno se pregunte si el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes tiene razón. Algo que ya evaluará, digo yo, la inteligencia española. Lo de Soraya, se entiende.