José Escoda (Caguas, Puerto Rico, 1958-) es poeta, socialista, internacionalista, trabajador, y uno de esos imprescindibles. Le conozco, desde su activo compromiso con todas las causas justas de su país de origen, Puerto Rico, pero sobre todo desde el secuestro de un hermano al que Escoda no titubeó en como yo hacerlo también suyo. José es de ese tipo de gente que uno ve y se alegra de verlo. He ahí su gran talante humano, aquel por el cual nunca le he olvidado. José, además de poeta, ha sido miembro de la editorial de la revista Pensamiento Crítico. Hemos tenido oportunidad de intercambiar unas palabras por escrito con él sobre el tema del status y la descolonización de Puerto Rico. Son para ser compartidas con todos vosotros.
– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – ¿Es hora de exigir el fin del colonialismo y comenzar una conversación sobre reparaciones económicas? ¿Por qué?
– José Escoda (JE, en adelante) – La hora de exigir el fin del colonialismo se dio hace tres siglos, ver la lucha de las trece colonias, Haití, Bolívar, etc. Y la alarma de su urgencia viene sonando hace ya unos 80 años en todo el planeta. El caso de Puerto Rico, como el del Sahara Occidental, las antillas bajo el calificativo de Islas Vírgenes, Guam, Malvinas y otros pueblos, somos los remanentes. Ha pasado como con la opción de “siesta corta” de los despertadores electrónicos, que pasada ya la hora de despertar, los imperios le dan al botoncito de “snooze” y ganan tiempo para seguir explotándonos.
Y el reclamo de que los imperios nos devuelvan las riquezas saqueadas a nuestros pueblos -seamos o que hayan sido colonias- debería ser la agenda en todas las discusiones internacionales, máxime hoy cuando la llamada deuda internacional sube a niveles de números de ciencia ficción con las ventas de vacunas para el COVID. Ahora mismo, la supuesta deuda de muchos países que fueron colonias los está ahogando, la falta de recursos para atender el COVID multiplica por millones la cantidad de muertos, mientras tanto, los países con las vacunas se aprestan a volver a saquear mediante préstamos impagables a los mismos pueblos que le dieron la riqueza que les permite tener los laboratorios y plantas de producción. A la vez, mientras en Puerto Rico hay toda la infraestructura para manufacturar millones de vacunas, pero como lo que existen son empresas privadas y hay un bloqueo contra Cuba, en vez de ser una oportunidad de demostrar solidaridad con la humanidad y manufacturar las vacunas cubanas aquí, las tenemos que importar de EUA, a precio del mercado de EUA y de acuerdo con las cantidades que su gobierno determine. Encima de eso, el sistema aprovecha y nos dicen que son “gratis” por los planes médicos, pero eso sigue siendo un dinero que ya hemos pagado de muchos modos las y los trabajadores boricuas, y entonces lo que nos venden como un privilegio es un engranaje de la misma maquinaria que va a sumirnos más en la deuda.
Pero volviendo a la pregunta original: en definitiva la hora ya está pasada de terminar con el colonialismo en el planeta y el reclamo por reparaciones es urgente.
– WRS – ¿Qué relación si alguna ves entre la migración de los puertorriqueños a los Estados Unidos y las innumerables oportunidades desarrolladas por el Congreso de los Estados Unidos para que las corporaciones estadounidenses exploten a Puerto Rico?
– JE – También, eso no es de ahora. Desde que Estados Unidos invadió a Puerto Rico, junto a las tropas militares vinieron los dueños de esa milicia a saquear el país. En Puerto Rico el capital financiero expropió el 40% de la moneda circulante, los azucareros crearon en sus haciendas pueblos completos con su propia oficina de correo, mientras se llevaron a más de la mitad de la población hasta sitios tan lejos como Hawai, a recogerle los tomates, coserles las camisas y las carteras y a matar a jóvenes que no le habían hecho nada a nuestrxs jóvenes.
La imposición de su nacionalidad jurídica -o ciudadanía- fue una de esas grandes ventajas que se le facilitó al capital, en especial al armamentista, vía el congreso yanki, porque esa gerencia intermedia de la corporación llamada Estados Unidos de América ha servido a los intereses corporativos. Así siguieron con las leyes de Fomento Industrial, que le instalaba hasta los inodoros al inversionista yanki sin cobrarle impuestos y luego -con Reagan en Casa Blanca- refrescaron las 936 con la llamada “iniciativa de la Cuenca del Caribe”, donde de nuevo lo militar se unió con el capital en un juego de pitcher y catcher, dado que esa modificación era para combinarse con las operaciones militares con la meta de apaciguar los movimientos de izquierda junto a la influencia de la revolución cubana en el Caribe a finales del siglo pasado. Entonces, no nos debe extrañar que en el 2016 hayan aprobado la Junta de Control Fiscal, con el liberal demócrata Obama en la Casa Blanca, todo para facilitarle una súper ganancia especulativa a los fondos buitres. Tampoco debe sorprender que hasta ahora se hayan hecho de la vista larga cuando el ELA creó burbujas de evasión de impuestos a sus especuladores mediante la ley 20. Y por eso también su Jaresko dice que el contrato de LUMA hay que cumplirlo, porque de ese modo garantizan que los fondos para modernizar la electricidad para el siglo 21, y así cumplir con sus necesidades aquí en su hacienda, sean también para bolsillos de sus inversionistas. Como bien dije, han sido innumerables las formas en que el Congreso se ha puesto de acuerdo para explotarnos.
Y en la lucha del trabajo contra el capital, el capital tiene una gran movilidad y es cómoda. Ahora mismo se transfieren diariamente fortunas desde Puerto Rico hacia EUA y Europa, mediante computadoras. Pero el trabajo no se puede mover así de fácil. Mientras el capital y sus ganancias se transfieren apretando botones, la trabajadora y el trabajador necesita mudarse, cambiar de pueblo, cariños, panaderías, cafetines, aromas y soles; separarse de su familia, de sus panas. Y entonces se mudan para New Jersey u Orlando, se ganan un poco más (que no siempre) pero entre la renta, el seguro del automóvil, gastos por salud, etcétera, siguen siendo explotadas y explotados. Son las mismas corporaciones explotando nuestra clase trabajadora, irrespectivo del código postal.
La diáspora boricua es un resultado al servicio de los mismos intereses financieros que controlan el Congreso de EUA, cuyas millonarias campañas electorales son solventadas por grandes intereses. Y aún cuando unas pocas localidades no dependen tanto de esos donativos, tampoco se le pueden oponer, porque en semanas les aparecen candidaturas en contra auspiciadas por esos bolsillos.
– WRS – ¿Cuál debería ser el rol del movimiento obrero y los otros sectores de la sociedad civil puertorriqueña dentro de los Estados Unidos en la descolonización de Puerto Rico, si alguno? ¿Qué deberían hacer?
– JE – Eso debe ser decisión de esos sectores y grupos que se han mudado para allá. Claro que debemos mantener comunicación constante, y, como te decía, mudarse para ser explotada en inglés no significa que no dejas de ser explotada. Sus luchas entonces adquieren un nuevo escenario pero es contra el mismo explotador. Considero que entonces debe ser una lucha casi igual, pero “¿qué deberían hacer?”, es su decisión.
– WRS – ¿Cómo la Comisionada Residente de Puerto Rico en el Congreso de los Estados Unidos y los congresistas de origen puertorriqueño podrían ayudar a resolver los problemas económico-sociales creados por la explotación de los Estados Unidos en Puerto Rico?
– JE – ¿Para ayudar a Puerto Rico? Esa es fácil: renunciando a su guiso en el Congreso. Vamos a la próxima pregunta.
– WRS – ¿Por qué los movimientos de estadidad no han sido capaces de confrontar al imperialismo estadounidense en Puerto Rico y los Estados Unidos? ¿Qué deberían hacer?
– JE – Tu misma pregunta provee la respuesta a la primera parte: hay sectores que en Puerto Rico no han sido capaces o valientes para confrontar al imperialismo y por lo tanto se han convertido en sus gatilleros y gatilleras. Claro, ese sector quisiera calificarse de aliadas y aliados del imperio, pero eso son pajas mentales, son sus sirvientes leales. Y como en todo sistema de explotación, a los súbditos más capaces de producirle riqueza a la clase que manda, a ellos y ellas le dan las mejores migajas. Eso me recuerda que cuando un pro imperialista decía que él no era “pro-americano” -o “pro-yanki”, pa´ entendernos- sino, “co-americano”, Albizu se lo gufeó y dijo que si Puerto Rico fuera invadido por China, entonces el tipo no sería “pro chino” si no que sería “co-chino”.
Segundo, gran parte del sector más pudiente de las y los estadistas en realidad lo que hacen es que utilizan esa etiqueta, que fue amamantada y nutrida por el Partido Popular Democrático y Luis Muñoz Marín, para mantener coherencia entre sus electores y electoras con el mero propósito de ocupar puestos de administrar la colonia. Pero muchas de esas personas no desean cambiar el statu quo colonial, si no explotarle al ELA miles de millones de dólares por su acceso al presupuesto a las esferas de poder. Desde Barbosa con sus contratos para expropiar fincas boricuas para bancos de EUA, los republicanos con su complicidad con las haciendas azucareras, luego la gobernación de un Ferré para agrandar su negocio de cementificar el país, de Romero para solidificar el enlace “estadistas y fuerzas represivas”, pasando los dos Rosselló y Fortuño para sus bolsillos, como ahora el Pierluisi; hay una elite que ha usado la estadidad como eslogan para justificar una ceguera colectiva de su maquinaria electoral. Ellos y ellas no tienen ningún interés en confrontar a nadie de poder, al contrario.
Tan es así, que si fueran verdaderamente un sector motivado por una ideología en beneficio de su país, al menos uno o una de ellas le hubiera metido una trompá a Trump cuando dio el obsceno espectáculo de tirarnos rollos de papel toalla mientras el país estaba destruido tras el huracán María en 2017, y nadie de los cercanos lo hizo.
Además, aquí hay un puñado de familias multimillonarias y supuestamente “estadistas”, pero en realidad son bien pro-statu quo y le dan dinero tanto al PPD como al PNP, porque reconocen que el ELA les ha dado unas ventajas contributivas que se verían amenazadas con la llamada estadidad. Su lealtad es a mantener sus ganancias, su riqueza, no es hacia nada más.
Ahora bien, sobre la segunda parte de tu pregunta: ¿Qué deben hacer? Yo no voy a darle consejos, pero creo que deberán resignarse a que la historia y la lucha se encargue de convertirlos en una nota al calce para que de aquí a par de siglos cuando se estudie nuestra historia, nuestras descendientes puedan saber qué era eso de ser “estadista” en el siglo 20 y 21.
– WRS – ¿Qué ha hecho, si algo, la presidencia de los Estados Unidos, y los dos partidos políticos dominantes dentro de los Estados Unidos, el demócrata y el republicano, para mitigar el desastre que ellos y los estadounidenses ayudaron a crear dentro de Puerto Rico?
– JE – Me sorprende esa pregunta. La presidencia de EUA es la gerencia administrativa, (ojo: nunca la ejecutiva), del imperio. Las personas en Casa Blanca y el Congreso, tienen mucho poder, eso no se puede negar, pero ambos partidos son agentes administrativos al servicio de las mismas fuerzas que han creado el desastre para nosotras y nosotros. Desastre para nos, que les deja miles de millones de dólares al año a ellas y ellos.
Puerto Rico sigue siendo un botín de guerra, necesario para la defensa militar de EUA y a la vez somos su cuarto mercado, y el imperialismo necesita de ambos: fronteras protegidas y circulación de mercancías. Su gerencia política radicada en Wáshington, DC, trabaja para los dueños de la corporación. Parafraseando un texto de Roque Dalton, el presidente de Lockheed, el presidente de Walmart, el presidente de Chase, el presidente de Apple, etcétera, son más presidentes de Estados Unidos que el presidente de Estados Unidos.
– WRS – ¿Cuál sería la forma de que los puertorriqueños rompan con este ciclo de abuso del colonialismo estadounidense dentro de Puerto Rico? ¿Debería Puerto Rico y los puertorriqueños ser reparados económicamente por Estados Unidos?
– JE – La única alternativa viable, repito y subrayo: viable, es la lucha por la independencia y el socialismo. Eso ahora puede sonar a sueño trasnochado, pero la historia nos dará la razón. Mucho más iluso es creer posible algún tipo de modificación benigna del capitalismo, máxime un capitalismo con sede en un país tan atrasado como los EUA, donde todavía su policía mata impunemente a ciudadanos y ciudadanas en sus calles, los servicios médicos son de las mercancías más caras en el mercado y que respalda dictaduras por todo el planeta.
Sobre las reparaciones económicas, claro que los diversos imperios deben resarcir lo robado. Su alto nivel de vida es gracias a las explotaciones de sus invasiones y la mano de obra esclava.
– WRS – El economista francés Thomas Piketty considera que Francia debería reparar en más de 28 mil millones de dólares americanos a Haití. ¿En cuánto debería Estados Unidos reparar económicamente a Puerto Rico y a los puertorriqueños?
– JE – Antes que nada, una república de Puerto Rico se sostendrá y progresará gracias a nuestro trabajo. Al romper con el colonialismo, seremos capaces de negociar con todo el planeta y seguiremos en un lugar estratégico que nos conecta a un tráfico internacional enorme tanto de mercancías físicas como intelectuales.
Ahora bien, recientemente hablaba con Ismael Muller, economista, sobre eso. Desde dos perspectivas distintas coincidimos que las obligaciones de EUA hacia Puerto Rico andan por la friolera de unos tres billones de dólares, cuando menos. Billones largos, no los billones yankis, donde un billón es un uno con nueve ceros; estamos hablando del billón largo, o sea, un uno con doce ceros, mil veces más que el billón yanki. Incluso, si tenemos en cuenta cuatro renglones nada más, la cantidad de dinero es exageradamente alta, casi incomprensible, me explico.
Primero tenemos lo que nos deben por la expropiación de la moneda en circulación (desde 1898, eso acumula intereses, igualito que las deudas de nuestros carros o hipotecas o de los países con los bancos). Y si apenas le pones un monto de unos $150 millones como expropiación original, que es un estimado bajo para un país que en aquel entonces ya tenía un millón de nacionales y altas exportaciones, a un 7.5% de interés y una inflación de solo 4%, por 123 años, eso se convierte en más de $1 billón de los largos, un uno con doce ceros.
Segundo, lo que hemos pagado por usar su marina mercante para traer sus mercancías y enviar las nuestras. Eso anda por unos $200 millones de costo adicional al año (repito: costo adicional, siempre pagaremos fletes). Eso por 120 años, prorrateado a $100 millones al año, da a sobre 11 billones de los largos que le hemos subsidiado a la fuerza su marina mercante. Pero digamos que son solo dos billones de los largos que podamos cobrarles.
Tercero, computando la renta que nunca pagaron por usar nuestro país para sus bases militares, que van dese sus estaciones de la llamada guardia nacional hasta Vieques, Culebra, Ceiba, Aguadilla y Salinas. Sobre esto, parto de que para 1999 la armada o marina de guerra de EUA facturaba a sus cómplices que venían a practicar tiro al blanco con bombas en Vieques unos $15 millones por sesión de práctica. Eso era por unas semanas al año y en dos de sus playas. Multiplica eso por 12 meses al año y por dos terceras partes de Vieques, no solo dos playas. En eso nada más tienes unos $15 millones multiplicado por 12 meses y multiplicado por 8 veces de geografía. Eso da a $1,400 millones por un solo un año. Fueron 60 años (solo en Vieques), pues entonces prorrateamos a $700 millones al año y lo multiplicamos por 60 años, ahí nada más $42,000 millones, pero si le computas los intereses, repito, no es invento mío, es la forma en que los yankis cobran SUS deudas, por Vieques y Culebra nada más deberían resarcir por lo menos 800 mil millones de dólares. Con el resto del país, no es fácil estimar, pero debe salir al menos, al menos 1 a 2 billones de los largos.
Cuarto, ahora mismo las cortes yankis han otorgado cientos de millones de dólares a grupos particulares en demandas por daños de apenas dos contaminantes: Agente naranja y RoundUp. ¿Cuánto sería lo que le deben a toda una nación de millones de personas por 70 años? Seamos bien, bien conservadores y a eso asignemos solo 500 mil millones de dólares.
Aunque suene a disparate, en esos cuatro renglones nada más hay casi cinco billones de los largos (con doce ceros). Digan que exagero y que solo es la mitad de eso, sigue siendo una fortuna que pa´ nosotras y nosotros las personas mortales casi no podemos entender. Y eso es sin contar lo que se llama en economía el costo por las oportunidades perdidas y las penalidades por sus cientos de crímenes que van desde la deforestación de hace un siglo de miles de árboles de panas para meternos su dieta de papas de segunda y arroz de tercera hasta las experimentaciones con esterilizaciones y píldoras anticonceptivas contra nuestras mujeres. Y aunque parezcan números de ciencia ficción, hay que ver que ahora mismo EUA gasta unos 15 mil millones en un solo portaaviones, defectuoso, por cierto. Y que su Departamento de Defensa se chupa $1 billón de los largos al año. Son números bien reales.
Si hubiera justicia en el planeta, EUA tendría que pagarnos al menos, al menos, 50 mil millones de dólares anuales por 50 años. Eso es el doble del presupuesto completo del ELA y su corporaciones actualmente. Debería darse la situación fiscal, como en países petroleros o Alaska, que, en vez de cobrar impuestos al pueblo, el gobierno compartiría de ese dinero; y habría mucho para ahorrar para infraestructura y así comenzar un proceso de sanar el país.
Pero insisto, por bonito que eso suene, no creo que veamos un sistema de reparaciones imperiales en los próximos 100 años o más. Será nuestra capacidad de trabajo la que solventará nuestras vidas y de modo bien razonable. No digo que tan pronto llegue la independencia ya todo se resolverá, pero sí que solo con la independencia tendremos las herramientas para que, primero, dejen de llevarse todos los 30 mil millones anuales en ganancias; segundo, podamos abrirnos a la economía mundial; tercero, que dejen de robarnos el 15% de nuestros salarios y los metan en su “seguro social” que su propio gobierno saquea; y cuarto, nos salgamos de su sistema de medicina donde una pastilla que se hace en Puerto Rico, se exporta a EUA a menos de 10 chavos, de los cuales se quedan en Puerto Rico unos 5 chavos y luego nos la devuelven vía Walgreens a 25 dólares; y te prohíben consumir legalmente una variante europea o cubana porque una agencia yanki lo prohíbe. Con eso nada más tenemos una base para cambiar la vida de nuestra mayoría trabajadora, no el desastre colonial donde extranjeros deciden cuánto se reparten de nuestros impuestos para enviárselo a billonarios, a cambio de tener escuelas o acceso a la salud.
Y como colofón: deberá ser EUA quien pague la famosa deuda del ELA, eso no es invento mío, eso es fundamento legal establecido por los mismos Estados Unidos, de que la deuda de una colonia la debe pagar el imperio.
– WRS – Muchos puertorriqueños viven en la diáspora, bien en Estados Unidos como fuera de los Estados Unidos. Otros puertorriqueños han sido y son partícipes del saqueo estadounidense dentro de Puerto Rico. Todos, los primeros y los segundos son estadounidenses. ¿Por qué deben ser o no ser recompensados? ¿Son todos los puertorriqueños sujetos coloniales a los que se les ha robado su futuro en su propia tierra? ¿Se les debe devolver su futuro estén donde estén, sean quienes sean?
– JE – Soy independentista y soy socialista, y en el otro orden: soy socialista y soy independentista. Los y las cómplices del imperio, tanto en Estados Unidos o en Guaynabo, no son mis compatriotas, así como en efecto sí son mis compatriotas las boricuas nacidas en los EUA y miles de trabajadores de las antillas que han hecho de Puerto Rico su patria. La pertenencia a una nación no es asunto meramente de ubicación geográfica.
El mismo Albizu una vez nos recordó que “la pus no es la sangre”, y no todas las nacidas en otra geografía están imposibilitadas de ser compatriotas, como muy bien afirmara otro héroe nacionalista, Rafael Cancel Miranda, en una conversación pública. Esa gran ventaja sociológica de pertenecer a una formación antropológica madura y saludable, llámese pueblo, tribu o nación, máxime cuando está en lucha por su sobrevivencia, no debe llevarnos a dicotomías excluyentes que terminen creando caricaturas de algo que es tan vital para la existencia humana.
Y sinceramente creo que eso aplica tanto contra la deformación que nos conduce a la xenofobia como a la otra caricatura producida por un “internacionalismo” mórbido y de raigambre imperialista, que a nombre del marxismo niega la nacionalidad. A veces te citan eso del Manifiesto Comunista, de que el trabajador no tiene nación; pero olvidan -por conveniencia o por ignorancia- que, primero, también dice que no tienen patria porque el capitalismo se la ha arrebatado, y a renglón seguido, el mismo texto dice claramente que el proletariado, y la proletariada, debe construir su propia nación.
Nuestro destino será el que construyamos desde la vida trabajadora y la lucha. Nuestro futuro no está redactado en una nota de Wikipedia, ni figura en los designios de alguna divinidad, mucho menos del imperialismo y sus gatilleros y gatilleras cómplices.
– WRS – Dos congresistas de origen puertorriqueño, Alexandría Ocasio-Cortez y Nydia Velázquez, acaban de presentar un proyecto de ley para la descolonización de Puerto Rico. ¿Qué le falta a ese proyecto de ley? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de ley? ¿Por qué Ocasio-Cortez y Velázquez merecen algo mejor?
– JE – Antes que nada, no conozco a la joven Ocasio Cortez, pero lo que sé es que viene del sector de los Kennedys y de Bernie Sanders, ambos imperialistas con fachadas liberales; y el Partido Demócrata la acomodó en un distrito congresional que vota sobre 70% demócrata. Ahora, de Velázquez sé que se dio a conocer como una agente pagada por el Estado Libre Asociado en EUA. Fue el sector más derechista del PPD el que la catapultó a ocupar un espacio en el Congreso yanki, también aseguradita en un distrito donde los demócratas sacan hasta el 80% de los votos. Sus lealtades son al Partido Demócrata y al PPD, dos organismos del imperialismo. A pesar del optimismo de algunas personas, creo que la unión de la dupleta Ocasio-Velázquez apunta a un malabarismo promocional de retocar la fachada del colonialismo sin enfrentarse al imperialismo.
Entrando al “bill”, creo que se debe arrancar diciendo que ese proyecto parece ser de avanzada, pero tan pronto se lee, se detecta que carece de lo fundamental: a estas alturas del siglo 21 pretende corregir un abuso imperial mientras a la vez no contempla seguir, o al menos intentar seguir, el mapa de ruta establecido por la comunidad internacional durante la liberación de decenas de colonias durante el siglo pasado. En palabras sencillas, no toca ni con una vara larga la resolución 1514-XV, aprobada por las Naciones Unidas para solucionar las situaciones coloniales. Bien astutamente contiene algo parecido, pero ese pacto de derechos civiles que menciona, no es lo mismo, dado que se abre a la interpretación imperialista de tratarnos a los nacionales de las colonias como ciudadanos y ciudadanas del imperio; o sea: no rompe con el imperialismo, más bien lo absuelve de pecado, al catalogarnos a todos y todas como parte del imperio. Eso suena a las corporaciones modernas, donde en vez de empleados o empleados tienen “asociados” o “asociadas”; sigue siendo explotación, pero en una nueva categoría jurídica. ¡Contra!, ya pasamos por el cambio de fachada del 1950, no podemos repetir eso.
Segundo, a fin de cuentas lo que crea es un mecanismo, bien malo por cierto, de elegir un grupo de personas que desde Puerto Rico conversarán para luego reunirse con un comité del imperio para entonces ver qué es lo que el imperio acepta. Eso nunca es autodeterminación. Eso es el imperio diciendo: te doy espacio y hasta unos chavitos para hablar, pero a fin de cuentas autodetermínate como yo determine.
Tercero, establece que será la misma creatura del imperio yanki, el Estado Libre Asociado, la que controlará la elección especial que plantea. De nuevo: el cabro organizará la elección para seleccionar quién velará las lechugas.
Junto con estas limitaciones de fondo, se nota una intención de vender el proyecto como de avanzada, cuando le asigna fondos para una campaña “libre y democrática” a las personas que quieran ser candidatas a ese club de modificar la colonia. Y le asigna a cada candidata unos $25 mil dólares, cuando eso no da ni pa´ una semana de cuñas radiales; cuando diariamente por más de un siglo, toda la propaganda del sistema ha sido y es anti-independentista. Como si eso fuera poco, el proyecto no obliga a todas las candidatas a limitarse a $25 mil de gastos de campaña; si no usas el fondo asignado por el Congreso, entonces puedes gastar lo que quieras. O sea: si tienes muchos chavos, gastas lo que quieras. Eso casi garantiza que la mayoría será adinerada o representante de sectores adinerados.
Con esos y otros detalles, cuando se analiza el proyecto, termina apuntando claramente a que es uno muy bueno para lavarle la cara a la colonia procurando que participen del proceso figuras del independentismo, buscando cierta legitimidad moral a su resultado. Mientras, en el modo en que está redactado y el contexto donde está presentado, sería recrear la legendaria batalla de David contra Goliat, pero con la experiencia de un imperio que aprendió de los filisteos. Y los nuevos invasores ahora establecen nuevas reglas de cómo hacer el duelo: ahora David no puede usar honda, ni piedras, tiene que tener un brazo amarrado y solo puede hablar con Goliat. Y pa´ colmo, al final Goliat decidirá quién ganó el duelo.
Reconozco que hay voces que han manifestado que, a pesar de reconocerle limitaciones, el proyecto es positivo para Puerto Rico porque procura que “se hable” del “status”. A esto contesto que en Puerto Rico el problema no es uno de “status”, es un problema de lucha contra el imperialismo. Hablar de “opciones de status” como si fuera asunto de escoger entre coco, piña o parcha, es de arrancada ayudar a ocultar el problema al aceptar la narrativa imperialista para nombrarlo. Luego, ese argumento presenta la falacia de reclamar que meramente hablar de un problema ayuda a resolverlo. En ocasiones ocurre al contrario y puede servir más para refinar el modo de agrandarlo que resolverlo. Si el Ku Klux Klan de EUA se reúne para hablar del racismo, sabemos cuáles serán sus conclusiones; hablar en el Congreso de EUA de su abuso imperial y pretender que sus conclusiones sean desafiar al mismo aparato que crea el abuso imperial, es, cuando menos, demasiado optimismo. Y eso es siendo positivo, porque ese subconjunto también incluye a figuras que lo que buscan es poder ir al congreso y deponer para las cámaras, para entonces vanagloriarse de que el emperador les dio 5 minutos de atención.
– WRS – Jenniffer González representa a Puerto Rico dentro de los Estados Unidos. Tiene reconocido dentro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el poder de presentar legislación. Ha estado moviendo un proyecto de anexión de Puerto Rico a los Estados Unidos. ¿Qué le falta a ese proyecto de ley? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de ley? ¿Por qué González merece algo mejor?
– JE – ¡Hey, ciuda´o! A mí me ha representado en el Congreso de Estados Unidos el grupo de Lolita Lebrón, Irvin Flores, Andrés Figueroa Cordero y Rafael Cancel Miranda, cuando en 1954 le dispararon a ese local. González NO representa a Puerto Rico en ningún sitio. Lo correcto es que ella ocupa un puesto en el Estado Libre Asociado, la corporación administrativa creada por el gobierno federal de EUA para aminorar su desfachatez de reclamar ser una democracia, cuando a la vez se expandían como imperio. Además, en EUA, toda ciudadana puede presentar un proyecto de ley, y encima de eso en ese cuerpo se presentan anualmente miles de proyectos, de los cuales menos del 1% siquiera llegan a votación. Presentar un proyecto de ley ahí sirve más que nada para mantener la ideología de que su democracia funciona y en la prensa de la zona donde eligen a la delegada, le sirve de campaña electoral.
Por otro lado, eso de presentar un llamado reclamo que apenas fue respaldado por una de cada cuatro personas adultas de Puerto Rico es un ejercicio de demagogia que le sirvió al PNP para mantener contentas a sus huestes y sacarlas a votar en un momento que están perdiendo apoyo aceleradamente, enmascarar su podrida maquinaria de corrupción, mientras a la vez ayudaban a lavarle la cara al imperio. Pero hasta los grupos de inteligencia política en EUA saben que eso fue una derrota para el PNP.
Sobre si González merece algo mejor: ¡¡¡¡NO!!!, no se lo merece. Ella es una persona astuta, con excelentes lazos con elementos importantes de la vieja guardia de su partido y ha subido mucho traicionando a Puerto Rico, hasta la desfachatez de apoyar a Trump cuando hizo lo que hizo contra nuestro pueblo. Insisto, es lista, sabe muy bien que eso de que tiene un mandato es un espectáculo para las gradas, y que con su sonrisita y su simpatía de come donas, la ayuda a seguir guisando en el Congreso, cobrando un dineral, administrando el millonario presupuesto de su oficina, amasando contactos, prebendas y chavos, que es la meta principal del liderato de su partido.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.