Un niño palestino yace sepultado por la palabra ‘Silencio’, en referencia al silencio internacional. Ver más ilustraciones Pese al cierre informativo de la franja de Gaza a la prensa internacional, los palestinos han logrado que el mundo conozca los horrores de la guerra esforzándose por desempeñar sus trabajos al tiempo que ayudan a las víctimas, […]
Un niño palestino yace sepultado por la palabra ‘Silencio’, en referencia al silencio internacional. Ver más ilustraciones
Pese al cierre informativo de la franja de Gaza a la prensa internacional, los palestinos han logrado que el mundo conozca los horrores de la guerra esforzándose por desempeñar sus trabajos al tiempo que ayudan a las víctimas, cuentan lo que está sucediendo y luchan por sobrevivir.
No sólo lo han hecho los médicos, el personal de rescate y los periodistas que han retransmitido el conflicto para los canales árabes, proporcionando imágenes que quedarán para siempre en el subconsciente de millones de personas: también lo han hecho observadores de los Derechos Humanos que han investigado los ataques para dilucidar si se trata de crímenes de guerra, ciudadanos anónimos con conexión a Internet que han desarrollado blogs desde la franja y profesionales tan simbólicos en Gaza como Omaya Joha, la única mujer caricaturista que trabaja en la franja.
Omayya, afín a Hamas y premiada por su trabajo dentro y fuera de Gaza -pese a que no puede salir del pequeño territorio desde hace años-, fue la primera dibujante política palestina y su trabajo es muy estimado por los árabes por su sincera crudeza.
Residente en la ciudad de Gaza junto a su segundo marido y sus hijos -su primer cónyuge, miembro de las Brigadas de Izzedim al Qasam, resultó muerto durante una incursión israelí-, Omayya ha padecido los horrores de esta enésima guerra con la misma intensidad que el resto de residentes de Gaza.
En comunicación con elmundo.es, Omaya explica que ha perdido a familiares y amigos en la actual ofensiva. Muchas de las casas de sus seres queridos han sido reducidas a escombros por la aviación y la artillería israelí, pero eso no le ha llevado a abandonar su trabajo ni siquiera por unas horas y mucho menos a debilitar el tono de sus dibujos. Como muestra, envía algunos de sus últimos trabajos, su mejor forma de expresarse.
En estas viñetas de Omaya Joha, una niña palestina huye de un fantasma con forma de Estrella de David, un soldado israelí huye aterrorizado de un cohete palestino y un soldado trata de digerir la palabra ‘Gaza’ sin lograrlo.
Pese a la terrible ofensiva bélica, sin precedentes en la historia de Gaza, Omayya ha seguido empleando las escasas horas de electricidad en actualizar su sitio online y dibujar sus viñetas y enviarlas por correo electrónico a los medios en los que trabaja. El último dibujo que colgó en su página web data del pasado día 10.
Además, su trabajo se ha podido seguir viendo en ‘Ar Risala’, la revista del Movimiento de Resistencia Islámico, el rotativo ‘Al Hayat al Yadiha’ -órgano de la Autoridad Nacional Palestina- y en la edición electrónica de Al Yazira (en esta viñeta, el hombre crucificado simboliza la franja de Gaza, y los espectadores los pueblos árabes) convirtiéndose, seguramente, en la única viñetista política que ha contado la guerra mediante sus dibujos.
Junto a su firma sigue figurando su símbolo, al mismo tiempo icono de la lucha palestina contra Israel: la llave que simboliza la expulsión de sus casas y el derecho al retorno de los refugiados. Es su manera de recordar que, con o sin bombas israelíes, los palestinos seguirán luchando por sus tierras.