El cineasta danés Lars von Trier, uno de los artífices de Dogma, decidió añadir nuevas reglas a este movimiento que echó a un lado los sets artificiales y apeló a la luz natural, la ausencia de maquillaje y el sonido directo, ruido incluido. A tono con los tiempos, ahora pone el énfasis en el formato […]
El cineasta danés Lars von Trier, uno de los artífices de Dogma, decidió añadir nuevas reglas a este movimiento que echó a un lado los sets artificiales y apeló a la luz natural, la ausencia de maquillaje y el sonido directo, ruido incluido.
A tono con los tiempos, ahora pone el énfasis en el formato digital, seis semanas de filmación como máximo y presupuestos que no excedan 1,5 millones de euros, lo cual se plasmará en tres coproducciones entre Dinamarca y Escocia.
El proyecto ha sido bautizado como The advanced party.
Dogma nació en 1995 y pronto cobró dimensión internacional, aupado por Von Trier y su coterráneo Thomas Vintenberg, quienes lo materializaron en filmes como La celebración, Bailar en la oscuridad y Dogville, respectivamente.
La esencia de Dogma es el cine concebido como un juego en el que las reglas -algunos las llaman mandamientos- determinan el proceso de realización. Basadas en la restricción, en la limitación extrema de los recursos, su propósito es agudizar el ingenio y la imaginación.
Aunque Vintenberg se desentendió posteriormente de Dogma, por considerar agotada la estética punkie con que surgió (su más reciente filme está saturado de maquillaje y luz artificial), el movimiento siguió adelante.
The advanced party es auspiciado por la escocesa Sigma Films, en alianza con la danesa Zentropa, asociada a Von Triers, quien será el productor de los tres largometrajes antes aludidos.
El primero de ellos, Carretera, lo dirigirá el británico Andrea Arnold; el segunda, Gusano, el escocés Morag Mc Kinnon; y el tercera, La vieja fábrica, estará a cargo del danés Mike Noergaard.
Son tres realizadores noveles que prueban sus armas dentro de una estética que los compulsa a dar de sí el máximo.
Tendrán a su disposición ocho actores (los mismos para las tres cintas), un equipo de guionistas bien entrenados en los presupuestos de Dogma y rodarán en Escocia.
El movimiento creado por Von Trier y Vitenberg ha generado películas buenas, mediocres y malas, opina unánimemente la crítica especializada. Algunos argumentan que Dogma se consumió en sí mismo pero Von Trier sigue apostando a esta corriente con todas sus fuerzas.