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Entrevista a Concepción Cruz Rojo sobre salud pública, difteria y vacunas (II)

«Las epidemias de sarampión nos están mostrando que los programas están fallando en algo»

Fuentes: Rebelión

Profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública. Militante del Sindicato Andaluz de Trabajadoras/es (sección PDI de la Universidad de Sevilla) y miembro del movimiento sociopolítico andaluz «Asamblea de Andalucía». Simpatiza y colabora con aquellas personas, grupos o pueblos con los que coincide, en la idea de confluir a través de escritos, acciones y vindicaciones transformadoras […]


Profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública. Militante del Sindicato Andaluz de Trabajadoras/es (sección PDI de la Universidad de Sevilla) y miembro del movimiento sociopolítico andaluz «Asamblea de Andalucía». Simpatiza y colabora con aquellas personas, grupos o pueblos con los que coincide, en la idea de confluir a través de escritos, acciones y vindicaciones transformadoras que tienen como finalidad la emancipación personal, social y política

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Nos habíamos quedado aquí. Usted afirma, tomando pie en Engels, que la dialéctica incluso puede explicar con cierta anticipación las leyes de las ciencias naturales. ¿Nos puede dar algún ejemplo de ello?

Engels comprendió, pese a defender un matriarcado que luego se ha demostrado que no existió, el inicio de la opresión de las mujeres con la acumulación y la formación de las clases sociales en su popular libro «el origen de la familia, la propiedad privada y el estado». Grandes investigadoras feministas que han estudiado estos temas y lo han mejorado le reconocen a Engels esa visión que obtuvo de su materialismo y su dialéctica. Fue el joven Engels en su libro «La situación de la clase obrera en Inglaterra» el que describió las deformaciones esqueléticas debidas al raquitismo, relacionadas con la malnutrición aunque aún no se había descubierto que dicha enfermedad se debía a un déficit de vitamina D, además de exponer muchas enfermedades profesionales que no se habían descrito antes.

En el libro, «La ecología de Marx», John Bellamy Foster, muestra algunos ejemplos de la anticipación del propio Marx cuando estudia las contribuciones de Epicuro, más allá de las aportaciones de la teoría atomista de Demócrito. Observó que Epicuro trascendía el determinismo unilateral de Demócrito, ya que éste decía que la necesidad era todo, mientras Epicuro también reconocía el azar, la contigencia, y por tanto la posibilidad de la libertad (de los seres humanos porque era materialista). Y estas aportaciones de Marx, se habían basado en conjeturas y en el razonamiento dialéctico, pero se confirmaron cuando se recuperaron parte de la obra de Epicuro «Sobre la naturaleza» a partir de restos carbonizados de papiros hallado hace relativamente pocos años, posterior a la muerte de Marx. La anticipación del propio Epicuro se resume en la frase que dijo: «la materia es la unidad de lo lleno y lo vacío», de lo que hoy se llama la materia y energía y sus correspondientes materia y energía oscura.

En relación con la evolución y el origen de las especies, los sorprendentes descubrimientos en el campo de la biología y la embriología confirman leyes dialécticas como la del automovimiento, la interacción entre lo externo e interno (siendo las contradicciones principales las internas) y la del desarrollo desigual y combinado. Ya a principios del siglo XX autores, como Dobzhansky, comprendieron que la evolución era producto de un proceso lento y gradual, pero también producto de discontinuidades.

Estos hechos se pudieron confirmar gracias al impresionante descubrimiento de la brillante genetista Barbara McClintock: la existencia de elementos móviles en los genes. Ya se ha comprobado que su índice de movilidad es muy superior al índice de mutaciones espontáneas, por lo que los genes saltadores representan una fuente importante de variación genética, lo que ofrece la posibilidad de una rápida adaptación a nuevas condiciones del medio. Que las estructuras genéticas puedan responder a las necesidades del organismo en relación con su entorno. Además, la transposición facilita indirectamente la posibilidad de que cambios inducidos por el medio ambiente sean transmitidos genéticamente.

De hecho en condiciones experimentales se ha logrado aumentar el índice de desplazamiento de genes saltadores cuando se someten a los organismos a situaciones ambientales extremas de temperatura, oxígeno, productos químicos, u virus etc….incluso se pueden transferir fragmentos de ADN entre especies. Bárbara McClintock sostuvo firmemente que el estrés del ambiente y la respuesta del genoma a él puede impulsar la formación de nuevas especies y que la reorganización del genoma representa un mecanismo por el cual puede ocurrir la evolución. Relegando a la selección natural a un papel más secundario, como una fuerza pasiva que solo refinaría el rumbo que imprimen los propios organismos a la evolución.

La evolución también puede dar saltos.

Por ejemplo

Por ejemplo Stephen Jay Gould, entre otros, propone una teoría no gradual para explicar la evolución, esto es, largos períodos de equilibrio se verían interrumpidos por acontecimientos más bruscos en los que tendría lugar la formación de nuevas especies. Que es coherente con los registros fósiles que muestran nuevas formas de vida surgidas con bastante rapidez en la escala geológica.

En la Biología del desarrollo ha tenido gran repercusión un descubrimiento: el de la jerarquización de los genes, están los genes estructurales: elaboran los materiales para la construcción y funcionamiento de las células, y los genes reguladores, los que «dan las instrucciones» para dirigir a los genes estructurales en el espacio y en el tiempo. También se ha podido detectar los procesos que en los primeros estadios de la vida ponen en marcha el plan corporal del futuro organismo. De los miles de genes de la mosca de la fruta, se han identificado aquellos responsables de su conformación y como la arquitectura de un organismo vivo se construye por etapas, controlada cada una por un grupo concreto de genes. Luego otro grupo de genes se encargan de la estructura destallada de cada segmento. Esta segmentación también se da en humanos.

Y, por último, me gustaría también detenerme en Lynn Margulis una de las microbiólogas más prestigiosas del momento, que ha logrado demostrar que las células eucariotas (nucleadas), de las que están hechas todos los hongos, las plantas, los animales y numerosos seres unicelulares, no solo descienden de bacterias, sino que son literamente amalgamas de células bacterianas diversas. La asociación física de organismos de especies distintas, la simbiosis, puede hacerse permanente dado lugar a lo que Lynn llama simbiogénesis, que permite explicar el origen de nuestros tejidos, órganos, organismos e incluso nuevas especies. Y sostiene que la cooperación nace de la competencia entre distintos seres, donde uno termina por engullir al otro. Sin embargo, una vez superado este primer paso, puede ocurrir que la cooperación se revele más fructífera, y de ahí nacerá la simbiosis. Lynn Margullis decía: «El medio ambiente en la superficie del planeta y los organismos han estado evolucionando conjuntamente en ella durante millones de años».

Todos estos descubrimientos corroboran, confirman las leyes dialécticas de la relación entre lo interno y lo externo, el automovimiento interno que interaccionan en doble dirección con lo externo, en nuestro ejemplo la coevolución. Y la ley del desarrollo desigual y combinado que de forma tan aplastante muestra la naturaleza y la formación y desarrollo de los seres vivos. Que hizo que las ideas más generales fueran anticipadas antes de la constatación detallada de los hechos. En fin, los ejemplos son muchos y me he extendido en los avances biológicos porque han permitido de forma interdisciplinar entender, comprender un poco más, los mecanismos de muchas de las graves enfermedades, como el cáncer, que sufrimos en la actualidad. De la importancia de conocer lo que pasa en el interior del organismo humano y en nuestro medio natural y social, en una interrelación que se modifica mutuamente y que no podemos olvidar.

Me ubico ahora en el tema de las vacunas. ¿ Es usted partidaria de la vacunación? ¿De qué vacunas?

Soy partidaria de la vacunación, de casi todas. En unos casos de la vacunación sistemática en la edad infantil, y en otros casos en grupos de riesgo (generalmente en personas adultas). Sobre la vacunación sistemática en la edad infantil estoy de acuerdo con las que hasta ahora se han incluido en los calendarios, al menos en Andalucía. Sabiendo que hay unas vacunas más importantes que otras y cuidando las posibles contraindicaciones, interacciones y efectos secundarios tanto del componente de la vacuna como de los excipientes y adyuvantes. Pero las indicaciones, número de dosis y vacunas van cambiando con el tiempo, lógicamente.

Hay vacunas como la del neumococo o la de la varicela que no creo que se tenga que incluir en los calendarios infantiles de forma sistemática. La primera de estas vacunas, en Andalucía desde hace tiempo solo se administran a los grupos de riesgo y la vacuna frente a la varicela está indicada en pre-adolescentes que no hayan pasado la enfermedad. La varicela es una enfermedad benigna, y muy rara vez produce efectos secundarios, mientras que en la edad adulta es más grave y puede producir malformaciones congénitas si lo sufre una mujer embarazada. Pienso que la inclusión sistemática de esta vacuna se ha movido más por motivos políticos y oportunistas que por necesidades reales, en cualquier caso es una vacuna segura y no he participado de los estudios detallados que han decidido su inclusión por lo que no tengo toda la información necesaria y solo estoy dando una impresión.

En la edad adulta según los riesgos, edad, situación de salud y viajes a zonas endémicas, existen vacunas muy necesarias como las que inmunizan contra la fiebre amarilla, la hepatitis A, las meningitis meningocócicas, etc.

La inclusión sistemática de esta vacuna, la de la varicela, afirma usted, se ha movido más por motivos políticos y oportunistas que por necesidades reales. ¿Y qué motivos políticos oportunistas son esos?

Sorprende, cuanto menos, que de una situación reciente donde no se podía comprar la vacuna, al ser considerarse medicamento de uso hospitalario, se pase al otro extremo: a incluirse de forma sistemática en las primeras edades del calendario. Y poco después de la muerte de un menor por una enfermedad vacunable como la difteria. Lo que originó un lógico debate social al ser una enfermedad que consiguió ser eliminada en el Estado español desde 1987.

El hecho es que el gobierno actual ha cometido muchos errores en el ámbito sanitario, que está provocando que estén dando pasos atrás, por motivos políticos, y también electorales. Las múltiples denuncias de corrupción y puertas giratorias en el tema de la gestión sanitaria privada. El intento de la más amplia e intensa privatización de la Sanidad Madrileña que se paralizó gracias a las luchas del pueblo de Madrid y sus profesionales, ha sido todo un referente y puesto al descubierto la falacia de que «la gestión privada es mejor y más eficiente». La paralización de la ley del aborto, el «caso» del Ébola, el decreto ley que ha dejado fuera del sistema sanitario a la población migrante y que ahora se quiere «enmendar».

En un contexto, que viene de gobiernos anteriores, donde existen áreas y prestaciones sanitarias privadas, como las pruebas diagnósticas, gestionadas por empresas privadas, que encarecen y alargan las listas de espera. Por no hablar de los precios exorbitados de los medicamentos y productos sanitarios, el Tratado de Libre Comercio en inversión que se negocia entre la UE y EE.UU. (TTIP), que el gobierno español y el británico quieren firmar cuanto antes, ¿antes de las elecciones de diciembre?, supondrá un blindaje a las multinacionales del sector que ya están invirtiendo millones de euros a través de sus lobbys o grupos de presión. Las investigaciones y patentes, que pagamos todas, se producen mayoritariamente en las universidades públicas (al menos en nuestro medio), pero pasan a las empresas privadas que son las que obtienen las ganancias. Mientras sigue el estrangulamiento económico y los recortes del profesorado investigador y docente.

¿Debería ser obligatoria la vacunación?

No, también lo comento en el escrito. Es habitual en los gobiernos de derechas o en sociedades donde predomina una mentalidad reaccionaria, los análisis unicausales y las soluciones punitivas. Porque si es obligatoria se castigará a quien no lo cumpla y existen otras soluciones más efectivas. Ahora lo estamos viendo con la mayor oleada de refugiados procedentes de guerras y sociedades desestructuradas causadas, en la mayoría de los casos, por las injerencias de potencias capitalistas occidentales a través de «su brazo armado», la OTAN. Pues bien, los medios de comunicación machaconamente lo reducen a culpar a las mafias de tráfico de personas y a luchar contra ellas, cuando las causas son mucho más profundas y fundamentales. Causas que lógicamente no se quieren tratar porque no interesa que se sepa la verdad de lo que está pasando y quienes son los responsables.

Cuando trabajé como Epidemióloga en un Distrito sanitario del área de la Bahía de Cádiz y La Janda, donde entre otras funciones coordinaba el programa de vacunación, llegamos a conseguir muy altas coberturas de vacunación infantil. Y en muchos años, solo en casos muy, muy excepcionales, los padres se negaban a la vacunación por motivos, vamos a llamarlo, de creencias. O por los posibles efectos secundarios que pudiera tener las vacunas, y que realmente tienen. Junto a un buen trabajo sanitario, la labor pedagógica y de explicación respetuosa y transparente a las personas era suficiente. Igualmente rara vez teníamos algún caso «0 dosis», pero si era más habitual encontrarnos con zonas con graves problemas sociales que necesitaba de un paciente y minucioso trabajo de captación y control de nacidos donde podíamos localizar y ayudar en todo lo referido a los programas de salud, entre los que se encontraba el de vacunación. Aunque ahora no llevo ese trabajo cuando aparecen epidemias de sarampión u otros casos de enfermedades vacunables en realidad nos está mostrando que los programas, y por tanto el sistema sanitario público y universal de salud, está fallando en algo.

¿En qué? ¿Qué se podía hacer más?

Como comentaba antes, las privatizaciones de determinados servicios sanitarios, los recortes, los co-pagos, el Real Decreto aprobado por el PP en 2012, todo ello está afectando muy negativamente al sistema sanitario público de salud. Y a los programas de prevención, obviamente, también. Por ejemplo, si las listas de espera en los resultados de pruebas diagnósticas para el cáncer de colon son altas, ¿Como podemos implementar un programa de prevención del cáncer de colon con esas listas de espera?.

En el caso de los programas de vacunación hay que realizar una labor activa y cuidadosa en las cohortes de niños y niñas nacidos en los diferentes municipios, facilitar la accesibilidad a todas las personas, detectar los casos o zonas menos vacunadas y conseguir la máxima efectividad y seguridad. En definitiva, alcanzar altas coberturas de vacunación, y de inmunización, mayores del 95% y muy distribuido espacialmente para impedir bolsas de pequeños sin vacunar, y conseguir el «efecto rebaño»; implica un sólido sistema de salud universal (para todas las personas sin distinción), equitativo, con el número de profesionales adecuado y de calidad.

Me he olvidado antes. ¿Qué efectos secundarios reales tienen las vacunas en su opinión?

Hay muchas vacunas y diferentes presentaciones comerciales por lo que solo voy a tratar de sintetizar y centrándome más en las que se administran en el calendario vacunal infantil. Hay que aclarar que cada una de ellas tiene su ficha técnica con los componentes y los posibles efectos secundarios detectados previamente y posterior a su comercialización. La síntesis de vacunas en la actualidad son cada vez más eficaces y seguras. Se han minimizado mucho las efectos adversos de las vacunas, en la practica un porcentaje muy bajo de niños presenta fiebre menor de 38ºC y lo mismo para la reacción local. En el caso de la reacción local son casi nulas cuando se realiza una buena homogeneización del producto. También se puede pueden producir reacciones sistémicas, generales, comunes y raras, las primeras suelen ser leves o moderados y no dejan secuelas permanentes:

Reacciones sistémicas comunes: Son menos frecuentes que las reacciones locales. Fiebre; Irritabilidad; Dolor muscular; Malestar general; Cefaleas; Vómitos, diarrea. Erupción cutánea, en forma de exantema generalizado, de breve duración y de aparición tardía (sobre todo tras la triple vírica y la vacuna frente a la varicela); Artralgias, de predominio en articulaciones periféricas, de aparición tardía, normalmente de 1 a 3 semanas tras la administración de la vacuna (sobre todo el componente de rubeola de la triple vírica en adolescentes o mujeres adultas). Se resuelven espontáneamente en varias semanas. Adenopatías generalizadas.

Reacciones sistémicas raras: Son todavía menos frecuentes que las anteriores: Episodio de hipotonía-hiporreactividad; Llanto persistente inconsolable; Reacciones adversas neurológicas; Convulsiones; Encefalopatías.

La vigilancia tras la primera dosis y el control de posibles contraindicaciones, no vacunar en caso de infección o tratamiento que baje las defensas inmunitaria, casos de alergias a antibióticos, etc., son fundamentales para mantener la seguridad de las vacunas al máximo. Además, en el proceso de la vacunación se tienen, se deben tener, todos los recursos necesarios para una eventual reacción y se comunica a los padres la vigilancia de los posibles efectos secundarios y las recomendaciones consiguientes.

¿Por qué es tan importante acompañar la vacunación con otras acciones esenciales, básicas?

La historia nos lo muestra, no solo con la vacunación también con los tratamientos. Hay estudios y estadísticas, como el gráfico que adjunto en el artículo, donde se visibiliza muy bien que el descenso de la incidencia de graves enfermedades infecciosas, se produjo antes del descubrimiento del microorganismo o de los antibióticos y vacunas correspondientes. Porque la ciencia ha demostrado que la inmunidad, la resistencia a los microorganismos patógenos, comienza con una buena alimentación, unos buenos cuidados de higiene y vivienda y un saneamiento adecuado. A su vez, estos últimos impiden la proliferación externa de dichos microorganismos.

Lo primero es un organismo «fuerte», -lo interno-, ayudado en buena medida de una adecuada alimentación y unos cuidados básicos, -lo externo-, que se retroalimentan. Pero también evitar el hacinamiento de animales y personas, causas que provocaron las primeras epidemias en la revolución neolítica debido al desarrollo de la agricultura, ganadería y a la concentración humana en ciudades. Si a todas esas acciones esenciales se añade la posibilidad de tratamientos con antibióticos y vacunas, nos permiten en muchas ocasiones la eliminación en amplias zonas y regiones de enfermedades vacunables y no vacunables.

La desnutrición producto de las políticas industriales, recuerda usted, «mata a más personas que el sida, el paludismo y la tuberculosis juntas». ¿Y qué debemos inferir de ello? ¿Por qué habla de «políticas industriales?

Cuando hablo de políticas industriales me refiero a las grandes industrias agropecuarias que promueven el monocultivo en diferentes países y regiones del mundo, habitualmente más pobres y dependientes de los países capitalistas más ricos. Estados Unidos es el ejemplo más paradigmático. Tanto la revolución industrial que produjo una concentración de la propiedad de la tierra, el aumento y extensión de los latifundios; como la revolución «verde» que concentró grandes propiedades de la tierra en países de América y Asia (también en África) en «pocas manos» e introdujo los agrotóxicos (pesticidas, herbicidas y fertilizantes); empobreció al campesinado. Y más reciente, la llamada biotecnología con la utilización de semillas y alimentos transgénicos y la biología sintética (fabricación de productos industriales a partir de las plantas) es una «vuelta de tuerca» más en la concentración de la riqueza en unas pocas empresas transnacionales, el empobrecimiento y dependencia de los pueblos por el monocultivo, por la contaminación del medio ambiente y por la necesidad de comprar dichas tecnologías, incluidas las semillas; además de provocar una menor calidad de los alimentos que produce.

Todo esto ha supuesto la persistencia del hambre en el mundo, millones de campesinos desposeídos de sus tierras de subsistencia. Igual ocurre en el sector ganadero y de la pesca. Ese empobrecimiento mundial -causado por las políticas industriales capitalistas- es causa principal de la desnutrición infantil que mata a niños y adultos por el debilitamiento y las enfermedades infecciosas: diarreas y enfermedades respiratorias, entre otras. Todas esas enfermedades relacionadas con la desnutrición mata a más personas que tres de las más importantes y mortales enfermedades infecciosas en el mundo: el sida, el paludismo y la tuberculosis (que obviamente también están relacionadas con la pobreza).

La sigo molestando en breve.

De acuerdo y no molesta

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.