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Las mujeres iraquíes obligadas a renunciar a sus empleos y a sus matrimonios

Fuentes: IRIN.News

Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Cuando Suha Abdel-Azim, de 38 años, recibió una carta de su jefe en la que le comunicaba que tenía que dejar de trabajar por razones de seguridad, no podía creerlo. Después de tres años como ingeniera en una compañía local, fue despedida sin indemnización.

«Me quedé destrozada cuando me dijeron que me despedían. Era una trabajadora excelente y había realizado muchos proyectos fantásticos y rentables pero ya no querían una mujer con ellos. Trataron de explicarme que era muy peligroso para la compañía emplear a mujeres: la compañía había recibido amenazas», dijo Suha.

«Intenté convencerles de que podía trabajar desde casa. Tengo dos niños que alimentar y he estado sola desde que los insurgentes mataron a mi marido en 2004 por trabajar en una compañía extranjera. Pero todo fue en vano. Se limitaron a mandarme a casa», dijo.

Suha está ahora desempleada. Ha estado intentando encontrar otro trabajo pero, por ser mujer, es muy difícil que pueda encontrarlo.

«Les encanta cuando ven mi currículum vitae, pero a continuación dicen que no pueden emplearme porque soy una mujer y podría ser demasiado peligroso para ellos. La mayoría de las compañías de construcción locales sólo tienen ahora hombres trabajando para ellas», explicó.

El desempleo afecta a los niños

«Alrededor del 14% de las familias iraquíes tienen una mujer como cabeza de familia y a menudo son responsables de gran número de niños. El aumento del desempleo entre ellas se traduce en más niños sin apoyo», dijo Sarah Muzulak, portavoz de la Asociación de Derechos de la Mujer (WRA, en sus siglas en inglés), con sede en Bagdad.

«La discriminación actual contra las mujeres no tiene precedentes. Están siendo despedidas por razón de su género; eso es inaceptable», añadió.

Las mujeres alegan que están siendo amenazadas por trabajar fuera de sus hogares y en lugares donde hay una presencia mayoritaria de hombres.

«Los insurgentes y las milicias nos quieren fuera del entorno laboral por muchas razones: Algunos porque creen que las mujeres han nacido para quedarse en el hogar -cocinar y limpiar- y otros porque dicen que va contra el Islam compartir el mismo espacio con hombres que no son parientes cercanos», dijo Nuha Salim, portavoz de la ONG Libertad para las Mujeres, con sede en Bagdad

Obligadas a divorciarse

En Iraq, para otras mujeres, el problema va mucho más allá del desempleo. A causa de la espiral de violencia sectaria, se ven obligadas a casarse con hombres de su propia secta aunque lleven años enamoradas de un hombre de otra secta diferente.

«Desde hace más de tres años, estoy enamorada de un compañero de mi instituto. Mi familia iba a aceptar nuestro matrimonio pero el pasado año, cuando mi primo fue asesinado por militantes chiíes, mis padres me prohibieron casarme con él», dijo Nur Abdel-Amir, de 23 años, residente en Bagdad.

«Hace dos meses que me han prometido para un matrimonio forzoso. Es de mi propia secta, pero ni a mí me gusta él ni él me ama a mí y no tenemos otra opción. Si le rechazo, podría morir y así tendré que vivir el resto de mi vida con un hombre con el que no quiero siquiera imaginar que voy a tener que despertarme cada mañana», añadió Nur.

Nuha, de Libertad para las Mujeres, dijo que el problema es grave y que cada día que pasa va a peor. Lo que está sucediendo ahora en Iraq no tiene nada que ver con lo que ocurría en los días del régimen de Sadam Husein, cuando era seguro casarse entre personas cualquiera que fuera su secta.

«Hay casos de mujeres que, al ser de otra secta, se están viendo obligadas a firmar los papeles de divorcio tras ser amenazadas por la familia del marido, incluso aunque hayan estado viviendo en armonía durante años y niños inocentes se vean implicados en los hechos», añadió.

Profesoras haciendo frente a las amenazas

Las milicias chiíes han prohibido también a las mujeres que enseñen a otras mujeres. La amenaza se ha convertido en un hecho real cuando dos profesoras, una en el distrito de mayoría chií de Ciudad Sadr y otra en la barriada de Kadimiya, fueron asesinadas por dar clase a mujeres analfabetas cerca de sus domicilios.

«Eran mujeres valientes que se enfrentaron a la violencia y trataron de promover la educación entre quienes no habían tenido jamás la oportunidad de acceder a ella», dijo Nuha. «Fueron asesinadas tan sólo porque querían ayudar a otras mujeres a leer y a escribir».

En muchos pueblos, las niñas han sido sacadas del colegio y obligadas a permanecer en casa sin recibir educación.

«Las niñas y mujeres no necesitan leer. Deberían ser buenas madres y amas de casa. En los colegios sólo les están imbuyendo nuevas y modernas ideas que son incompatibles con sus deberes como mujeres musulmanas», dijo Jalid Hasan, un oficial del Ejército del Mahdi en el gobernorado de Muzana.

«Hemos amenazado a todos los profesores que viven cerca de nuestros pueblos, diciéndoles que dejen de enseñar, especialmente a las mujeres y niñas», dijo Hasan.

Muzulak, del WRA, dijo que muchas organizaciones de mujeres activistas en Iraq están desarrollando proyectos para ofrecer educación gratuita a las mujeres, pero la mayoría de ellas han sido amenazadas recientemente y probablemente se verán obligadas a no seguir trabajando por razones de seguridad.

Fuente:

http://www.irinnews.org/Report.aspx?ReportId=72451

Sinfo Fernández forma parte del colectivo de Rebelión y Cubadebate