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Las protestas estallan en Iraq

Fuentes: The Common Ills

Hoy [viernes 9 de septiembre] se han producido protestas en todo Iraq. La imagen de abajo es una toma del video que ha colgado The Great Iraqi Revolution [1] de las protestas de Ramadi. Este viernes se ha llamado «el alba de los liberadores». TGIR informa de que al menos 50 manifestantes fueron detenidos en […]

Hoy [viernes 9 de septiembre] se han producido protestas en todo Iraq. La imagen de abajo es una toma del video que ha colgado The Great Iraqi Revolution [1] de las protestas de Ramadi. Este viernes se ha llamado «el alba de los liberadores». TGIR informa de que al menos 50 manifestantes fueron detenidos en la provincia de Wasit [2], mientras que en Bagdad la policía cargó duramente contra manifestantes [3].

Manifestación en Tahrir Square, Bagdad, 9 de septiembre de 2011. Foto: The Great Iraqi Revolution.

Las fotos que los manifestantes de Bagdad portaban eran las de Hadi al-Mahdi, el periodista asesinado. The Great Iraqi Revolution señala: «Nuestro corresponsal en Bagdad afirma que ‘las fuerzas gubernamentales se negaron a entregar el cuerpo de Hady Mahdy, el periodista asesinado, para que se pudieran organizar los funerales públicos. No permitieron siquiera que se celebrara un funeral simbólico. Hadi Mahdi, ¡qué grandeza! Te temen vivo o muerto’.»

El New York Times, con un breve de 113 palabras sobre la noticia no dice ni una sola palabra sobre que Haidi fue uno de los periodistas implicado en las manifestaciones del 25 de febrero ni de que fue torturado por las fuerzas iraquíes. No hay nada que diga que Haidi llamó a Nouri al Maliki, o de que las fuerzas comandadas por Maliki torturaron a Haidi.

La organización Human Rights Watch ha declarado desde Beirut que » […] Las autoridades iraquíes deben llevar a cabo de manera inmediata una investigación completa y transparente sobre el asesinato del Haidi al-Mahdi -popular periodista de la radio y habitualmente crítico con el gobierno- perpetrado el pasado 8 de septiembre en su casa en Bagdad, y juzgar a los culpables».

Joe Stork, responsable de Human Rights Watch en Oriente Próximo ha declarado que «[…] El asesinato de Haidi al-Mahdi subraya tristemente que el periodismo en Iraq sigue siendo una profesión mortal» y añade que «[…] tras más de seis años de democracia, los iraquíes que expresan públicamente sus opiniones corren un gran peligro».

Los testigos del crimen declararon a Human Rights Watch que no vieron señales de lucha o de intento de robo, lo que indica que el asesinato fue deliberado. El móvil, el portátil y otros objetos de valor de al-Mahdi permanecen en su casa.

Haidi al-Mahdi, un periodista freelance y director de teatro, era abiertamente crítico con la corrupción del gobierno y la desigualdad en Iraq. Su popular programa de radio, «To Whoever Listens» [A quien escuche], se emitía en Bagdad tres días por semana, antes de que él lo dejara, hará unos dos meses. El atractivo de la emisión era su audacia y mordacidad, unido a su sentido del humor, afirma Human Right Watch. Tras las masivas protestas por la democracia y contra la corrupción del llamado Día de la Ira del 25 de febrero, se fue implicando cada día más en la organización del nuevo movimiento de protestas en Bagdad.

Human Rights Watch habló con al-Mahdi durante la manifestación del 25 de febrero y él resaltó la importancia de una protesta pacífica. Cuando la policía empezó a actuar violentamente contra grupos de manifestantes y estos empezaron a lanzar piedras contra la policía, Human Rights Watch vio a al-Mahdi, en su papel de organizador, haciendo una cadena humana para impedir que la policía y la multitud exaltada se enfrentara e intentando que la paz se mantuviera. Muchos de los que formaron parte de la cadena humana resultaron heridos, bien por la policía o por las piedras que algunos manifestantes lanzaron a la policía.

Acabadas las protestas, las fuerzas de seguridad le detuvieron junto a otros tres periodistas en un restaurante de Bagdad. La policía los golpeó, les tapó los ojos y los amenazó con torturarlos en el subsiguiente interrogatorio [4]. Cuando al día siguiente fueron puestos en libertad, al-Mahdi indicó a Human Right Watch que durante los interrogatorios le habían obligado, estando con los ojos tapados, a firmar lo que le dijeron era una confesión de su crimen y además la renuncia a volver a participar en futuras protestas. Mostró los cardenales y las marcas de golpes en la cara, el cuello, los hombros, las piernas y el abdomen.

Al-Mahdi siguió yendo y organizando muchas de las manifestaciones de los viernes celebradas en la plaza Tahrir de Bagdad. Dijo a Human Right Watch que el pasado 4 de marzo, durante una de las manifestaciones se le acercó un desconocido y de modo intimidatorio y le dijo que las fuerzas de seguridad le estaban vigilando y tras ello leyó la lista de todas las personas con las que al-Mahdi había hablado por teléfono ese día. El día 11 de marzo, al-Mahdi dijo que la semana anterior había recibido muchas amenazas por teléfono y mediante mensajes para que no se acercara a la plaza Tahrir. Al-Mahdi era, además, uno de los más destacados organizadores de la gran manifestación del viernes 9 de septiembre, la primera tras el ramadán.

Otro momento de las manifestaciones del 9 de septiembre en Bagdad. Foto: The Great Iraq Revolution.

En su Facebook estaba el anuncio de la manifestación y además describió las amenazas que había recibido horas antes de su muerte: «Basta… durante los últimos tres días he vivido en un estado de terror. Alguien mi llama y me amenaza con asaltos y detenciones masivas de manifestantes. Hay alguien que dice que el gobierno hará esto y lo otro. Hay alguien con un nombre falso que entra en Facebook y me amenaza. Participaré en las manifestaciones porque soy uno de los que las apoyan. Creo firmemente que el proceso político [actual] es un fracaso nacional económico y político. Merecemos un cambio y un gobierno mejor. En resumen, no represento a ningún partido político u otra organización, sino a la espantosa situación en la que vivimos. Me enferma ver a nuestras madres mendigando por las calles y me asquea ver la gula y el saqueo de las riquezas de Iraq a manos de los nuevos políticos».

El asesinato de al-Mahdi es el resultado de años de violencia contra los periodistas en Iraq. Muy recientemente -el pasado 29 de agosto- en Suleimaniya Asos Hardi [5], un prominente periodista, sufrió una paliza a golpe de pistola, lo le supuso 32 puntos de sutura y hospitalización.

Desde el inicio de las protestas del pasado mes de febrero contra la extendida corrupción y la falta de servicios públicos en Iraq, los periodistas han padecido una escalada de ataques y amenazas llevada a cabo, entre otros, por miembros de las fuerzas de seguridad del gobierno.

«[…] En Iraq, los periodistas estamos acostumbrados a que nos ataquen pero esto se pasa de castaño oscuro» ha declarado a Human Rights Watch Amaral Shahbander, director del Instituto de Guerra y Paz en Iraq y amigo de al-Mahdi, después de ver el cadáver de su amigo tirado en la cocina de su casa. «[…] Este ataque ha sido distinto porque normalmente a los periodistas los asesinan mientras trabajan y de alguna forma se pueden esperar bajas en zonas de guerra, pero que te asesinen mientras estás sentado en tu casa es demasiado».

Emad al-Ebadi, otro amigo de al-Mahdi, dijo a Human Rights Watch que al-Mahdi confesó que estaba recibiendo amenazas de muerte diarias a través de las redes sociales y en el móvil con llamadas con número oculto. «[…] Vino muy preocupado y enfadado y me enseñó las llamadas recibidas. Siempre intentaba calmarlo y decirle que no se preocupara mucho por esas llamadas y le advertía de que, al mismo tiempo, tuviera cuidado y estuviera alerta».

Al-Ebadi, un periodista de la televisión que con frecuencia había criticado a parlamentarios y miembros del gobierno, sobrevivió a un atentado el pasado 23 de noviembre de 2009, cuando unos atacantes desconocidos le dispararon en el cuello y en la cabeza.

Al-Shahbander expresó esperanza de que el asesinato de al-Mahdi no impidiera que los periodistas de Iraq siguieran informando de los acontecimientos en el país. «Han sido muchos los periodistas secuestrados, intimidados y asesinados en Iraq, pero no importa, continuarán haciendo su trabajo», afirmó. «Este asesinato simplemente demuestra el grado de desesperación de los enemigos de la democracia», concluyó Al-Sahbander.

Baghdad, protestas del 9 de septiembre. Foto de Rami al-Hayali para the Great Iraqi Revolution

Otra cuestión que se ha de señalar es la reflejada en el artículo de Al Mada [6] en el que Hoshnyar Zebari declara que el gabinete de Nuri y el Parlamento deben decidir cuántas tropas estadounidenses permanecerán en Iraq después de 2011, mientras las negociaciones continúan Nuri mantiene que un acuerdo solo puede realizarse bajo la jurisdicción del consejo de ministros y que no necesita el respaldo del Parlamento. Esta postura de Maliki no es nueva, lo que es nuevo es que Zebari no sea consciente de ello.

Notas: 1.- Véase su página en Facebook: https://www.facebook.com/Great.Iraqi.Revolution. 2.- Véase eninglés: TGIR reports that at least 50 demonstrators were arrested in Wasit Province 3.- Iraqi protesters document the attack of the government thugs on the peaceful protesters who chanted «We come in peace» , disponible en la página de Facebook de The Great Iraqi Revolution: http://www.facebook.com/Great.Iraqi.Revolution/posts/245118405531207 in Baghdad (below), the protesters were attacked by the police (watch Samir al-Iraq’s video of screen snap until the end and you’ll see the protesters running as the forces advance). 4.- Human Rights Watch «Iraqi Kurdistan: Prevent Attacks on Protesters», 7 de marzo de 2011, disponible en: http://www.hrw.org/news/2011/03/07/iraqi-kurdistan-prevent-attacks-protesters 5.- Human Rights Watch «Iraqi Kurdistan: Prominent Journalist Assaulted», 30 de agosto de 2011, disponible en ingles en: http://www.hrw.org/news/2011/08/30/iraqi-kurdistan-prominent-kurdish-journalist-assaulted 6.- Al Mada, 9 de septiembre de 2011, disponible en árabe en: http://www.almadapaper.net/news.php?action=view&id=48355

Texto original en inglés en: http://www.uruknet.info/?p=8126

Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde