Bertolt Brecht (1898-1956) el gran dramaturgo alemán que revolucionó la escena y comprometió su vida en la lucha contra el nazismo, comenzó a publicar sus «Historias del señor Keuner» en 1930 en la revista Versuche. Sus creaciones artísticas están concebidas y sostenidas por la crítica a las convenciones, la lucha ideológica, y la intención ética […]
Bertolt Brecht (1898-1956) el gran dramaturgo alemán que revolucionó la escena y comprometió su vida en la lucha contra el nazismo, comenzó a publicar sus «Historias del señor Keuner» en 1930 en la revista Versuche. Sus creaciones artísticas están concebidas y sostenidas por la crítica a las convenciones, la lucha ideológica, y la intención ética educacional, junto con la construcción literaria y el trabajo artístico más exigente. Entre sus obras de teatro destacan «La ópera de tres peniques», «Terror y miseria del Tercer Reich», «Vida de Galileo», «Madre Coraje», «La buena persona de Sezuan», sin olvidar «Poemas y canciones», o sus «Escritos sobre teatro» publicado en el 2004 en Alba Editorial cuya lectura se hace necesaria a cualquier amigo del autor o del teatro.
Las brevísimas «Historias del señor Keuner» ahora en las librerias también en Alba Editorial son textos que fueron apareciendo a lo largo de su vida o encontrándose, como es el caso de algunas, tras su muerte. Consideradas como micronarraciones, alegorías en su forma narrativa, acuden a quien las lee y lo abrazan sorprendiéndole y haciéndole pensar en la sugerencia de su contenido para que el lector descubra conforme tira de algún pequeño hilo, de algún aspecto que ha quedado en un segundo plano. Siempre actuales y siempre abrasadores para los corresponsales del poder omnímodo de las minorías, sus textos transmiten en un modo que atrapa al lector con lo que quiere decir; lean el siguiente: «Si los periódicos son un instrumento del desorden, también lo son del orden. Precisamente las personas como el señor Wirr demuestran con su descontento el valor de los periódicos. Piensa el señor Wirr que le preocupa el escaso valor actual de los periódicos, cuando lo que en realidad le preocupa es su valor futuro.» Otro sobre periódicos: «El señor Keuner se encontró con el señor Wirr, el adversario de los periódicos.
– Soy un gran enemigo de los periódicos -dijo el señor Wirr-, no quiero que haya periódicos.
– Yo soy un enemigo aún mayor de los periódicos -replicó el señor Keuner-, yo quiero otros periódicos.»
Lean este otro que a los españoles nos devuelve la memoria histórica resultando actual por demás: «EL VINO Y LAS UVAS»: «Le preguntaron al señor Keuner si los padecimientos volvían mejor al ser humano. Él impugnó esto y dijo:
-Si las uvas existieran solamente para el vino, sería lícito apreciar el lagar tanto como el Papa aprecia al general Franco.»
El último, y por desgracia también actual: «Alguien dijo al señor Keuner:
– Nuestros jueces son sobornables.
– El señor Keuner respondió:
– Por desgracia ni siquiera es así. Son insobornables. Ni siquiera con las mayores sumas de dinero puede uno sobornarlos para que hagan justicia.»
Esta edición aporta una novedad sobre otras anteriores, contiene quince historias que hasta ahora no se habían conocido. Polisémicas como resulta en su sentido, encontrará o quizás descubrirá una multitud de referencias a su propia vida personal, a la vida social, económica, y claro que sí, política, del mundo y el estado en que nos toca vivir.
Se lo recomiendo, lea el libro, lo tendrá entre los inolvidables.
Título: Historias del señor Keuner.
Autor: Bertolt Brecht.
Editorial: Alba.