Traducido para Rebelión por Loles Oliván
El Partido Baas de Iraq, desplazado del poder por la fuerza tras la invasión dirigida por Estados Unidos en 2003, considera que los documentos militares estadounidenses filtrados podrían ayudar a interponer una demanda contra el gobierno de Estados Unidos por la guerra.
Según han informado miembros del partido, responsables baasistas tienen previsto reunirse con expertos en Derecho Internacional en marzo para discutir la posibilidad de emprender acciones legales contra Washington.
Consideran que la publicación en WikiLeaks de 400.000 documentos que el ejército de Estados Unidos tenía intención de mantener en secreto ha reforzado las posibilidades de promover una demanda.
Los archivos de WikiLeaks, que vieron la luz el mes pasado, documentan una letanía de abusos a prisioneros y muertes de civiles a manos de las fuerzas estadounidenses y, según la página Web denunciante de las irregularidades, incluyen pruebas de posibles crímenes de guerra por parte de las tropas de Estados Unidos.
«Los documentos de WikiLeaks son importantísimos porque exponen ante el mundo los hechos de la ocupación ilegal», afirma en una entrevista Abu Muhammad, portavoz oficial del partido Baas. Tal vez sirvan de base para una futura acción legal contra los criminales involucrados en la guerra, y les obligue a pagar una indemnización a las víctimas de la destrucción del Estado de Iraq».
«Los documentos son pruebas que apoyarán una acción legal apropiada que garantice los derechos de los iraquíes, que si no es llevada adelante por nosotros, será llevada por generaciones futuras».
Abu Muhammad, que habló a condición de que se le identificase únicamente por su nombre de guerra, es el portavoz oficial del partido Baas iraquí. Ser miembro es ilegal desde que el partido fuera prohibido en 2003, tras décadas de gobierno muy represivo.
Miembros del partido Baas, dirigido por Izzat Ibrahim Al-Duri, asesor jefe del depuesto presidente Sadam Husein, han combatido en la insurgencia contra Estados Unidos y contra el gobierno iraquí tras la invasión. Todavía leales al ex dirigente de Iraq, insisten en que su expulsión del poder fue ilegal y que la actual administración iraquí y el proceso político democrático en ciernes son ilegítimos porque han sido creados en presencia de un ejército de ocupación extranjera.
«Estamos organizando una reunión para marzo con abogados especialistas en Derecho Internacional y Derecho Humanitario en la que discutiremos si hay mediadas que podamos tomar», afirma Abu Muhammad. Pudiera ser que podamos presentar una demanda ante el Tribunal Penal Internacional o en tribunales nacionales».
Sin dar más detalles, añadió que hasta que no haya tenido lugar el asesoramiento jurídico es imposible saber si merece la pena plantear una demanda.
Activistas contra la guerra han declarado igualmente que los archivos de Wikileaks pueden integrar parte importante de una demanda legal contra los responsables occidentales involucrados en la guerra, incluidos el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush y el ex primer ministro británico Tony Blair, aunque aún no se ha presentado ninguna demanda.
Intentos vacilantes de emprender acciones legales por la invasión de Iraq de 2003 ya se han dado, si bien con poco éxito, por parte de activistas que pretenden utilizar el principio de jurisdicción universal para procesar a quienes están detrás del conflicto.
A pesar de mantener que el proceso político actual en Iraq es ilegítimo, Abu Muhammad confirmaba asimismo que el partido respaldó la Lista Iraqiya de Iyad Allawi en las elecciones nacionales. Allawi condujo su coalición a una estrecha victoria en las elecciones de marzo, aunque no consiguió asegurarse un gobierno mayoritario y posteriormente fue hábilmente superado para el puesto de primer ministro por su rival de turno, Nuri Al-Maliki.
Ganando apoyo sectario, Iraqiya obtuvo el respaldo especialmente en zonas de mayoría suní típicamente asociadas a miembros del partido Baas. Antes de las elecciones, Iraqiya se vio sacudida por acusaciones de asociación cercana con miembros proscritos del partido Baas y a algunos de sus principales candidatos se les prohibió presentarse al Parlamento por supuestas conexiones.
La controversia sobre el estatuto del Baas y de los antiguos miembros del partido sigue proyectando una sombra sobre el paisaje político de Iraq que podría conducir, incluso, al colapso de los frágiles acuerdos de reparto de poder, con Iraqiya presionando para que se ponga fin al agresivo proceso de desbaasificación.
«Como miembros del partido Baas nuestro objetivo no es respaldar a Iyad Allawi como primer ministro; nuestro objetivo es la resistencia y poner fin a la ocupación», aseguró Abu Muhammad.
«No participamos en las elecciones, pero apoyamos a Iyad Allawi porque quería acabar con las políticas sectarias, un Iraq unido y que se ponga fin al proyecto iraní de infiltración en el país».
A pesar de subrayar que Iraqiya no es un sustituto del partido Baas y de negar que miembros del partido Baas hayan emitido votos para Allawi, Abu Muhammad declaró que la victoria de Iraqiya indicó la fuerza de los sentimientos nacionalistas de base, tal como los expone el partido Baas.
«Queríamos enviar el mensaje a los iraquíes, a los estadounidenses y al mundo de que los miembros del partido Baas son un poder real sobre el terreno en Iraq: si deciden apoyar a un grupo, ganará las elecciones».
Y agregó: «Si una parte de los baasistas hicieron que Iyad Allawi ganase las elecciones, imagínese lo que sucederá si nos empleamos todos los miembros del partido».
El portavoz del partido Baas sugirió también que su formación podría tomar una actitud «positiva» hacia el próximo gobierno iraquí si opera una fórmula no-sectaria para compartir el poder defendida por Iraqiya.
Sin embargo, declaraba que el grupo se estaba preparando para una nueva guerra contra la influencia iraní una vez que las fuerzas de Estados Unidos se retiren del país a finales del próximo año.
«Tras la retirada estadounidense, si Irán y sus agentes impiden unas elecciones justas (incluida la participación del partido Baas) la otra opción para nosotros será las armas», afirmó. «No permitiremos que Irán controle Iraq a través de sus partidos satélite.
«La resistencia iraquí ha obligado a los estadounidenses a abandonar Iraq y no permitiremos que Irán se relaje y se haga con el control de todo».
rCR