Detenidos iraquíes fueron gravemente torturados, golpeados y violados en un complejo carcelario de la Policía Nacional Iraquí en 2006, según un cable confidencial del Departamento de Estado publicado por WikiLeaks. El hecho de que los oficiales estadounidenses descubrieran el abuso no llevó a que se investigaran los delitos cometidos y además se permitió que continuasen […]
Detenidos iraquíes fueron gravemente torturados, golpeados y violados en un complejo carcelario de la Policía Nacional Iraquí en 2006, según un cable confidencial del Departamento de Estado publicado por WikiLeaks. El hecho de que los oficiales estadounidenses descubrieran el abuso no llevó a que se investigaran los delitos cometidos y además se permitió que continuasen muchos de esos maltratos.
El 30 de mayo de 2006, en «una inspección conjunta de Iraq y Estados Unidos» de un centro carcelario «se descubrió a más de 1.400 detenidos en lamentables condiciones de hacinamiento», muchos de los cuales estaban detenidos ilegalmente. Los prisioneros «mostraban moratones, huesos rotos y marcas de latigazos; muchos afirmaban que habían sido colgados por las esposas de un gancho en el techo y que los habían golpeado en las plantas de los pies y en las nalgas».
Los inspectores encontraron un dispositivo de tortura donde «un gancho […] en el techo de una habitación vacía de la instalación» estaba «acoplado a un sistema de cadenas y poleas que normalmente se utiliza para elevar vehículos» y «había gotas de sangre en el suelo, justo debajo». Los 41 prisioneros entrevistados por los inspectores estadounidenses han declarado que fueron torturados; 37 menores de edad estaban retenidos ilegalmente.
También se difundió que se produjeron violaciones y abusos sexuales, sobre todo de jóvenes adolescentes. Según se dice en el cable filtrado, «[…] Varios menores detenidos declararon […] que los interrogadores habían utilizado amenazas y actos de violación anal para inducir confesiones y habían obligado a los menores a que les hicieran una felación durante los interrogatorios».
El Ministerio del Interior iraquí, presuntamente responsable de la mayoría de los abusos, habría colaborado con Estados Unidos para trasladar a cientos de detenidos de otras instalaciones en Bagdad de la Policía Nacional iraquí, entre ellas la Base estadounidense de Operaciones Avanzadas ‘Justicia’, lo cual contribuyó a aumentar el «grave hacinamiento» descrito en el cable.
El centro carcelario -que en el cable aparece denominado simplemente como ‘Sitio 4’- había «sobrepasado los límites aceptables de capacidad», pues los detenidos carecían de suficiente espacio para tumbarse, tenían escasa ventilación, wáteres atascados y las aguas residuales llegaban hasta las celdas. Las condiciones eran tan deplorables que los detenidos padecían «piojos, sarna e infecciones» y se les limitaba el suministro de agua.
Los responsables del Ministerio del Interior emplearon el argumento de la «manzana podrida» ante los inspectores estadounidenses al declarar que sólo tres interrogadores habían abusado de sus prisioneros; pero el embajador que escribió el cable lo descartó como prácticamente imposible y en los días siguientes se identificó a varios torturadores más. Kevin Gosztola informa [1]: «A consecuencia de la inspección del ‘Sitio 4′ se dictaron órdenes de prisión para ’50 sospechosos de cometer abusos’, pero el ministerio sólo hizo efectivas tres de esas órdenes y no se celebró ningún juicio por los sospechosos».
Aunque el embajador que escribió el cable hizo estrictas recomendaciones de que se iniciaran investigaciones penales y se diera libertad a los presos ilegalmente retenidos, no se realizó ningún estudio concienzudo de las responsabilidades del caso. Ya anteriormente se habían descubierto otros ejemplos de estrecha colaboración entre Estados Unidos y las fuerzas represoras iraquíes del Ministerio del Interior [2], y los registros de la guerra de Iraq publicados por WikiLeaks revelan que existía una orden militar secreta de Estados Unidos para ignorar los casos de tortura y abuso cometidos por los interrogadores iraquíes [3].
Estas revelaciones sirven para recordar lo incompleta que está aún la imagen que tenemos de las torturas cometidas por Estados Unidos, y por grupos que cuentan con su apoyo, contra los detenidos desde que comenzó la guerra contra el terrorismo. Ahora se están conociendo detalles de los abusos de Guantánamo, Bagram, Abú Ghraib y de los centros de internamiento a donde fueron enviados, pero sólo ha aflorado una mínima parte de todos los abusos y delitos.
Los indicios apuntan a que semejantes abusos siguen existiendo. No sólo la administración de Obama estableció un sistema de arresto indefinido sin cargos para muchos presos de Guantánamo, sino que un informe reciente de Naciones Unidas ha descubierto que el gobierno afgano, respaldado por Estados Unidos [4], está torturando presos en varias cárceles afganas con palizas, agresiones sexuales y tratamiento de shock eléctrico.
Notas del autor y de IraqSolidaridad:
1. Kevin Goszola, «WikiLeaks Cable: Iraqi Interrogators Rape Juveniles to Get Confessions», The Disenter, 12 de septiembre de 2011, disponible en inglés en: http://dissenter.firedoglake.
Texto original en inglés en: http://www.uruknet.de/?s1=8&p=
Traducido para IraqSolidaridad por Consuelo Delgado