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Los francotiradores norteamericanos disparan deliberadamente contra ambulancias. Acceso a informe completo en pdf

Los hospitales iraquíes se desmoronan bajo la ocupación

Fuentes: Iraq Solidaridad

Este informe ilustra de forma muy clara el fracaso absoluto de EEUU a la hora de cumplir incluso los más mínimos deberes humanitarios como potencia ocupante. Y más importante aún, ofrece un cuadro de un sistema sanitario que se ha deteriorado desde el comienzo de la guerra, habiendo fracasado a la hora de revertir esa decadencia. Desde el punto de vista de la sanidad pública, el fin de la ocupación, con una retirada programada de todas las tropas extranjeras, se constituye en la necesidad más urgente

Trabajadores médicos de Faluya declararon que los francotiradores de los marines dispararon deliberadamente contra varias ambulancias que operaban en Faluya durante el asedio de EEUU a la ciudad. En la foto, ambulancia en el estacionamiento del Hospital General de Faluya con agujeros de bala en el lado del parabrisas del conductor

«[…] A principios de 2004, antes de que el presente informe empezara a ponerse en marcha, el Dr. Geert Van Moorter, un médico belga, dirigió una misión de investigación en Iraq donde inspeccionó hospitales, clínicas y farmacias. Van Moorter concluía en su informe: ‘Desde el final de la guerra, no había llegado material médico a parte alguna. El existente, anticuado, averiado o funcionando con dificultades tras los doce años de embargo, se había deteriorado aún más durante el pasado año’.

Los hallazgos del presente informe sugieren que las declaraciones del Dr. Van Moorter siguen siendo hoy una realidad, aunque la situación se ha complicado aún más por el continuo deterioro del equipamiento, suministros y equipo de personal debido al gran incremento de pacientes a causa de la naturaleza violenta de la ocupación. Este informe documenta la carencia desesperada de suministros a que se enfrentan los hospitales, el efecto desastroso que la ausencia de servicios básicos como el suministro de agua y electricidad tiene sobre los hospitales y la alteración de los servicios médicos que causan las irrupciones de las fuerzas militares estadounidenses en los hospitales iraquíes.

Este informe proporciona además un examen de la situación que desborda a los hospitales en Iraq para destacar la necesidad desesperada de llevar a cabo la prometida rehabilitación del sistema sanitario. Los estudios de casos ponen de relieve varios de los resultados y demuestran que los iraquíes necesitan reconstruir y rehabilitar el sistema sanitario. Los esfuerzos de reconstrucción que podrían haber realizado las firmas estadounidenses han brillado por su ausencia y para colmo no se ha permitido que los contratistas iraquíes hicieran ese trabajo.

Ha quedado muy claro que no ha funcionado el modelo implantado en Iraq de un ‘sistema globalizado de libre comercio’, limitado de hecho a los estadounidenses y a unos cuantos contratistas occidentales. Continuar imponiendo ese sistema defectuoso y fracasado sobre el país sólo logrará empeorar la actual crisis sanitaria.

Complicando aún más los problemas de carencia de equipamiento y medicinas en los hospitales iraquíes, los índices de ocupación alcanzaban la cifra de entre el 80 y el 100% en todos y cada uno de los hospitales inspeccionados, debido a los intensos combates, a los coches-bomba y a la tasa sumamente alta de delitos en el Iraq ocupado.

[…]

Este informe apoya la conclusión de muchos observadores de que la guerra y la ocupación (y las sanciones previas [impuestas en 1990] tienen la culpa fundamentalmente de la situación espantosa en que se encuentra actualmente la sanidad en Iraq. Hasta 1990, Iraq tenía uno de los mejores sistemas sanitarios de Oriente Medio. Ese sistema era el resultado del profundo compromiso que los profesionales sanitarios iraquíes tenían con sus pacientes; una planificación cualitativa orientada a largo plazo por los sucesivos gobiernos iraquíes desde 1930; con un buen funcionamiento y disciplinadas (aunque a veces con mano dura) estructuras gubernamentales.

Hace pocos meses que se ha proclamado un gobierno autónomo en Iraq, aunque tanto su legitimidad como su autonomía son altamente cuestionables. Puede argumentarse con facilidad que la existencia de este gobierno no cambia el estatus de EEUU como potencia ocupante. Por tanto, EEUU tenía la responsabilidad de atenerse a los procedimientos del derecho internacional, especialmente del derecho humanitario y de las leyes sobre derechos humanos, así como la de velar por la situación de la sanidad en Iraq.

Este informe ilustra de forma muy clara el fracaso absoluto de EEUU a la hora de cumplir incluso los más mínimos deberes humanitarios como potencia ocupante. Y más importante aún, ofrece un cuadro de un sistema sanitario que se ha deteriorado desde el comienzo de la guerra, habiendo fracasado a la hora de revertir esa decadencia. Desde el punto de vista de la sanidad pública, el fin de la ocupación, con una retirada programada de todas las tropas extranjeras, se constituye en la necesidad más urgente.

Mientras tanto, deben emprenderse acciones que constituyan pequeños pero importantes pasos para asegurar un sistema sanitario más operativo para el pueblo iraquí. […].»

Informe completo:

Dahr Jamail: Informe «Los hospitales iraquíes se desmoronan bajo la ocupación»
IraqSolidaridad, 9-09-05 (954,7 KB, 42 pp.)

Tribunal de Bruselas (www.brusselstribunal.org), 21 de junio, 2005
IraqSolidaridad (www.nodo50.org/iraq), 9 de septiembre, 2005
Traducción del inglés para IraqSolidsaridad de Sinfo Fernández