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Los japoneses quieren que sus tropas se retiren de Iraq

Fuentes: Amanecer del Nuevo Siglo

Un creciente número de japoneses quiere que sus tropas salgan de Iraq en los próximos meses. Según una encuesta de la Agencia de Noticias Kyodo, el 55% de los adultos en Japón desean una inmediata retirada de las tropas y sólo el 11% considera que los soldados deben permanecer en Iraq hasta que EEUU saque […]

Un creciente número de japoneses quiere que sus tropas salgan de Iraq en los próximos meses. Según una encuesta de la Agencia de Noticias Kyodo, el 55% de los adultos en Japón desean una inmediata retirada de las tropas y sólo el 11% considera que los soldados deben permanecer en Iraq hasta que EEUU saque a sus tropas de ese país. El envío de las tropas japonesas a Iraq hizo que el primer ministro japonés Junichiro Koizumi ganara amigos en Washington, pero fue muy impopular en Japón. Según dichas encuestas, la mayoría de los japoneses creen que el despliegue en Iraq viola su constitución y ha convertido a Japón en un objetivo para el terrorismo.

El contingente japonés, formado por 600 hombres, ha estado protegido por soldados británicos y australianos, que comenzarán a salir de Iraq en marzo. Los japoneses han estado situados en Samawah, el sur de Iraq, donde se supone que han estado participando en una misión pacífica de reconstrucción -la mayor misión militar desde el fin de la Segunda Guerra Mundial- desde principios de 2004.

Desde la ilegal invasión de Iraq por parte de las tropas de EEUU, la así llamada «Coalición de la Voluntad», es decir, la coalición de países que han sido sobornados o chantajeados por Washington para apoyar la guerra, ha estado constantemente reduciéndose. La mayoría de los países que enviaron tropas para respaldar la ocupación estadounidense creyeron que estaban enviando sus soldados a un país pacificado y derrotado y podrían conseguir fácilmente ventajas políticas y económicas por su cooperación militar con EEUU. Sin embargo, pronto comprendieron que Iraq era todavía un país en guerra, con una poderosa insurgencia, que estaba luchando con éxito contra EEUU y otras tropas extranjeras.

Algunos países, tales como España, han abandonado Iraq y otros han reducido su presencia militar allí. Italia planea reducir el número de sus tropas desde los 2.600 soldados a los 1.600 en junio y quiere una retirada completa hacia finales de este año. Corea del Sur quiere reducir su presencia de 3.200 militares a 2.300 en los próximos meses y Polonia, donde existe un creciente rechazo a la guerra de Iraq, disminuirá pronto el número de sus soldados de 1.500 a 900. El presidente polaco, Alexander Kwasniewski ha afirmado incluso que Washington le había engañado en el tema de las inexistentes armas de destrucción masiva.

En realidad, el pueblo japonés y otros pueblos de Asia que sufrieron la crueldad del militarismo japonés antes y durante la Segunda Guerra Mundial están cada vez más alarmados por los planes del primer ministro Junichiro Koizumi para la remilitarización de Japón y la revisión de la constitución pacifista del país, que no ha sido cambiada desde que fue escrita por las autoridades norteamericanas de ocupación justo después de la guerra. Sin embargo, las encuestas de opinión pública publicadas a principios de este año muestran que casi dos tercios de los japoneses se oponen a cambiar el pacifista Artículo Nueve. De este modo, el revisar la Constitución no será fácil, porque requeriría la aprobación de los dos tercios de los miembros de ambas cámaras del Parlamento, y luego de una mayoría de votantes en un referéndum. Las relaciones con China y Corea del Sur, que estaban ya atravesando una fase difícil, se han deteriorado aún más debido a las visitas de Koizumi al Mausoleo de Yasukuni, que es visto por los chinos y coreanos como un símbolo del pasado militarista de Japón.

Soldados japoneses en Iraq

En este sentido, el envío de 600 soldados japoneses a Iraq y el apoyo suministrado por la Marina Japonesa desplegada en el Océano Índico a las operaciones norteamericanas llevadas a cabo en Afganistán han confirmado el temor a que Japón esté asumiendo un papel más determinante en los asuntos internacionales. Jang News señala en este sentido que «el gobernante Partido Democrático Liberal (PDL) ha propuesto que la Fuerza de Autodefensa (Jiei-tai), compuesta por 240.000 miembros, sea rebautizada como «Jiei-gun.» Esta frase se traduce del mismo modo en español, pero la palabra «gun» expresa más claramente la idea de que se trata de una fuerza militar.
Calendario para una retirada

El pasado mes de diciembre, Japón extendió su misión durante otro año. Sin embargo, la Agencia de Noticias Kyodo señaló que Japón podría retirar sus 600 efectivos de Iraq casi al mismo tiempo que las fuerzas británicas y australianas abandonaran el área, es decir, el próximo mes de mayo. Las tropas japonesas entregarían entonces su campo a los residentes locales tras su evacuación, según el informe. La agencia añadió que responsables de Australia, Reino Unido, Japón y EEUU habían alcanzado un acuerdo básico con respecto al momento de las retiradas en un encuentro secreto celebrado en Londres.

Un portavoz del Ministerio de Defensa japonés, que habló anónimamente, no quiso confirmar esta información y señaló que no había sido tomada ninguna decisión con respecto a la misión de Japón en Iraq. Sin embargo, un responsable japonés, el segundo jefe adjunto del gabinete, Kyoji Yanagisawa, afirmó que Japón retiraría sus tropas de Iraq «dentro de varios meses,» siendo ésta la primera vez que una figura del gobierno se ha referido públicamente a una retirada anticipada. «La salida de Iraq será el gran tema de este año,» señaló Yanagisawa, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo. «En cualquier caso, las tropas se retirarán dentro de varios meses.»

Koizumi, por su parte, ha sido más cauto. Él ha señalado recientemente que será él quien decida el momento en el que los soldados saldrán de Iraq. «Se supone que (las tropas japonesas) no van a operar de forma permanente en Iraq, así que tendremos que estudiar el calendario de la retirada cuidadosamente,» señaló Koizumi en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo. El primer ministro añadió que esta decisión sería tomada en consideración a varios factores, tales como la seguridad y el proceso político en Iraq, así como los lazos bilaterales con EEUU.
Según la agencia Kyodo, Tokio estaría considerando dos propuestas norteamericanas. Washington habría propuesto a Japón reforzar el contingente de su fuerza aérea, compuesto por 200 hombres, que está situado en Kuwait y transporta ayuda humanitaria al sur de Iraq, y mantener a varios tenientes coroneles japoneses como oficiales de enlace en el cuartel general de las fuerzas multinacionales en Bagdad, con el fin de «reunir información más fácilmente en el caso de que el gobierno japonés quiera suministrar ayuda financiera para la reconstrucción de Iraq,» indicó la agencia. En realidad, a Washington le gustaría utilizar esta reducida presencia japonesa en el área con un propósito propagandístico, para evitar la humillación de ver la completa retirada de Iraq de otro de sus más importantes aliados.