El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva rehusó reunirse en la ciudad de Davos, Suiza, con el magnate de la informática, el estadunidense Bill Gates, quien está preocupado por la política de «software libre» de Brasil. El encuentro, solicitado por Gates ante la política implementada por el gobierno de Lula para el uso de […]
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva rehusó reunirse en la ciudad de Davos, Suiza, con el magnate de la informática, el estadunidense Bill Gates, quien está preocupado por la política de «software libre» de Brasil.
El encuentro, solicitado por Gates ante la política implementada por el gobierno de Lula para el uso de software gratuito, fue cancelado por motivos de «agenda» del mandatario brasileño, según la Secretaría de Prensa de la Presidencia de Brasil.
Lula y Gates fueron dos de los participantes en la edición número 34 del Foro Económico Mundial de Davos, que concluyó este domingo en esa estación suiza.
El creador, propietario y presidente de Microsoft busca que el gobierno brasileño elimine su política de cambiar en las instituciones y programas oficiales el sistema operacional Windows por el Linux, que es gratuito.
La medida fue tomada por el gobierno de Brasil para reducir gastos y fomentar, además de Linux, la utilización de otros programas de licencia gratuita.
«Brasil no ganaría nada con eso (con la reunión Lula-Gates), pero la Microsoft sí», explicó a periodistas Sergio Amaral, presidente del Instituto Nacional de Tecnología de la Información, dependiente de la Presidencia de la República.
Amaral sostuvo que la firma de Gates «quiere empujar a Lula en otra dirección», en especial por el anuncio del gobierno de comprar un millón de equipos que entrarán en el programa de «computadoras populares».
Los equipos, destinados para las clases populares, serán dotados de Linux y otros 25 programas de código abierto, evitando una sobretasa por licencias.
En 2004, Microsoft inició un proceso judicial contra Amaral después que el funcionario comparó a la empresa con los «traficantes que dan muestras gratis para que después la población quede enviciada y pague por más dosis».
El Ministerio de Educación, uno de los primeros en adherirse a la política informática del gobierno, en tanto, indicó que con el cambio de su software a la línea de programas gratuitos en sus 10 mil ordenadores economizará 1.8 millones de dólares por año.
El ahorro será utilizado en el programa que pretende donar 20 computadoras a cada una de las 115 mil escuelas que carecen de sistemas informáticos y cuyo costo total es de 230 millones de dólares.