El pasado viernes, 30 de septiembre, durante el transporte de un cargamento de ayuda de emergencia para familias desplazadas de al-Qaim reasentadas en Anaa, soldados estadounidenses abrieron fuego contra el vehículo en el que viajan cinco colaboradores de la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI), dos mujeres y tres […]
El pasado viernes, 30 de septiembre, durante el transporte de un cargamento de ayuda de emergencia para familias desplazadas de al-Qaim reasentadas en Anaa, soldados estadounidenses abrieron fuego contra el vehículo en el que viajan cinco colaboradores de la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI), dos mujeres y tres hombres, quienes salieron ilesos del ataque.
Los militares estadounidenses –marines– dispararon desde una colina que dominaba la carretera sin previo aviso y al parecer gratuitamente, dado que tras efectuar los disparos se echaron a reír. Ningún otro coche circulaba por la zona. El ataque se produjo en las proximidades de Hadiza.
Ante la previsión de nuevas ofensivas del Pentágono en la zona oeste de Iraq, 7.450 familias previamente refugiadas de al-Qaim, se han visto forzadas a un nuevo desplazamiento interno. Fuerzas estadounidenses y de la Guardia Nacional iraquí relanzaron finalmente sus operaciones aéreas y terrestres en tormo a al-Qaim y otras ciudades y pueblos cercanos (Ebeidi, Rabot, Sida, etc.) en los primeros días de octubre.
Estas nuevas ofensivas contrainsurgentes de EEUU fueron precedidas de las declaraciones del ministro iraquí de Defensa, Saadun Aa-Doleimi, efectuadas mientras se iniciaba un nuevo ataque contra Tal Afar, y en las que se avanzó nuevas operaciones de represalia contra las ciudades de al-Qaim, Ramadi, Rawa y Hadiza.
El creado Comité de Ayuda Humanitaria de Anaa (que ha aportado esta información a los interlocutores de la CEOSI en Bagdad) ha informado que varios centenares de familias están sitiadas en zonas que estaban siendo atacadas por las fuerzas de ocupación y de la Guardia Nacional, y de las que no podían huir. Como ejemplo, en la noche del sábado, 1 de octubre, siete miembros de una misma familia refugiada de al-Qaim murieron asesinados por disparos de soldados estadounidenses del Cuerpo de Marines, informa esta organización local.