Apenas horas después del ataque con mortero que ha matado a siete personas durante una celebración chií esta mañana en Bagdad, más de 600 peregrinos chiíes han fallecido al hundirse un puente de la capital iraquí cuando éstos huían presas del pánico provocado por el rumor de que se escondía un terrorista suicida entre la […]
Apenas horas después del ataque con mortero que ha matado a siete personas durante una celebración chií esta mañana en Bagdad, más de 600 peregrinos chiíes han fallecido al hundirse un puente de la capital iraquí cuando éstos huían presas del pánico provocado por el rumor de que se escondía un terrorista suicida entre la multitud, según fuentes del Ministerio del Interior iraquí.
Las tensiones entre chiíes y suníes, así como entre distintas ramas de la comunidad chií, se han acrecentado a raíz de la disputa por el borrador de la Constitución iraquí que quiere imponer Estados Unidos. El pasado día 28, chiíes y kurdos sacaron adelante el borrador constitucional sin haberlo votado en el Parlamento y la aprobación de los suníes, quienes no ven reflejados en la Carta iraquí sus derechos e intereses. Los suníes advirtieron entonces de que el contenido actual del borrador, de ser aprobado en el próximo referéndum, no haría más que aumentar la violencia e incluso podría generar una guerra civil. Asimismo, otro sector chiíta, el liderado por el iman Múqtada al Sáder también han manifestado que se movilizaran en contra de una Constitución que no representa al pueblo iraquí.
Al parecer, una parte de la estructura de uno de los puentes que comunica el barrio de Azamiya con el distrito de Kazemiya, lugar en el que se encuentra el tercer santuario más sagrado del chiísmo en Irak, cedió cuando una turbamulta comenzó a correr al extenderse el rumor de que había un terrorista suicida entre ellos.
Cientos de peregrinos se empujaron entonces hacia la valla metálica que protegía la caída de puente, momento en que cedió y decenas de ellas se precipitaron al río Tigris, explicaron fuentes policiales. Algunos se tiraron voluntariamente al puente presas del pánico, pero muchos perecieron al ser aplastados durante la estampida. Los ancianos murieron en el acto y otros fallecieron ahogados en el río. Numerosas barcas intentan recuperar las decenas de cadáveres que continúan en el río.
Por la mañana, al menos siete personas murieron y otras 36 resultaron heridas al ser alcanzadas por tres lanzamientos de mortero cuando se dirigían al mausoleo del imán Musa Al-Kazem, en el barrio homónimo en la zona vieja de Bagdad. Los fieles congregados celebran el aniversario de la muerte de uno del séptimo imán oculto chií.
La policía explicó que tres proyectiles de mortero cayeron a primera hora de la mañana en las inmediaciones de la mezquita Kazemiya, donde se encuentra el mausoleo del imán Al-Kazem y que es el tercer santuario chií más sagrado de Irak después de los de Nayaf y Kerbala. La zona fue inmediatamente acordonada por agentes policiales, quienes ya anoche habían intensificado sus medidas de seguridad ante el alto riesgo de atentados. En marzo del pasado año, durante la fiesta sagrada chií de Ashura, al menos 70 personas perdieron la vida en un atentado suicida contra esta misma mezquita.
La peregrinación de Musa Al-Kazem es una de las más populares y multitudinarias de Irak, recuperada con fervor después de años de estar prohibida por la tiranía del depuesto Sadam Husein. Desde primeras horas de ayer, martes, miles de fieles se apiñaban en largas colas para llegar a la mezquita de cúpula dorada, ubicada en uno de los barrios chiíes más poblados de la capital.