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Masacres My Lai sin fin en Iraq

Fuentes: TruthOut

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Se observa una especie de frenesí en los medios de comunicación, que a su vez parece estar alimentando alarma por doquier, tras lo que se ha dado en denominar como el «My Lai iraquí». Ese concentrarse en el tema de los marines estadounidenses asesinando en Hadiza el pasado noviembre al menos a 20 civiles, nos trae a la memoria el espasmo de los medios alrededor del «escándalo» de Abu Ghraib durante los meses de abril y mayo de 2004.

Al igual que pasó con los hechos de Abu Ghraib, mientras el punto de mira de los medios se sitúa de lleno en la masacre ocurrida en Hadiza, un sin fin de atrocidades siguen produciéndose a diario, quedando, convenientemente, fuera de la conciencia del público en general. La tortura no se detuvo simplemente porque los medios decidieran finalmente, de forma horriblemente tardía, cubrir la historia; asimismo, tampoco se ha detenido la carnicería de civiles iraquíes cometida a diario por las fuerzas estadounidenses y por parte de las fuerzas de «seguridad».

A mediados de mayo, recibí un comunicado de prensa desde Iraq en el que se leía: El sábado 13 de mayo de 2006, a las 22,00 horas, las fuerzas estadounidenses, acompañadas por la Guardia Nacional Iraquí, atacaron casas de civiles iraquíes en el distrito de Al-Latifiya, al sur de Bagdad, efectuando un intenso bombardeo desde helicópteros. Esta acción obligó a las familias a huir a Al Mazar por las acequias para protegerse del feroz bombardeo. Después, siete helicópteros aterrizaron para perseguir a los que huían… y asesinarlos. El número de víctimas sobrepasó los 25 mártires. Las tropas estadounidenses detuvieron a otras seis personas, incluidas dos mujeres llamadas Izar Ahmed Hasan y Widad Ahmed Hasan y a una niña de nombre Huda Hizam Mohammed Hasa, cuyo padre había muerto durante el bombardeo».

El informe de la ONG iraquí denominada «Red de Control de los Derechos Humanos en Iraq (MHRI, en sus siglas en inglés) continuaba: «Las tropas no se conformaron con esa acción. El 15 de mayo siguieron atacando, apoyados también por Guardias Nacionales Iraquíes. De nuevo machacaron las casas de las familias y arrestaron a un buen número de personas mientras otras huían. Los francotiradores estadounidenses utilizaron entonces las casas para disparar desde allí contra más iraquíes. La razón que acoge todos estos crímenes fue que había sido abatido un helicóptero en una zona cercana al lugar en el que las tropas desplegaron el ataque».

El ejército estadounidense prefirió informar del incidente como de una ofensiva donde habían matado a 41 «insurgentes», un solo renglón que una gran parte de los medios repitió como papagayos.

Ese mismo día, el MHRI informó también que en el distrito de Yarmuk, en Bagdad, fuerzas estadounidenses habían asaltado la casa de Essam Fiian al-Rawi. Al-Rawi fue asesinado junto a su hijo Ahmed, llevándose después los dos cuerpos y al sobrino de al-Rawi detenido.

Igualmente, el 5 de mayo, en la ciudad de Samarra, el MHRI informó: «Soldados estadounidenses entraron en la casa de Zidan Jalif al-Jid tras un ataque lanzado en los alrededores de la casa. Los soldados entraron y mataron a toda la familia, incluido el padre, la madre y una hermana que está en sexto grado, además de su hijo, que sufría minusvalías físicas y mentales».

Esta misma organización, el MHRI, había estimado también que, en noviembre de 2004, entre 4.000 y 6.000 civiles iraquíes fueron asesinados durante el asalto estadounidense a Faluya. Cifras que hacen palidecer, en comparación, a la masacre de Hadiza.

En lugar de informar sobre todos los sucesos de este tipo, los medios dominantes se están refiriendo a la carnicería de Hadiza como uno de los pocos casos que «presentan una seria amenaza a las actuaciones estadounidenses en la guerra de Iraq desde el escándalo de Abu Ghraib».

Marc Garlasco, de Human Rights Watch, dijo recientemente a los periodistas: «Lo que sucedió en Hadiza parece ser un asesinato indiscutible. La masacre de Hadiza será recordada como el My Lai de Iraq».

Tenemos también la diaria realidad de la limpieza étnica y sectaria en Iraq, que está siendo llevada a cabo por las fuerzas de «seguridad» iraquíes que apoyan a EEUU. Un ejemplo reciente de esa realidad nos la proporciona un representante de la Voz de la Asociación por la Libertad y los Derechos Humanos, otra ONG iraquí que recoge las continuas atrocidades cometidas por la ocupación estadounidense. «El representante… visitó el pueblo de Fursan (Bani Zaid) con la rama Al-Madayin de la Media Luna Roja Iraquí. El pueblo, de 60 casas y habitado por familias sunníes, fue atacado el 27 de febrero de 2006 por grupos de hombres que llevaban ropajes negros y conducían coches del Ministerio del Interior. La mayoría de los habitantes del pueblo escaparon pero ocho personas fueron capturadas e inmediatamente ejecutadas. Uno de ellos era el imán de la mezquita del pueblo, Abu Aisha, y otro un niño de diez años de edad, Adnan Madab. Fueron ejecutados en el interior de la habitación donde se escondían. Los hombres armados también dispararon contra muchos animales (ovejas, vacas y perros). La mezquita del pueblo y la mayor parte de las casas fueron destruidas y quemadas».

La información le llegó al representante de la ONG cuando cuatro hombres que habían logrado huir del escenario de la masacre regresaron e informaron detalladamente de lo ocurrido. El resto de supervivientes habían buscado refugio en Bagdad. «Los supervivientes que regresaron para informar guiaron al representante y al personal de la Media Luna Roja al lugar donde habían enterrado los cuerpos. Había cuerpos de hombres, mujeres y de uno de los bebés del pueblo».

El director del MHRI, Muhammad T. Al-Deraji, dijo sobre este incidente: «Esta situación es tan sólo una parte del gran problema orquestado desde el gobierno… el descuido a la hora de proteger a los campesinos ante ese tipo de incursiones sólo servirá para aumentar el número de tragedias».

Arun Gupta, periodista de investigación y editor, junto al periódico New York Indypendent, del New York Independent Media Center, ha escrito ampliamente sobre las milicias y escuadrones de la muerte que EEUU apoya. Es también el anterior editor del semanal de The Guardian en Nueva York y escribe a menudo para Z Magazine y Left Turn: «Aunque creo que las milicias se han metido en una espiral de violencia fuera del posible control de EEUU, el hecho es que es EEUU quien entrena, arma, financia y suministra a todas las fuerzas militares y de la policía y quien les da apoyo logístico fundamental», me dijo esta semana. «Por ejemplo, a comienzos de año hubo algunos informes sobre una unidad del ejército estadounidense que había atrapado a un escuadrón de la muerte actuando dentro de la Patrulla de las Autopistas Iraquíes. Hubo las habituales declaraciones de que EEUU no tiene capacidad para actuar sobre ellos. Todo eso es una gran mentira. Los reporteros estadounidenses son vagos. Si tan sólo escarbaran un poco… hay un montón de material que muestra cómo los EEUU crearon la Patrulla de las Autopistas, organizaron una academia especial de entrenamiento sólo para ellos, les equiparon, les armaron, construyeron todas sus bases, etc… Está todo en documentos del gobierno, por eso es un hecho irrefutable. Sin embargo, van y les cuentan a los medios que no tienen jurisdicción sobre ellos y así se evitan tener que controlarlos. En cualquier caso, creo que la historia es significativa sólo por cuanto muestra cómo EEUU trata de encubrir sus implicaciones».

De nuevo, y una vez más como en el caso de Abu Ghraib, se va a investigar a unos cuantos soldados estadounidenses sobre lo que ocurrió en Hadiza. Se repite la película de unas «cuantas manzanas podridas» para obscurecer el hecho de que los iraquíes están siendo asesinados todos y cada uno de los días que transcurren [*]. La política de «dispara primero y luego pregunta», que ha sido la seguida en Iraq casi desde el principio, ha creado soldados estadounidenses «de gatillo fácil, aficionados a disparar a la menor ocasión» y escuadrones de la muerte respaldados por EEUU que no respetan en absoluto las vidas del pueblo iraquí. En efecto, en vez de juzgar a los integrantes de alto rango de la administración Bush, incluido el mismo Bush, por los crímenes de guerra de los que son realmente culpables en su mayoría, asistimos a la ceremonia del «linchamiento público» de unos cuantos soldados de baja graduación por sus crímenes cometidos sobre el terreno.

El Jefe del Alto Estado Mayor del Ejército, General Peter Pace, en una entrevista concedida a la CNN el 29 de mayo acerca de la masacre de Hadiza, comentaba: «Vamos a necesitar un par de semanas para completar las investigaciones, y no deberíamos prejuzgar el resultado». Sin embargo, claro que deberíamos hacerlo, ya que como dirigentes tienen la responsabilidad de presentarse y de hablar a nuestras tropas y asegurarse de lo que están haciendo el 99,9 % de ellos, que es luchar con honor y coraje, eso es lo que esperamos de ellos.

Fue el mismo Peter Pace quien, cuando Tim Russert le preguntó el pasado 5 de marzo en el programa «Encuentros con la Prensa» cómo iban las cosas en Iraq, dijo: «Yo diría que están yendo bien. No es como para tirar cohetes, pero diría que están yendo bien, muy bien desde cualquier punto que lo mires…».

Las cosas no están «yendo bien, muy bien» en Iraq. Hay un sin fin de masacres del tipo de My Lai, y no se puede culpar al 0,1% de los soldados que están allí sobre el terreno por matar hasta un cuarto de millón de iraquíes cuando son las políticas de la administración Bush las que han hecho que la ocupación fuera un fracaso absoluto desde su comienzo.

N. de T.:

[*] Sobre las innumerables y continuas masacres cometidas por las tropas estadounidenses desde que comenzó la invasión, véase, en la web del CSCA y de Iraq Solidaridad, los testimonios siguientes que, entre otros muchos, fueron aportados y bien documentados por la periodista iraquí Imán Ahmad Jamas en su incansable denuncia de las violaciones de los derechos humanos en su país:

http://www.nodo50.org/csca/agenda2004/iraq/jamas_7-06-04_al-qaim.html

http://www.nodo50.org/csca/agenda2004/iraq/jamas_12-07-04.html

http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/guerra-sucia_10-05-05.html

http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/cronica_21-06-05.html

http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/cronica_15-11-05.html

http://www.iraqsolidaridad.org/2004-2005/docs/cronica_22-12-05.html

Texto original en inglés:

www.truthout.org/docs_2006/0053006Z.shtml