Nuevas masacres sacudieron ayer Bagdad. Por un lado, en el barrio Al-Jadida, al este de la capital, un kamikaze empotró su vehículo contra una patrulla estadounidense cuando los soldados repartían dulces entre los niños. Por otro, la Policía iraquí detuvo, torturó y mató a doce personas
El dolor era incontenible en el barrio de al-Jadida de Bagdad. 32 jóvenes, la mayoría menores de quince años, morían en un ataque suicida que también se cobraba la vida de un militar estadounidense. Fuentes del hospital al-Kindi indicaron que habían recibido 24 cuerpos de niños de entre 6 y 13 años, además de un adolescente de 18 años. Otras 31 personas, la mayoría menores, resultaron heridas.
El relato de los hechos, según testimonios recogidos por France Press, es estremecedor.
Los militares estadounidenses se acercaron al barrio a bordo de dos Humvee y un carro de combate tras ser advertidos de la presencia de un posible conductor suicida en el barrio. Los ocupantes bloquearon una calle y, de acuerdo con la información de Ammar Karim periodista de France Press, pidieron a los vecinos que se encerraran en sus casas. También exigieron a los automovilistas que mostraran los maleteros de sus vehículos.
Según narró Mohammed Ali Hamza, de 25 años y testigo de los hechos, «los niños se acercaron a los soldados que repartían dulces. De repente, el coche bomba apareció por un lateral y explotó».
Mohammed Ali Hamza no precisó si los niños se acercaron a los soldados porque repartían dulces o si comenzaron a repartir las golosinas cuando se vieron rodeados por los niños. En cualquier caso, la actuación de los ocupantes, que después de pedir a los vecinos que se retiren a sus casas comienzan a repartir dulces entre los niños, es de una irresponsabilidad muy sospechosa. ¿Trataron de utilizar a los niños como escudos humanos?
En otros incidentes, un policía y un niño murieron y otras tres personas resultaron heridas en un ataque con armas y en la explosión de una bomba, respectivamente, en dos barrios de la capital iraquí.
Entretanto, policías iraquíes irrumpieron ayer a primera hora de la mañana en varias casas en Bagdad y detuvieron a trece personas, entre ellas el clérigo suní Dia Mohamed al Janabi, antes de torturar y matar a doce de ellas, según indicó la Asociación de Profesores Musulmanes. Uno de los muertos era un chií mientras que el resto eran todos suníes. Las detenciones se produjeron en los barrios Sabaa Abkar, Kuwaiti y Al Rabie antes del amanecer
El incidente es el segundo en cuatro días en el que han muerto suníes a manos de la Policía iraquí. En el anterior diez personas detenidas murieron asfixiadas dentro de un vehículo dejado al sol por la Policía.