Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Escultura del artista iraquí Adel Rashid
Quiero contarles sobre la Puta de Babilonia…
No se parece a ninguna otra puta con la que se hayan topado antes, y estoy segura que han visto unas cuantas… Ella es su creación. Por eso, mírenla de frente ahora.
No es una correcalles, ni una trabajadora del sexo, ni una prostituta. Es la Puta de Babilonia.
Quiero subrayar la palabra, porque sé que a Vds. les causa deleite, secretamente, les encanta…
Una gran erección les asalta, y se sienten poderosos de nuevo. Y tratan de medir su poder mediante sus erecciones… sus posibles erecciones, sus pseudo-erecciones, lo que Vds. llaman erecciones…
Las erecciones se revisten de mil formas. Erecciones de diversión y ejercicio, erecciones mentales, erecciones ideológicas, erecciones políticas e incluso erecciones religiosas. Erecciones de campo de batalla, erecciones militares, erecciones financieras, erecciones de poder, erecciones de conquista, erecciones de destrucción, erecciones de aniquilación…
Son verdaderamente poderosos. Y sus erecciones sexuales no son más que la punta del iceberg. Disculpen el doble sentido, aunque sea intencionado.
Ahora bien, no se confundan conmigo. No es que yo esté a punto de intentar castrarles, o algo así, con estas líneas, aunque a veces no me parezca muy mala idea después de todo…
No es mala idea especialmente porque sé que no sólo nos han arruinado totalmente la vida, sino que también nos la han violado. En efecto, han violado la Vida. Violado la existencia. Dejándonos sin aliento…
Algunos de Vds., tan acostumbrados a violar, no pueden captar la diferencia… pero Ella sí.
Por Alah, por Dios, por la Fuerza que les mueve a Vds. y a mí, que les estoy viendo…
Algunos son bajos, otros altos, algunos son demasiado delgados, una copia de los esqueletos a punto de ahogarse, y algunos demasiado gordos, que ni siquiera pueden ver su propio miembro, su órgano y se lo buscan en los pliegues de su fofa grasa. ¿Otros? Lo tildan de arma de destrucción masiva. Y otros rezan secretamente para que se les levante y otros temen pillársela… La Puta de Babilonia lo ha observado y estudiado todo… de cerca y de lejos…
Ha conocido los olores y oído los gruñidos del vicio… ¿Qué posibilidad tienen de enseñarLe algo más?
Cada noche, a la luz de un candil, de a dos céntimos la bujía, Ella se prepara para seducirles… Tiene que hacerlo así.
Unas cuantas bocas hambrientas esperan en la oscuridad… en el silencio. Son más importantes que Ella y que Vds.… que todos Vds.
La Puta de Babilonia siempre cumple con sus obligaciones.
Por eso, se ve obligada a alojar sus olores, sus borracheras, su perversidad, sus insultos, sus humillaciones, sus injurias, sus escupitajos, sus enfermedades, su rencor, su imprudencia, su crueldad, su indiferencia… su Impotencia.
Ella se ofrece porque le han robado la opción y el placer…
Ella se ofrece porque Vds., como hombres, no importan ya para nada, a pesar de sus erecciones… Oh, Dios mío, no son nada poderosos.
Ella se ha esposado con una causa más importante: unas cuantas bocas hambrientas que esperan en silencio, un padre minusválido, demasiado paralizado para poder moverse, un recuerdo enterrado a la fuerza con el que ella se recrea, mientras Vds. se la clavan…
Y mientras se limpia para librarse de su rancio sudor, de su semen contaminado, las imágenes sacuden su mente: un amor que se desvaneció en un calabozo, o alguien que nunca volvió. Un marido con los huesos taladrados por los fervientes discípulos que esperan la llegada de su Mahdi Salvador. Un padre un padre demasiado hundido al que la Muerte se va tragando. Un par de pantalones en una morgue porque el rostro y el cuerpo de su hijo estaban tan desfigurados que era imposible reconocerle. Tan desfigurado como Vds., entre las sombras, en la oscuridad total que La rodea…
Y mientras se arranca su fetidez, en el caso de que tenga agua, Vds. piden más y ella escucha sus exhalaciones nasales, que le recuerdan su «Liberación» y Vds. se la clavan otra vez… mientras su esposa o su novia está masturbando o follando con su mejor amigo, vecino, o teniente, al compás de sus cartas de amor de ultramar… desde el nuevo Iraq.
Y ella recuerda a esos enmascarados en los que confiaba y consideraba sus propios y «hermanos» atacándola en grupo, sólo porque ella llevaba un nombre equivocado…
Por Alah, por Dios, que me gustaría poder reírme… Aunque no haya ni una gota de humor en todo ello.
Estoy desgarrándome en una carta cínica y no puedo contenerme. Porque más allá del dolor y más allá de la miseria, sus verdades se destacan…
Sujeto la balanza en una mano, como Ishtar (*).
Peso su suciedad y soplo para alejarla con una respiración sagrada, en el templo de mi nada. Y veo como su suciedad va siendo arrancada, limpiada, llevada, por los vientos…
Mientras, me miro en el espejo de mi vestidor, a la luz de un candil, a dos céntimos la bujía…
N.B.: Mi especial agradecimiento a Curt, él sabe bien por qué. Y también a Suki Falconberg, por acordarse de las «Putas» de Babilonia.
Otras lecturas:
– What kind of sick demented human being would want to have sex with 10-year-old ?
– ‘Freedom to Rape Prostitutes in Iraq: Fun and Porn for the Boys
– In Syrian Refuge – Women Find Barest Survival.
Y tantas otras más…
Y sólo para el caso de que estén inspirados y/o «erectos», este escrito fue elaborado al sonido de «Babylon Mood« del imbatible artista, músico, compositor de oud (**), el difunto Munir Bashir.
Pueden encontrar un extracto en Youtube.
N. de la T.:
(*) Sobre la diosa Ishtar, véase: http://es.wikipedia.org/wiki/Istar
(**) Oud: Instrumento antiguo refinado y perfeccionado por los árabes. Se ha encontrado en tallas y pinturas de piedra del Egipto antiguo y de Mesopotamia. El Oud más antiguo se talló en un pedazo sólido de madera que se asemejaba a los instrumentos chinos y japoneses que descienden del barbat persa antiguo. Hay dos tipos de oud: el turco y el árabe. El turco es más ligero y pequeño que el árabe, que consigue tonos más profundos.
Enlace con texto original:
http://arabwomanblues.blogspot.com/2008/08/message-from-whore-of-babylon.html