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Mercenarios: imposible prescindir de su presencia

Fuentes: Rebelión

El gobierno de Iraq anunció el retiro de la licencia a la empresa militar privada norteamericana Blackwater, como tímida respuesta a las protestas por el asesinato de más de 10 civiles y las heridas causadas a otros muchos en Bagdad. Pero nada dijo el gobierno iraquí cuando mercenarios de otras empresas militares torturaron a presos […]

El gobierno de Iraq anunció el retiro de la licencia a la empresa militar privada norteamericana Blackwater, como tímida respuesta a las protestas por el asesinato de más de 10 civiles y las heridas causadas a otros muchos en Bagdad.

Pero nada dijo el gobierno iraquí cuando mercenarios de otras empresas militares torturaron a presos en la cárcel de Abu Ghraib, hecho que motivó una irrelevante investigación de los mandos de EEUU. Ni tampoco se pronunció ante las violaciones de los derechos humanos de la población causada por esos mercenarios en numerosas ocasiones. Ni prescinde de los servicios de esas corporaciones para entrenar a la policía y ejército iraquí, ni para custodiar a sus ejecutivos, ni para dirigir los cuerpos especiales que operan bajo el mando del Ministerio del Interior y de los «especialistas» norteamericanos sospechosos de ser ejecutores criminales en la guerra sucia que se desarrolla en Iraq.

Como ya denunciamos en Rebelión del 05/10/2004, (y en un libro próximo a aparecer) en el vigente sistema neoliberal asistimos a una creciente privatización de la violencia y de las guerras, obligada por la ampliación de los teatros de operaciones del Imperio. La escasez de soldados para cubrir los objetivos bélicos en Iraq, Afganistán y otros países y el suculento negocio de la guerra, disparó la formación de las Corporaciones Militares Privadas -gestoras de mercenarios- y hoy el número de estos supera los 100.000 sólo en Iraq.

La resolución iraquí es un mero gesto para la galería, ya que sería imposible mantener el esfuerzo bélico del Imperio sin el concurso de los mercenarios, y además quien puede decidir el número de efectivos necesarios en Iraq es el Pentágono. Sin mercenarios no habría guerra de las dimensiones que reclaman los altos mandos militares y la Casa Blanca.