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Microrrelato: menos es más

Fuentes: Rebelión

No se trata de reducir, se trata de ser exacto, de dar con la clave que abra la puerta de la mayor significación. El microrrelato es compañero de otros cambios culturales, y todos ellos son fruto de la nueva sociedad que irrumpió en torno a las guerras europeas. Hasta entonces había permanecido en el fondo […]


No se trata de reducir, se trata de ser exacto, de dar con la clave que abra la puerta de la mayor significación.

El microrrelato es compañero de otros cambios culturales, y todos ellos son fruto de la nueva sociedad que irrumpió en torno a las guerras europeas. Hasta entonces había permanecido en el fondo de otros textos, formando parte de ellos. Hoy se le descubre en las más clásicas obras que representan un tiempo de grandilocuencias retóricas, por ser el carácter dominante de las literaturas de otras sociedades, momentos en que el microrrelato no tenía ni nombre. Pasada la euforia, la hora de lo grande y unívoco, se busca la esencia significativa, la formulación sencilla, se busca lo indispensable, para lo cual el autor se centra en episodios aislados, o, en incidentes específicos.

David Lagmanovich ha escrito un tratado cuyo título: «El microrrelato. Teoría e historia», contiene explicaciones y ejemplos sustanciosos sobre la minificción narrativa, caracterizándola con la situación de partida, el conflicto que cambia la premisa de la que se partía, y, un final cerrado o abierto. Llama la atención sobre las aportaciones vanguardistas en la invención del lenguaje y el uso peculiar de las normas. Aforismos, máximas, sentencias, graffitis, haiku japones, piezas teatrales breves, poemas en prosa, estarían comprendidas en la minificción y se sitúan en los limites del microrrelato que lo determina la trama narrativa, pudiendo absorber «elementos de géneros diversos».

La condensación del microrrelato es lo que lo hace independiente, condensación enemiga de la vestimenta superficial. El microrrelato espera desnudo al lector, en una estructura monologal o dialogal básicamente y también en un tiempo verbal o en dos conectados.

El autor del manual detalla características del inicio, la necesaria polisemia para ser interpretado en cualquier tiempo, así como el carácter de dirección que aportan los títulos al lector, y la articulación del final, soporte estructural que permitirá contemplar, bajo el significado y el efecto producido, el camino trazado, la evolución, los cambios paso a paso, hasta llegar a él. Ahí quedan la repetición, la inversión y la epifanía como posibilidades hoy más reconocibles.

José María Merino, escritor de larga trayectoria y uno de los grandes representantes de la literatura de hoy en castellano, define el microrrelato de la siguiente manera: «Que sea pequeño pero que sea volátil, que desaparezca enseguida de nuestro campo de visión, pero que nos deje una intensa imagen de ese mundo paralelo, certero, hecho sólo con palabras, que tiene que suscitar la narrativa verdadera».

Cortázar, Monterroso, Max Aub, Antonio Fernández Molina, y otros tantos autores completan un panorama de microrrelatistas que hacen del género toda una columna vertebral de la literatura actual. David Lagmanovich destaca en el panorama español de la brevedad literaria a autores como Luís Mateo Díez, uno de los más grandes escritores españoles, con títulos como «Memorial de Hierbas», «Brasas de agosto» y «Los males menores», a José María Merino con «50 cuentos y una fábula», «Días imaginarios», «Cuentos de los días raros» y «Cuentos del libro de la noche». Entre las mujeres escritoras destaca a Julia Otxoa, con «Kískili-káskala», Un león en la cocina», «Variaciones sobre un cuadro de Paul Klee», o, Neus Aguado con «Paciencia y barajar»

Los numerosos microtextos de ficción que se exponen completan el atractivo del libro, del que deberían eliminarse algunos microcuentos machistas: el escritor extiende ideas con el lenguaje, si las que dibuja desde su conciencia no aportan, ya sabemos a quien no hay que leer. También en este punto «menos es más».

Título: El microrrelato. Teoría e historia.

Autor: David Lagmanovich.

Edita: menoscuarto ediciones.