Decenas de miles de iraquíes se congregaron ayer en Bagdad en respuesta a una convocatoria del clérigo chií Moqtada al-Sadr, bestia negra de Washington, contra la ocupación estadounidense, cuando se cumplen seis años de la caída del régimen de Saddam Hussein. Desafiando a la persistente lluvia y chapoteando en el barro, los manifestantes, que llegaron […]
Decenas de miles de iraquíes se congregaron ayer en Bagdad en respuesta a una convocatoria del clérigo chií Moqtada al-Sadr, bestia negra de Washington, contra la ocupación estadounidense, cuando se cumplen seis años de la caída del régimen de Saddam Hussein.
Desafiando a la persistente lluvia y chapoteando en el barro, los manifestantes, que llegaron en su mayoría de las provincias chiíes del sur y de los barrios humildes de Bagdad, se dirigieron a la plaza Firdos, en la que los iraquíes ayudados por soldados estadounidenses, derrumbaron la estatua de Saddam. Aquel gesto se convirtió en símbolo mediático de la invasión y del fin de los 24 años de Saddam Hussein en el poder y la desmembración de su partido, el Baaz.
«Todos los que están en contra de la ocupación deberían participar en esta manifestación», subrayó desde una tribuna el jeque Hazem al-Aaraji, un líder del movimiento sadrista.
Durante la movilización, los manifestantes exhibieron fotografías de Moqtada al-Sadr y agitaron banderas de Irak y pancartas con consignas contrarias a la ocupación y en apoyo al clérigo chií, que lidera la lucha contra la presencia estadounidense.
Requerimiento a Obama
En un comunicado leído por su colaborador Asaad al-Nasiri, Moqtada al-Sadr instó al presidente estadounidense, Barack Obama, que el martes efectuó una visita sorpresa al país, a «apoyar al pueblo iraquí y trabajar en una salida» de sus tropas.
«Pido a los manifestantes que estrechen la mano de sus hermanos de las fuerzas de seguridad», añadió el clérigo chií, casi un año después de los violentos combates que enfrentaron a su milicia, el Ejército de El-Mahdi, y a la Policía y Ejército iraquíes. Se produjeron largas colas para besar y dar la mano a los policías y soldados que vigilaban el acto.
Un muñeco de dos metros con un doble rostro del ex presidente de EEUU George W. Bush, que ordenó la invasión de Irak, y de Saddam Hussein fue quemado mientras los manifestantes pisoteaban una bandera estadounidense extendida en el suelo.
Los muros de hormigón que rodean la plaza para protegerla de las explosiones, las «T-walls», estaban cubiertos de carteles con fotografías de niños prisioneros junto a sus padres detrás de alambradas de espino y junto a las palabras «Made in USA» y de soldados de EEUU rompiendo con porras una pared de ladrillos que representaba a Irak.
Abu Ali, un funcionario de 42 años venido desde Nasiriya (sur), confía en que el presidente Obama «mantenga su promesa de retirar sus tropas de Irak». «El 9 de abril es un día negro, ya que no representa la caída de Saddam Hussein sino el comienzo de la ocupación, que es peor que la dictadura», añadió.
«He venido de Kout con otras 500 personas para manifestarme contra la ocupación, exigir la retirada de las tropas estadounidenses y llamar a la unidad del pueblo iraquí», sostuvo Raad Saghir, de 28 años.
Los manifestantes interiorizaron bien la consigna de Al-Sadr. Descendiente de una familia de líderes religiosos, el clérigo chií siempre se ha opuesto a la presencia de tropas extranjeras en su país. Sus partidarios se han enfrentado en muchas ocasiones a soldados estadounidenses en la ciudad santa de Nayaf, en Basora y en su feudo, el barrio bagdadí de Medina al-Sadr.
Muchos chiíes recibieron con alivio el comienzo, el 20 de marzo de 2003, de la operación «Iraqi Freedom» (Libertad iraquí). Sin embargo, durante los meses y los años siguientes, algunos chiíes tomaron las armas en el seno de milicias como el Ejército del Mahdi contra las tropas invasoras, que ya se enfrentaban a la insurrección suní.
http://www.gara.net/paperezkoa/20090410/131580/es/Miles-personas-manifiestan-Bagdad-contra-ocupacion-EEUU