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Los ocupantes se niegan a aceptar que la resistencia está amparada por los iraquíes

Muchos ‘triangulos’ de resistencia

Fuentes: IraqSolidaridad

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Loles Oliván

Reuters informa que el mando de los marine estadounidenses en Iraq negó el pasado martes que sus tropas hubieran perdido el control de la provincia [occidental] de Anbar, después de que la prensa difundiera que su jefe de inteligencia había escrito desde el campo de batalla el informe más desalentador desde que comenzara la guerra.

El área a la que se refiere como el corazón de la insurgencia sunní forma parte, evidentemente, del desaparecido «triángulo sunní», lo que hace que nos preguntemos, ¿qué ha sucedido con el «triángulo sunní», el nombre utilizado por los portavoces militares anglo-estadounidenses y por todos los medios de comunicación que informan sobre la guerra de ocupación liderada por EEUU para mantener un control efectivo de Iraq desde la invasión de 2003?

Deshumanizar a los iraquíes

Recientes declaraciones de [portavoces de] la ocupación y notas de prensa utilizan alternativas como «triángulo de la muerte» y «triángulo de Hadiza», etc. Sin embargo mientras duró, el «triángulo sunní» sirvió para pocos propósitos. Fue popularizado por un artículo del New York Times de 10 de junio de 2003 que lo describía como «[…] [el lugar] donde reside la minoría sunní de arraigada lealtad al régimen de Sadam [Husein]». Geográficamente, fue utilizado para confinar a la resistencia contra la ocupación en una pequeña zona de Iraq que se sitúa «[…] a 1600 kilómetros de Bagdad, al norte de Tikrit, donde se producen el 80 por ciento de los ataques».

Psicológicamente, fue útil para ganar la empatía del pueblo estadounidense hacia sus valientes soldados:

«[…] Para un soldado estadounidense en Iraq, no hay zona más peligrosa que la que se ha dado en conocer como el ‘triángulo sunní’, la zona al oeste de Bagdad, alrededor de la ciudad de Faluya».

Más importancia fue el éxito del emblema utilizado para deshumanizar a los iraquíes, para justificar las atrocidades de la ocupación, en particular el asesinato de civiles, porque «[…] en el ‘triángulo sunní’ no es fácil determinar quién es un combatiente y quién no. Y esto a menudo tiene consecuencias no intencionadas que los militares dicen que no pueden evitar. Los civiles a veces caen en medio de un cruce de fuegos. Les alcanzan los disparos o, peor, resultan muertos».

Para los iraquíes, «el triángulo suní» se ha convertido en sinónimo de la brutalidad de la ocupación dirigida por EEUU -la destrucción de Faluya, seguida de la de Samarra, Tal Afar y partes de Nayaf. Es sinónimo de los asesinatos diarios, bombardeos aéreos, detenciones arbitrarias, arrestos y tortura; de Abu Ghraib, de lo asaltos a las casas y las operaciones de registros y destrucción; de las masacres de Hadiza, al-Qaem y al-Ishaqi. Es asimismo el emblema de todas las operaciones militares anglo-estadounidenses que han asesinado, hasta la fecha, a más de cien mil civiles y han llevado conducido al país a una guerra civil sectaria para «establecer la democracia». El presidente de EEUU expresó recientemente su objetivo:

«Combatiremos a los terroristas fuera para no tener que combatirlos dentro de nuestro país, en las calles de nuestras ciudades.»

Nuevos ‘triángulos’

La realidad es que la ocupación liderada por EEUU no sólo ha fracasado en poner fin a la resistencia en el «triángulo sunní» sino que ha ayudado a que se multipliquen los triángulos de la resistencia en otras ciudades iraquíes.

En Mosul, la segunda ciudad más grande de Iraq, el periódico iraquí az-Zaman informaba el 1 de septiembre de 2006 que «[…] A los rebeldes ahora ni siquiera les preocupa la presencia de los estadounidenses ya que ni siquiera se atreven a salir de sus vehículos blindados. Las patrullas a pie estadounidenses son impensables pues harían de los marine una presa fácil para los francotiradores. La policía iraquí y las tropas no tienen protección armada y conducen en camionetas descubiertas, convirtiéndose en objetivos fáciles».

En Basora y Amara (ciudades al sur de Iraq, ambas bastante alejadas de los lados de cualquier triángulo) las fuerzas británicas se encuentran bajo los ataques reiterados de mortero. Han abandonado el campo militar de Abu Nayi para reducir su presencia permanente y han cubierto su retirada con una declaración pública [que sostiene] que las fuerzas de seguridad iraquíes estaban preparadas para tomar el mando, aunque inmediatamente después de que las tropas se retirasen, bandas de saqueadores se trasladaron allí y asaltaron los vacíos bloques del cuartel, arrasando los techos y los aparatos de aire acondicionado.

En Bagdad, la operación Juntos hacia delante (Amalia ma’an ila al-aman, en árabe) lanzada por el primer ministro iraquí inmediatamente después de su regreso de Washington (12.000 tropas estadounidenses, aumento de los puestos de control, toque de queda desde las 9.00 de la noche hasta las 6.00 de la mañana y permanentes registros de casas en áreas específicas de la capital) ha logrado un objetivo: aterrorizar a los bagdadíes [1].

El incremento de los ataques contra las tropas de ocupación en los últimos meses -en Basora, Amara, Diwaniya, Kirkuk, Mosul y Bagdad- desafía claramente la triangulización y la sunnización de la resistencia [2].

Lo que la ocupación y sus marionetas colaboracionistas han preferido no ver es que la resistencia iraquí no habría continuado y mantenido sus ataques durante tres años en 13 provincias a menos que fuese, primero, iraquí, segundo, nacional, y tercero, y por encima de todo, estuviese apoyada y protegida por el pueblo iraquí mediante diferentes redes sociales, comunidades, tribus, organizaciones no gubernamentales y partidos políticos.

El mensaje claro que los iraquíes han estado emitiendo al «Eje de la democracia» de Bush y Blair desde el primer día de la ocupación es este: la resistencia acabará solo si acaba la ocupación. De otro modo, tendréis que seguir «frente a los bárbaros».

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Loles Oliván

www.iraqsolidaridad.org

Notas de IraqSolidaridad:

1. Véase en IraqSolidaridad: 3.500 personas asesinadas en Bagdad en julio y agosto por paramilitares. Los ‘escuadrones de la muerte’ causan nueve veces más víctimas que los atentados atribuidos a Al Qaedal y Carlos Varea: La violencia sectaria en Iraq y la nueva guerra en Oriente Medio. EEUU incrementa el número de tropas en Iraq y ‘reocupa’ Bagdad 2. Véase en IraqSolidaridad: El número de ataques de la resistencia se ha duplicado en 2006. Resistencia iraquí: Más ataques, nuevas tácticas