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Naseer Shamma y la música de resistencia

Fuentes: The Electronic Intifada

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

El célebre músico iraquí Naseer Shamma* interpreta emotivas composiciones en hermosísimos tonos del laúd ante los principales auditorios de todo Oriente Medio, conmovedores reflejos musicales de la realidad humana del Iraq ocupado por Estados Unidos. Aunque los asuntos cotidianos de Iraq están claramente entretejidos con los sonidos de Shamma, lo que le ha hecho merecedor de la fama de ser uno de los más importantes intérpretes de laúd del mundo es también un talento musical único.

Mientras la guerra sigue destrozando a la sociedad iraquí y la violencia sectaria afecta en la vida diaria, la música de Shamma ofrece un profundo reflejo acústico de la agonía del país. Al tratar esta tragedia el trabajo de Shamma contribuye a la cultura iraquí contemporánea, un relato musical de la historia viva.

«Reconstruir Iraq significa también reconstruir desde los impactos de la guerra que también han dañado gravemente a las artes», declaró Shamma a The Electronic Intifada. «Trate de imaginar que más de un millón de iraquíes han muerto en esta guerra, así que la mayoría de las personas en realidad se centra ahora en sobrevivir en Iraq, pero también estamos luchando para conservar nuestra cultura. Ahora nos estamos negando por medio de la cultura a permanecer callados ante la injusticia».

Remontándonos a la primera Guerra del Golfo, los sonidos del laúd de Shamma sobre la tragedia iraquí causada por las «bombas inteligentes» estadounidenses se apoderó de los oídos y de los corazones de todo Oriente Medio. La composición de Shamma «Ocurrió en al-Amiriya» es una emocionante homenaje musical a los civiles iraquíes asesinados durante un ataque aéreo estadounidense contra un refugio subterráneo en el barrio de Amiriya de Bagdad que en 1991 asesinó a más de 400 civiles.

La canción empieza con tonos hermosos y de pronto cambia a sonido similares a las sirenas, el rasgueo de un laúd enloquecido, emulación musical de un bombardeo estadounidense. La famosa pieza de Shamma es una referencia contemporánea a la famosa interpretación de Jimmy Hendrix del «Himno de las Barras y Estrellas» [estadounidense] durante el festival de Woodstock en 1969 para protestar contra la alarmante violencia militar de la guerra estadounidense en Vietnam.

«La guerra tuvo un impacto absolutamente fundamental en la cultura de Iraq», explicó Shamma después de actuar el pasado otoño en el Festival del Mundo Árabe de Montreal. «A Iraq le costará generaciones curarse de la invasión estadounidense y una parte fundamental de nuestra curación nacional se producirá al continuar desarrollando la herencia artística de Iraq».

Más allá del Iraq de hoy la música de Shamma habla a una profunda historia cultural, arraigada en tradiciones musicales que en Mesopotamia se remontan a más de 5.000 años. De hecho, las primeras representaciones conocidas del laúd se dibujaron en la ciudad antigua que ahora es Nasiriyah, en Iraq. Shamma destaca ahora en una historia que no ha dejado de tener continuidad cuyas antiguas raíces están unidas a los orígenes de la civilización.

Existe la creencia generalizada de que fue en Iraq donde nació el laúd, un instrumento que ha viajado a través de países y continentes, un elemento cultural de todo Oriente Medio hasta Asia. Durante el siglo pasado el laúd popularizó muchas veces conocidas canciones sobre la resistencia a la colonización y la opresión en la región.

Pensemos en el maestro libanés del laúd Marcel Khalife, cuya evocadora e inquietante melodía sobre el exilio palestino «Jawaz al-Safr» («Pasaporte») sigue siendo una expresión poética popular de Palestina. En Egipto, el cantante popular Sheikh Imam fue la voz de los trabajadores pobres de Egipto y puso música de laúd a las palabras del célebre poeta Ahmad Fouad Najm. Es sobre esta historia increíble que entrelaza el laúd y la resistencia popular sobre lo que actualmente Shamma trabaja.

El papel de Shamma como artista árabe socialmente consciente contrasta con los conformistas cantantes de pop que tanto abundan hoy en Oriente Medio. Mientras en las pantallas de la televisión de los cafés de toda la zona suenan a todo volumen melodías almibaradas, una música que a menudo comercializan empresas saudíes, los artistas independientes y arraigados políticamente como Shamma desempeñan un papel importante en mantener esta relación crítica entre la cultura y la lucha por la libertad en la zona.

Shamma siempre se ha expresado como artista sobre Palestina.

«En realidad, sin cultura no hay vida y en Palestina la ocupación [israelí] trabaja de diferentes maneras para borrar la cultura palestina», afirma Shamma. «La causa palestina me afecta como artista, pero también me inspira porque el pueblo palestino ha conservado su cultura de una manera muy firme a pesar de la extrema presión por parte de la ocupación israelí que sufre la sociedad palestina».

Al expresar abiertamente su apoyo a Palestina las palabras de Shamma son muy significativas ya que se basan en años de dedicación a la creación musical y en una carrera en Oriente Medio que han hecho que Shamma se convierta en uno de los artistas clásicos contemporáneos que en la región son célebres a nivel popular.

No deja de ser políticamente arriesgado el hecho de que Shamma hable en favor de Palestina desde Egipto, un país que está bajo las garras políticas del presidente Hosni Mubarak, cuyas medidas políticas en los últimos años son ejemplo de un apoyo político inquebrantable a los sucesivos gobiernos israelíes. Hoy en Egipto una postura pública de solidaridad con Palestina expresada por artistas célebres como Shamma supone un firme reto para otras figuras destacadas en Egipto y en la zona que defienden públicamente la causa palestina.

Shamma es considerado un guardián cultural contemporáneo de la herencia musical árabe y en los últimos años ha abierto por todo Oriente Medio múltiples escuelas de música llamadas Beit al-Oud al-Arabi o La Casa Árabe del Laúd. En El Cairo se reúnen estudiantes de todo el mundo en la escuela Beit al-Oud al-Arabi para aprender el estilo único de Shamma y se ha planeado abrir otras escuelas en Doha, Qatar y Jartúm, en Sudan.

«Ahora estamos creando una nueva generación musical por medio de Beit al-Oud al-Arabi«, explicó Shamma. «En los ojos de los jóvenes vemos nuestro futuro. Estamos construyendo paz por medio de la música, manteniendo nuestra cultura a pesar de la increíble violencia contra nuestro pueblo, en Bagdad y también en Gaza. Mantener nuestra cultura también es resistencia».

Stefan Christoff es un periodista y organizador comunitario de Montreal, y colaborador de The Electronic Intifada; se puede contactar con él en: [email protected].

* N. de la t.: En el Estado español se puede encontrar el disco de Nasser Shamma «Maqamat Ziryab. Desde el Éufrates al Guadalquivir», de 2003. También se puede visitar su página web, en francés e inglés,http://www.naseershamma.com/

Fuente: http://electronicintifada.net/v2/article11054.shtml