Recomiendo:
0

Black Power: En el movimiento viví a una velocidad vertiginosa

Nina Simone, a 10 años de su fallecimiento

Fuentes: Junge Welt

Traducido del alemán para Rebelión por Santiago Vollmer y Marion Vollmer.

«La música y la política determinaban mi vida. No tenía ninguna otra ambición personal».

Nina Simone, 1967

Cuando a principios de 1960 el movimiento por los derechos civiles de la población negra de los Estados Unidos cobraba nuevas fuerzas, se encontraba allí como una de sus pioneras, Eunice Kathleen Waymon, más conocida por su seudónimo Nina Simone. Desde niña tocaba el piano. En 1957, cuando aún faltaba un año para que se editara su primer LP, «Little Girl Blue», con apenas 24 años de edad se había convertido en la favorita del ambiente musical neoyorquino del Greenwich Village. Era sobre todo su voz la que apoyada por una mezcla de Bach, jazz, gospel, folk y blues podía causar un escalofrío que recorría las espaldas del oyente. Su ídolo era Billie Holiday, al que había estudiado profundamente, y varias de sus canciones llevaban la letra de este autor. Uno de esos títulos era «Strange Fruit», que hablaba del Ku Klux Klan y de los cadáveres de hombres y mujeres negras colgando de los árboles. Nina Simone comenzó a comprometerse con el movimiento por los derechos civiles y se transformó en su alma musical a través de canciones como «Mississippi Goddam», » Go Limp», «Four Women», » Backlash Blues», «To Be Young Gifted And Black» y «Consummation». Stokely Carmichael la llamó «la verdadera cantante del movimiento.»

A diez años de su fallecimiento el 21 de Abril de 2003, se está filmando una película sobre Nina Simone. Y al parecer, la intención es tergiversar todos los aspectos de su vida: como músico, como militante negra, como una mujer que, de distintas maneras, dio su vida por la lucha contra el racismo y por la dignidad de los afroamericanos. Ya desde su anuncio hace ocho años, «Nina» -uno de los actuales y millonarios proyectos lanzados por Hollywood- desató una fuerte polémica. Finalmente, «Nina» se proyectará en las salas de cine este año. La controversia tuvo menos que ver con el contenido que con la protagonista. Se dice que Zoe Saldana, que se hizo conocida a través de grandes producciones como «Avatar» y «Colombiana», no es la persona adecuada para desempeñar el papel de Simone. Y es que debido a sus rasgos latinos, no se le parece. Durante su infancia, Nina Simone tuvo que confrontarse a ser tratada como una niña «demasiado negra» por su color de piel, por su nariz ancha y por sus grandes labios. En cambio, consideran que la imagen de Saldana corresponde a la belleza exótica de la sociedad Hollywoodiana.

La crítica deja de lado lo que en la película verdaderamente es importante: cómo van a presentar a Nina Simone. Gran parte del relato se concentra en una historia de amor con un enfermero, Cliff Henderson, un supuesto episodio hacia finales de su vida en su casa cerca de Marsella, en Francia. Pero más allá de esto, la película solo repasa su vida y su obra de manera superficial, aferrándose a la imagen que fueron improvisando los medios de comunicación durante estos últimos años: la mujer brillante pero solitaria, la figura lunática, esquizofrénica y resignada. Y es que cuando se apunta hacia la despolitización hay que forzar permanentemente las contradicciones de la vida de las personas para que armonicen artificialmente con los mitos prefabricados.

Durante el apogeo del movimiento por los derechos civiles, Nina Simone estaba presente en casi todas las grandes manifestaciones como oradora y como cantante, junto con otros artistas como Duke Ellington, Lena Horne, Sammy Davis Jr., James Baldwin y Harry Belafonte. En sus conciertos, no podía dejar de hacer comentarios sobre la situación social y política de los negros en los Estados Unidos, a menudo en un tono agresivo, que no era muy amable que digamos con el público.

En su autobiografía «I put a spell on you» Nina Simone nos cuenta: «en el movimiento, viví a una velocidad vertiginosa. La música y la política determinaban mi vida. No tenía ninguna otra ambición personal. Quería lo que otros millones de estadounidenses también querían». El asesinato de Malcolm X en 1965 «hizo que mis pensamientos se orientaran con aún más rapidez en la dirección que yo ya había tomado de todas formas, el reconocimiento de que la violencia sería una parte inevitable de nuestra lucha».

Tres años más tarde era asesinado Martin Luther King, y Nina Simone reaccionaba con el LP «‘Nuff Said!» -«¡Basta ya!». Al igual que muchos de sus amigos, apoyó la lucha armada de los afroamericanos en solidaridad con los pueblos del Tercer Mundo, para formar un Estado independiente para los negros. Debido a que durante años -y en tanto continuara la guerra en Vietnam- se había negado a pagar impuestos, el Estado había presentado una orden de detención en su contra, por lo que en 1970 abandonó los Estados Unidos. Lo último que escribió antes de su exilio, llevaba por título «revolución». «And now we got a Revolution, cause I see the face of things to come.»

En los años siguientes, decepcionada por el devenir del «movimiento» en los Estados Unidos, vivió retirada en África y Europa. Solo en 1978 empezó nuevamente a dar conciertos y a producir nuevos discos. Su último LP «A Single Woman», apareció en 1993. Casi de manera simultánea se realizó un documental sobre su vida: «Nina Simone – The legend». El film dura sólo una hora, pero se basa en su autobiografía y está repleto de entrevistas originales. Y, sin lugar a dudas, nos brinda una visión de la vida de esta «sacerdotisa del Soul» mucho más real y completa que la poción que ahora se está preparando en Hollywood.

Fuente: http://www.jungewelt.de/2013/04-20/015.php