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No son las puertas (Gates), son los barrotes

Fuentes: BBC/jorgesoftwarelibre

Poner demasiada atención en el retiro de Bill Gates es perder de vista lo importante. Lo que realmente importa no es Gates ni Microsoft, sino el sistema inmoral de restricciones que Microsoft, al igual que otras compañías de software, impone a sus clientes. Esta afirmación puede sorprenderle, ya que la mayoría de las personas interesadas […]


Poner demasiada atención en el retiro de Bill Gates es perder de vista lo importante. Lo que realmente importa no es Gates ni Microsoft, sino el sistema inmoral de restricciones que Microsoft, al igual que otras compañías de software, impone a sus clientes.

Esta afirmación puede sorprenderle, ya que la mayoría de las personas interesadas en los computadores tiene sentimientos fuertes hacia Microsoft. Los empresarios y sus políticos domesticados admiran su éxito en construir un imperio sobre muchos usuarios de computadores.

Muchos de los que no están en el campo de la computación dan crédito a Microsoft por avances sobre los cuales solamente ha sacado ventaja, tales como hacer que los computadores sean baratos y rápidos, y las convenientes interfaces gráficas de usuario.

La filantropía de Gates por la salud en los países pobres le ha ganado una buena opinión entre algunas personas. El LA Times reportó que su fundación gasta entre 5 y 10% de su dinero anualmente e invierte el resto, a veces en empresas que supuestamente causan degradación ambiental y enfermedades en los mismos países pobres.

Muchos informáticos especialmente odian a Gates y a Microsoft. Tienen muchas razones para ello.

Solicitar fondos

Microsoft persistentemente adopta un comportamiento anticompetitivo, y ha sido declarado culpable en tres ocasiones. George W. Bush, quien ayudó a Microsoft a zafarse de la segunda acusación de Estados Unidos, fue invitado a la sede de Microsoft para solicitar fondos para la elección del año 2000.

Muchos usuarios odian el «impuesto de Microsoft», los contratos de venta que le hacen pagar por Windows en su computador incluso si no lo utilizará. En algunos países es posible obtener un reembolso, pero el esfuerzo requerido es desalentador.

También está la Gestión de Restricciones Digitales (DRM), las características de software diseñadas para «impedirle» acceder a sus archivos de forma libre. El aumento de las restricciones a los usuarios parece ser el principal avance de Vista.

Incompatibilidades gratuitas

Luego tenemos las incompatibilidades gratuitas y los obstáculos para la interoperación con otros programas. Es por esto que la Unión Europea solicitó a Microsoft que publicara sus especificaciones de interfaces.

Este año Microsoft llenó los comités de estándares con sus partidarios para procurar la aprobación ISO de su inmanejable, inimplementable y patentado «estándar abierto» para documentos. La Unión Europea ahora está investigando esto.

Estas acciones son intolerables, por supuesto, pero no son eventos aislados, son síntomas sistemáticos de un mal más profundo que la mayoría de las personas no reconoce: el software privativo.

El software de Microsoft es distribuido bajo licencias que mantienen a los usuarios divididos e impotentes. Los usuarios están divididos porque se les prohíbe compartir copias con otros. Los usuarios están impotentes porque no tienen el código fuente que los programadores pueden leer y cambiar.

Si usted es un programador y quiere cambiar el sofware, para usted o para alguien más, no puede hacerlo.

Si usted es una empresa y quiere pagar a un programador para que adapte el software a sus necesidades, no puede hacerlo. Si usted lo copia para compartirlo con sus amigos, lo cual es simplemente ser buen amigo, le dicen que usted que es un «pirata».

Sistema injusto

Microsoft nos quiere hacer creer que ayudar al prójimo es el equivalente moral de atacar a un barco.

Lo más importante que ha hecho Microsoft es promover este sistema social injusto. Gates se identifica personalmente con este sistema, debido a su infame carta abierta en la cual reprendió a los usuarios de microcomputadores por compartir copias de su software.

Ésta decía, en efecto, «Si ustedes no me permiten mantenerlos divididos e impotentes, no escribiré el software y no tendrán ninguno. ¡Ríndanse ante mi, o estarán perdidos!»

Cambiar el sistema

Pero Gates no inventó el software privativo, y miles de otras empresas hacen los mismo. Está mal, no importa quién lo haga. Microsoft, Apple, Adobe y el resto, nos ofrecen sofware que les otorga poder sobre nosotros. Un cambio en los ejecutivos o en las empresas no es importante. Lo que necesitamos cambiar es este sistema.

De esto se trata el movimiento del software libre. «Libre» se refierea la libertad: escribimos y publicamos software que los usuarios pueden compartir y modificar libremente.

Hacemos esto sistemáticamente, por el bien de la libertad; algunos de nosotros recibimos un pago, y muchos otros son voluntarios. Ya tenemos sistemas operativos libres completos, incluyendo GNU/Linux.

Nuestro objetivo es entregar una gama completa de software libre útil, de modo que ningún usuario de computador se vea tentado a ceder su libertad para obtener software.

En 1984, cuando comencé el movimiento del software libre, apenas estaba consciente de la carta de Gates, pero había escuchado demandas similares de otros, y tuve una respuesta: «Si su software nos mantendrá divididos e impotentes, por favor no lo escriba. Estamos mejor sin él. Encontraremos otras formas de usar nuestros computadores y de preservar nuestra libertad.»

En 1992, cuando el sistema operativo GNU se completó con el núcleo Linux, había que ser un mago para ejecutarlo. Hoy GNU/Linux es amigable para el usuario: en partes de España e India es un estándar en los colegios. Decenas de millones lo utilizan alrededor del mundo.

Usted puede utilizarlo también.

Gates puede haberse ido, pero las paredes y barrotes de software privativo que él ayudó a crear permanecen, por ahora. Desmantelarlos depende de nosotros.

http://jorgesoftwarelibre.wordpress.com/2008/07/04/no-son-las-puertas-son-los-barrotes/