Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Una nueva investigación que se publicará esta semana, muestra que los defectos congénitos que presentan los bebés recién nacidos en la ciudad iraquí de Faluya han alcanzando proporciones de epidemia desde que la ciudad fuera arrasada hace seis años por el ejército estadounidense.
Dicha investigación, que verá la luz en el International Journal of Environmental Research and Public Health, ha examinado el alarmante aumento de defectos de nacimiento sobrevenidos en Faluya y ha concluido, por vez primera, que los niveles sin precedentes de recién nacidos con cánceres y tumores óseos, cardíacos y neuronales podrían estar relacionados con los ataques perpetrados por el ejército de Estados Unidos contra la ciudad iraquí.
Los autores del estudio, que se centraron en la sanidad genética de Faluya, encontraron que las deformidades que presentan los bebés son casi once veces superiores al promedio normal. Esas deformidades alcanzaron su pico más alto en la primera mitad de 2010, según señala The Guardian.
Mozhgan Savabieasfahani, toxicólogo medioambiental, dijo: «Sospechamos que la población está crónicamente expuesta a un agente medioambiental. No sabemos qué factor es, pero estamos haciendo más pruebas para averiguarlo», según The Guardian.
El nuevo estudio nombra una serie de metales como fuente potencial de contaminación en Falulya que están afectando especialmente a las mujeres embarazadas. «Los metales están implicados en la regulación de la estabilidad del genoma», afirma el estudio. Y añade: «Al ser elementos que afectan al medio ambiente, los metales son en potencia buenos candidatos para causar defectos congénitos», informaba en The Guardian.
Aunque el ejército estadounidense lleva largo tiempo negándolo, o simplemente no dando respuesta alguna, utilizó ampliamente armamento que contenía uranio empobrecido en las dos batallas de Faluya, en abril y noviembre de 2004. Reconoce, no obstante, haber utilizado el controvertido fósforo blanco durante los asaltos.
El primer asalto perpetrado contra Faluya por el ejército ocupante se produjo tras la muerte de cuatro mercenarios estadounidenses de seguridad empleados de Blackwater. El asalto de la era Bush implicó un amplio uso de aviones de combate para bombardear la ciudad junto con ataques de la artillería pesada. La total destrucción de la ciudad ocurrió tras el infame discurso del ex Presidente Bush proclamando «Misión Cumplida».
La munición de uranio empobrecido deja tras de sí residuos tóxicos una vez alcanzado su objetivo, como afirman algunos científicos. Sin embargo, hay otros científicos que alegan que aún no hay pruebas satisfactorias que demuestren eso. La radiación ionizante es un componente esencial de ese armamento letal.
Según la investigación, puede haber otras fuentes responsables de las deformidades. «Muchos conocidos contaminantes bélicos tienen potencial para interferir en el normal desarrollo del feto. Es bien conocido el devastador efecto de las dioxinas en la salud reproductiva del pueblo vietnamita», informaba The Guardian.
El actual estudio realizado en Faluya se centró en 55 familias con recién nacidos con graves deformidades entre mayo y agosto de 2010.
Fue el citado The Guardian el primero que informó de la creciente epidemia en Faluya hace más de un año, señalando entonces que el registro de nacidos con esos defectos había empezado unos meses antes. En ese informe, obstetras y neurólogos afirmaban que el aumento de defectos congénitos no tenía precedentes y que entre los muchos casos observados había un bebé que nació con dos cabezas.
Todas estas cifras no revelan la verdadera crisis, porque muchas familias deciden tener a sus bebés en casa porque los padres no confían en la ayuda que puedan prestarles las autoridades iraquíes.
«Es importante comprender que en condiciones normales, las posibilidades de que se produzcan esas incidencias son prácticamente cero», dijo Zavabiesfahani al Guardian.
«En Faluya, Iraq, se está extendiendo una epidemia de recién nacidos con defectos congénitos. Este hecho representa un problema muy grave de salud pública que requiere la atención global. Necesitamos investigaciones independientes y no sesgadas sobre las posibles causas de esta epidemia. Invitamos a los científicos y a las organizaciones a que entren en contacto con nosotros para que podamos tener más fuerza a la hora de abordar este gran problema de salud pública», añadió Savabieasfahani en el informe de The Guardian.
Véase en Youtube video añadido en la versión en inglés del artículo: http://www.youtube.com/watch?v=CYnDw1ReVhw&feature=player_embedded
Fuente: http://www.digitaljournal.com/article/302052
rCR