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Ernesto Guevara en una versión íntima y desconocida

Nuevo documental de Bauer sobre el Che, a 80 años de su nacimiento

Fuentes: Rebelión

«Esto es lo único e íntimamente mío, e íntimamente conocido de los dos que puedo dejarte ahora», le anuncia Ernesto Guevara a su mujer, con una voz profunda y oculta hasta ahora, en una grabación de una vieja cinta fonográfica que le entregó poco antes de partir hacia a Bolivia. Luego se lo escucha recitando […]


«Esto es lo único e íntimamente mío, e íntimamente conocido de los dos que puedo dejarte ahora», le anuncia Ernesto Guevara a su mujer, con una voz profunda y oculta hasta ahora, en una grabación de una vieja cinta fonográfica que le entregó poco antes de partir hacia a Bolivia. Luego se lo escucha recitando el poema «Los heraldos negros» del peruano César Vallejo.

«Hay golpes en la vida, tan fuertes … ¡Yo no sé!» (…)
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la muerte.
»

«Lo más íntimo de los dos eran esas poesías que le regala a Aleida al despedirse», señalaTristán Bauer aún conmovido por la voz del Che, pese a haberla escuchado ya infinidad de veces y elegido para la apertura de su nuevo largometraje sobre la figura del mítico guerrillero. La voz resuena -estremecedora- sobre una sucesión de imágenes de bombas cayendo devastadoramente sobre poblaciones y ciudades, y que culminan con el gran hongo atómico. «La idea de ese comienzo, que no sigue la progresión histórica típica de la lógica del documental, era instalar el pensamiento del Che desde el presente, porque es muy vigoroso en su mirada hacia el futuro. Su palabra sigue quemando. Ese recorrido visual refleja no sólo las bombas en Hiroshima, sino también las que siguen cayendo en Irak», explica. La secuencia termina con Guevara, en 1959, frente al Memorial en esa ciudad japonesa construido para recordar a las víctimas del ataque y las palabras que le escribió en una postal a su esposa: «Es bueno visitar esto para luchar con energía por la paz».

El otro poema que se escucha en su voz, en la escena de su partida hacia el Congo, es «Farewell», de Pablo Neruda. Son los dos textos de su último legado personal y amoroso que Aleida March accedió a hacer públicos para el documental de Bauer, en un gesto de confianza que el cineasta no termina de agradecerle y que le retribuyó viajando la semana pasada a La Habana, para que sea ella la primera en ver la versión final de la película, antes de entrar en posproducción en España.

Con fecha de estreno en la Argentina estimada en cuatro meses, revela audios, imágenes y textos personales inéditos sobre la vida de uno de los protagonistas de la revolución cubana. Además de por su esposa y sus hijos, parte del material fue cedido por la propia familia Guevara en la Argentina. Algunas fotos y cuadernos manuscritos que revelan su pasión por la poesía y sus reflexiones teóricas salen a la luz por primera vez, luego de que Bauer accediera de manera «azarosa» a escritos y objetos personales -como sus pasaportes originales- que permanecen aún clasificados como secretos en poder del Ejército boliviano. (VER RECUADRO)

En los 125 minutos que dura el film se develan múltiples facetas del Che, desde filmaciones familiares de su niñez en Altagracia junto a sus padres, hasta el desembarco en Cuba en el Granma junto a otros guerrilleros a fines de 1958, pasando por sus alocuciones como ministro de Industria extraídas de los negativos originales sin editar de los noticieros cubanos de la época, gracias al apoyo del Centro de Estudios Che Guevara y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. En su minuciosa búsqueda, en la que invirtió 12 años, también relevó archivos televisivos de distintas partes del mundo que registraron sus alegatos internacionalistas, incluido uno en el que se lo ve hablando en perfecto francés en Argelia. Entre las grabaciones que se creían perdidas, figura una en 8 milímetros tomada por su padre, Ernesto Guevara Lynch, en la célebre Conferencia de Punta del Este de 1961, último encuentro con su familia argentina.

Pero más allá del mosaico audiovisual, son los materiales del pensamiento íntimo de Guevara hecho palabra los que le dan el carácter de novedoso y revelador al documental, como esa carta que le manda a Aleida desde Tanzania donde le decía: «Has de saber que soy una mezcla de aventurero y burgués, con una apetencia de hogar terrible pero con ansias de realizar lo soñado. Cuando estaba en mi burocrática cueva, soñaba con hacer lo que empecé a hacer. Y ahora, y en el resto del camino, soñaré contigo y los muchachos que van creciendo inexorablemente». Frente a la imagen de la letra manuscrita del Che, Bauer destaca que «ese hombre partido en dos no aparece en ninguna biografía hasta ahora».

Si bien, originalmente, lo concibió como un proyecto de ficción, su encuentro en La Habana con el sobrino del Che, Rafael Taco Guevara, lo hizo cambiar de rumbo. «Caminado por el Malecón, me dijo que había todo un universo de su tío que no estaba relatado y que se podía contar desde sus propias palabras e ideas», recuerda Bauer. La mezcla de acento argentino-cubano del hijo del hermano menor del guerrillero – adquirido tras un largo exilio en la isla – lo terminó de decidir. Así, a través de la voz original del Che y la de Taco, que se pone en su piel para leer sus cartas y escritos, la película está narrada desde la primera persona. «Es una construcción subjetiva desde la intimidad del pensamiento oral y escrito del Che, no sólo de sus discursos más aguerridos, aunque están incluidos varios de ellos». Para Bauer, este aspecto, así como «todos esos materiales personales tan conmovedoramente bellos y sorprendentes son los que le dan un valor histórico al documental», que llevó a cabo junto a su mujer y co-guionista, Carolina Scaglione, y que pudo concretar gracias al apoyo de la Universidad Nacional de San Martín, Televisión Española y una productora de ese país.


El Che escritor

El director destaca que la investigación le permitió descubrir que, además de ser un profundo lector, el Che escribía continuamente y de una manera muy particular. «Siempre llevaba consigo una libreta en la que tomaba notas. Hacía una triple escritura: primero, registraba sus impresiones; después elaboraba un análisis crítico sobre esos esbozos en un cuaderno de tipo escolar, y finalmente, una escritura más ensayística para ser editada como libro. Si bien era un combatiente, estaba permanentemente pensando la realidad y su acción era precedida por una reflexión muy profunda. En el Che es muy fuerte cómo lo vivencial impacta tanto sobre su construcción teórica como sobre su práctica cotidiana, absolutamente coherente con ella. Y de ahí, surgen una serie de documentos que, al día de hoy y para la Cuba actual, son muy valiosos».

El otro aspecto de los escritos del Che que a Bauer le llamó la atención era que usara tres colores: «Uno para hacer la cita textual; otro, para el autor, la página y la editorial; y un tercero, para su comentario personal. En medio de situaciones de persecución y riesgo constante en la selva, como cuenta en su diario, uno se pregunta cómo hizo para seguir escribiendo sus notas en tres colores «, se sorprende Bauer.

Entre los hallazgos con los que se encontró, figura el manuscrito de un libro que el Che había comenzado a elaborar en Praga, en 1965, y que luego retomó en Bolivia. Es una crítica del Manual de Economía Política marxista que había mandado a imprimir Stalin y con el que estudiaban los jóvenes cubanos. «En ese texto advertía, que si la ex Unión Soviética continuaba por ese camino, iba rumbo al capitalismo y el gran culpable iba a ser Lenin y la aplicación de su nueva política económica. Fue un descubrimiento enterarme que lo hubiera planteado en plena Guerra Fría, mucho antes de la caída del muro de Berlín».


Detrás del mito

Revelar una mirada desconocida de los 39 vertiginosos años de vida del Che, después de una investigación de más de una década, fue una tarea ardua que a Bauer no sólo le costó sintetizar en dos horas, sino que además le implicó «una responsabilidad brutal». El Che fue «un hombre que marcó a la humanidad y, sobretodo, a Latinoamérica. Pero creo que tanto esa foto extraordinaria que le sacó Korda, como el rótulo del guerrillero heroico que le puso un sector de la izquierda, no dejaban ver el hombre que estaba detrás. En todos estos años y a través sus escritos personales y su intimidad familiar, pude descubrir la profundidad e intensidad de este ser partido en dos, el ícono guerrillero que añoraba a su mujer y sus hijos, sus contradicciones y el rigor extremo que se autoimponía. Vivió en los convulsionados años 60, pero su pensamiento trasciende su época y dispara sus ideas hacia el futuro. Con una conducta absolutamente coherente con su ideario, es un mojón inevitable a la hora de reflexionar sobre América Latina, que aún permanece vigente. La dimensión de su figura merece ser conocida porque ya le pertenece a la historia».


RECUADRO

Un «tesoro» en manos del Ejército boliviano

Parte del material inédito mostrado en el documental está aún en manos del Ejército boliviano, con carácter de «secreto». El director devela cómo accedió a él hace ocho años. «Le había pedido al agregado cultural de Bolivia que me dijera lo que había sobre el Che en los archivos de su país y me confirmó que todo lo existente se encontraba en la bóveda del Banco Central. Pero yo intuía que debía haber algo más y agarré una guía de teléfonos, sin saber qué buscaba exactamente, hasta que encontré el número del Archivo Histórico Militar de Bolivia. Llamé y me atendió un mayor que, ante mi pregunta, me respondió que tenían ‘todo’ ahí. Viajé y me encontré con un archivo cuya existencia se desconocía: 29 volúmenes con información confidencial de la lucha guerrillera del Che en los montes bolivianos. Estaban, por ejemplo, las fotos de sus manos cortadas, con los dedos entintados, y agentes de la Policía Federal Argentina observándolas. Entre los objetos, había también dos cuadernos manuscritos del Che que incluían su pensamiento más elaborado. Logré fotografiar ese material y, luego, al trascender que estábamos en el lugar, nos expulsaron argumentando que había habido un error y que se trataba de archivos secretos».

 

RECUADRO 2


Un avance de 20 minutos del documental sobre Ernesto Guevara, de Tristán Bauer, se proyectará hoy a las 20 hs en el Teatro de la Comedia de la Ciudad de Rosario, en el marco de los homenajes por los 80 años de su nacimiento. Estarán presentes, venidos especialmente de Cuba, los cuatro hijos del Che, Aleida, Camilio, Celia y Ernesto.


BAUER BASICO

Mar del Plata. 1959.

Se graduó como director en el Centro Experimental del Instituto Nacional de Cinematografía en 1982. Filmó el largometraje Después de la tormenta (1991) y los documentales Cortázar (1994), Evita, la tumba sin paz (1997) y Los libros y la noche (2000), con los que obtuvo varios reconocimientos internacionales. Su última película, Iluminados por el fuego (2005), fue premiada en Festival de Cine de La Habana, en San Sebastián y recibió el Goya de España. Actualmente es el director del canal cultural Encuentro.