Activistas de derechos humanos, durante el VI Foro Social Mundial y el II Foro de las Américas que se desarrolla en Caracas, coincidieron en que el resurgimiento de los movimientos sociales en toda América Latina le está dando fuerza al movimiento contra la guerra en EE.UU. En una concurrida conferencia de prensa, los y las […]
Activistas de derechos humanos, durante el VI Foro Social Mundial y el II Foro de las Américas que se desarrolla en Caracas, coincidieron en que el resurgimiento de los movimientos sociales en toda América Latina le está dando fuerza al movimiento contra la guerra en EE.UU.
En una concurrida conferencia de prensa, los y las activistas Medea Benjamin de Code Pink (Código Rosado), Global Exchange (Intercambio Global) y United for Peace and Justice (Unidos por la Paz y Justicia), Cindy Sheehan de Gold Star Families for Peace (Familias con Estrella Dorada por la Paz), Fernándo Suárez del Proyecto Guerrero Azteca y el soldado objetor por conciencia Pablo Paredes hicieron un llamado unitario por el fin de la guerra contra Irak. El hilo conductor de todas las intervenciones fue para clarificar que dentro de los Estados Unidos (EE.UU.) existe un movimiento fuerte en contra de la guerra. A su vez, hicieron notar que este movimiento está siendo influenciado por las luchas y los logros de los movimientos sociales de América Latina.
Medea Benjamin hizo notar la importancia que han jugado las mujeres en el movimiento pacifista de los EE.UU., resaltando el rol que ha jugado el grupo Código Rosado en convocar a manifestaciones masivas, junto a la coalición Unidos por la Paz y Justicia. Asimismo, indicó que en el mes de marzo se celebrarán manifestaciones masivas en Nueva York y otras ciudades para conmemorar los tres años del comienzo de la guerra. «En realidad, este movimiento es tan grande que a pesar de las mentiras de la administración Bush, a pesar de las mentiras de la prensa corporativa, nosotras, las personas que estamos en contra de la guerra, ahora representamos la mayoría en la opinión pública de los EE.UU.», aclaró Medea.
Por su parte, Fernando Suárez del Solar relató la experiencia de haber perdido a su hijo en la guerra contra Irak el 27 de marzo de 2003, convirtiéndose éste en el primer mexicano en morir en suelo iraquí. También dejó claro que su hijo estaba haciendo su labor y que éste sabía los riesgos que implicaban pelear una guerra pero destacó que la matanza de niños y niñas iraquíes es inaceptable e inmoral. Fernando hizo un llamado para dejar las armas a un lado y a cambio tomar libros para la educación.
Pablo Paredes, ecuatoriano y puertorriqueño, ex soldado dentro del ejército de EE.UU., se negó a combatir en la actual guerra contra Irak cuando fue llamado a servir. Pablo destacó la pérdida de la cultura y de la historia de los latinos en los EE.UU.. Éste lamentó el hecho de que la prensa corporativa no reporte la realidad sobre los eventos que van contrario a la norma de los gobiernos.
La reconocida activista estadounidense Cindy Sheehan, luego de disculparse por su falta de conocimiento del español, recalcó que es importante que los estadounidenses incidan en las decisiones que toma el gobierno, específicamente aquellas que significan la vida de los pueblos. Ella especificó que el pueblo estadounidense tiene el derecho a despedir a aquellos funcionarios públicos que no vayan de acuerdo con el sentimiento mayoritario de la población. Cindy Sheehan mencionó el dato de que el día 24 de enero de 2006, 5 soldados estadounidenses murieron en Irak, pero que por cada soldado mueren alrededor de 30 a 50 irakíes.
«Hay que transformar las economías militaristas de nuestros países, en economías de paz. Cada persona en este mundo debe sentirse segura, alimentada, vestida, y con vivienda. Ningún país debe tener más, y debemos compartir lo que tenemos con el mundo.», declaró Sheehan al finalizar su intervención.
Todos y todas las activistas coincidieron en que el resurgimiento de los movimientos sociales en toda América Latina le está dando fuerza al movimiento en EE.UU. y más allá, se sienten que los movimientos del Sur son el referente a seguir en las diferentes luchas. Hicieron, además, un llamado para continuar luchando contra la guerra hasta y después que se termine.
– Iván J. Broida Fontánez, miembro del Proyecto Caribeño de Justicia y Paz, desde Caracas.