Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
La mayoría de la gente culpa a Iraq de las acciones militares contra Kuwait del 2 de agosto de 1990. George Bush I se puso rápidamente a fustigar a Iraq y la opinión pública mundial consideró a Kuwait como la parte agraviada en el conflicto.
En realidad, los iraquíes corrieron a meterse en una emboscada que empezó mucho antes de ese 2 de agosto de 1990. Durante la Guerra Irán-Iraq, Kuwait estaba tramando ya con EEUU una serie de planes que socavaran la economía iraquí. Tras el alto el fuego, los conciliábulos entre Kuwait y EEUU se intensificaron.
Poco después de que los iraquíes cruzaran la frontera con Kuwait, se encontraron documentos que mostraban una conspiración para dañar la economía de Iraq y mantener sometido al país en años venideros. Más abajo se adjunta una carta enviada el 22 de noviembre de 1989 por el Comandante kuwaití Fahd Ahmed al Fahd al Sheij Salem Al Sabah, Ministro kuwaití del Interior. Tariq Aziz envió copias de esa carta a las Naciones Unidas el 24 de octubre de 1990. Sin embargo, no levantó el menor interés porque EEUU había manchado ya la reputación de Iraq y nadie quería contradecir la propaganda estadounidense. La carta muestra cómo Kuwait estaba trabajando con ahínco para perjudicar a Iraq en la época de la invasión del 2 de agosto de 1990.
El 28 de julio de 1990, el Rey Hussein de Jordania habló con el Sheij Sabah, el Ministro kuwaití de Asuntos Exteriores. El Rey Hussein se sentía perplejo por la actitud de Kuwait y le dijo a su Ministro de Asuntos Exteriores que le preocupaba que Iraq pudiera emprender alguna acción militar. La respuesta del Sheij fue sorprendente porque Iraq aún no había invadido Kuwait y los EEUU proclamaban que no tenían ningún acuerdo de defensa con Kuwait. El Sheij Sabah dijo al Rey Hussein:
«No podemos regatear ni un centímetro del territorio. Va contra nuestra constitución. Si Saddam Hussein traspasa la frontera, dejadle que venga, que ya le sacarán los estadounidenses».
La respuesta del Sheij Sabah fue el primer indicio de que las relaciones EEUU/Kuwait podían haber avanzado mucho más de lo que se pensaba. La siguiente carta pone de manifiesto esta valoración:
MUY SECRETO Y PRIVADO
Su Alteza el Sheij Salem Al Sabah,
Ministro del Interior
De acuerdo con las órdenes de Vuestra Alteza, y según acordamos durante nuestro encuentro del 22 de octubre de 1989, visité la sede de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos junto con el Coronel Isaac Abd Al Hadi Shaddad, Director de Investigaciones del Gobernorado de Ahmadi, durante los días 12 a 18 de noviembre de 1989. Los EEUU hicieron hincapié en que la visita debería ser muy secreta para no levantar susceptibilidades entre nuestros hermanos del Consejo de Cooperación del Golfo, Irán e Iraq.
A continuación expongo a Vuestra Alteza los elementos más importantes de lo acordado con William Webster, Director de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU, en el curso de mi entrevista privada con él el martes 14 de noviembre de 1989:
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Estados Unidos se ha comprometido a entrenar a los individuos que nosotros seleccionemos para proteger a Su Alteza el Emir y a Su Alteza el Sheij Saad Al Abdullah Al Salem Al Sabah. La instrucción y entrenamiento tendrán lugar en la sede misma de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU, y hemos fijado la cifra de individuos en 128, algunos de los cuales serán utilizados en misiones especiales con la familia real, como decidió Su Alteza el Príncipe Heredero. A este respecto, la parte estadounidense nos informó de su descontento por la actuación de las fuerzas de la Guardia Real en el momento del ataque criminal contra Su Alteza el Emir.
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Estamos de acuerdo con la parte estadounidense en que deben canjearse visitas a todos los niveles entre el Departamento para la Seguridad del Estado y la Agencia Central de Inteligencia a fin de intercambiar información sobre el armamento y las estructuras política y social de Irán e Iraq.
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Pedimos la asistencia de los expertos de la Agencia para examinar la estructura del Departamento de Estado para la Seguridad, que, según las instrucciones dadas por Su Alteza el Emir, era el asunto a tratar que mayor prioridad tenía en las reuniones con la parte estadounidense. Esto implicaría utilizar su habilidad para preparar una nueva estrategia de acción que se ajustara a los cambios en la región del Golfo y a la situación interna del país, desarrollando un sistema de ordenadores y funciones automatizadas en el Departamento de Estado para la Seguridad.
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La parte estadounidense dijo que estaba completamente dispuesta a atender nuestra petición de intercambio de información sobre las actividades de los grupos chiíes en el país y de ciertos Estados del Consejo de Cooperación del Golfo. El Sr. Webster aplaudió nuestras medidas para combatir esos movimientos en Irán y dijo que la Agencia estaba deseando actuar conjuntamente con nosotros para eliminar puntos de tensión en la región del Golfo.
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Acordamos con la parte estadounidense que era importante aprovechar el deterioro de la situación económica en Iraq para presionar al gobierno de ese país y que delimitara nuestra frontera común. La Agencia Central de Inteligencia nos dio sus puntos de vista sobre los medios adecuados de presión, manifestando que iba a iniciarse una amplia cooperación entre nosotros, a condición de que esas actividades se coordinaran al más alto nivel.
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La parte estadounidense es de la opinión que nuestras relaciones con Irán deberían orientarse de forma que, por una parte, se evitaran los contactos con ese país, y por otra, se ejerciera toda la presión económica posible sobre el mismo, concentrándonos en reforzar eficazmente su alianza con Siria. El acuerdo con la parte estadounidense estipula que Kuwait evitará hacer declaraciones negativas sobre Irán y limitará sus esfuerzos a influir sobre ese país en los encuentros árabes.
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Acordamos con los EEUU que era importante combatir las drogas en el país, después de que los expertos de la Agencia Central de Inteligencia nos informaran que hay una gran parte de capital kuwaití financiando el tráfico de drogas en Pakistán y en Irán, y que la extensión de ese tráfico tendrá consecuencias negativas para el futuro de Kuwait.
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La parte estadounidense puso un teléfono especial a nuestra disposición para promover el rápido intercambio de puntos de vista e información que no requieran comunicación escrita. El número del teléfono, que es una línea privada del Sr. Webster, es:……………….
Enlace texto original en inglés:
http://uruknet.info/?p=m37637&hd=&size=1&l=e