El Parlamento iraquí determinó hoy extender por 30 días el estado de emergencia en todo el país, lo cual confirma el grave estado de desobediencia y la ineficacia del Gobierno y fuerzas extranjeras de ejercer control.Algunos de los legisladores protestaron al cuestionar el procedimiento empleado, en el que 161 asambleístas aprobaron la decisión y 19 […]
El Parlamento iraquí determinó hoy extender por 30 días el estado de emergencia en todo el país, lo cual confirma el grave estado de desobediencia y la ineficacia del Gobierno y fuerzas extranjeras de ejercer control.
Algunos de los legisladores protestaron al cuestionar el procedimiento empleado, en el que 161 asambleístas aprobaron la decisión y 19 se opusieron, con sólo 180 parlamentarios presentes de un total de 275.
La región kurda fue excluida de la medida, lo cual ratifica el criterio de algunos analistas de que las autoridades del norte del país actúan como si fueran territorio independiente.
En los últimos tres años y medio el Gabinete iraquí implantó en múltiples ocasiones el estado de excepción en lugares como Bagdad, Basora y otras regiones del Estado árabe para intentar contener los sistemáticos ataques de la cada vez más fuerte insurgencia.
Desde hace más de dos meses en la capital rige el estado de emergencia, acompañado por un operativo denominado Adelante juntos, en el que intervienen 67 mil soldados estadounidenses y el ejército local.
Los militares patrullan las vías principales, abrieron varios puntos de control para la revisión y control vehicular, y en determinados horarios, prohíben su circulación.
Pese a la decisión del actual gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, de querer pacificar al país, y el incremento de fuerzas norteamericanas en unos 10 mil en los últimos meses, la situación de desobediencia en vez de mejorar, empeora.
Informaciones suministradas por el Ministerio de Salud revelaron que el pasado año perecieron cuatro mil 24 iraquíes, cifra que según Naciones Unidas se incrementará por cuatro en 2006.
Aunque Bagdad y Washington circunscriben las muertes a un simple conato sectario entre musulmanes chiítas y sunitas, y la minoría kurda, criterios coincidentes lo achacan a la fuerte oposición de la resistencia que cuenta, cada vez más, con el apoyo del pueblo iraquí.
En ese contexto, tres personas murieron hoy y otras 21 resultaron heridas en Baquba, en dos ataques diferentes con morteros, afirmó la policía.
El primer incidente ocurrió cuando grupos rebeldes lanzaron varios obuses contra el poblado de Bani Saad y causaron el deceso de una persona y lesionaron a 14, dijo la fuente.
Igual sucedió en otro poblado cerca de Baquba en el que perdieron la vida dos personas y siete sufrieron heridas.
La policía encontró 34 cadáveres en diferentes sectores de Bagdad con síntomas de tortura e impactos de bala en el pecho y la cabeza, indicó un reporte del Ministerio del Interior.
En los barrios de Al Dura, al Mualif, Hai al Amil, todos en el sur, y al Amariya, en el oste, se encontraron 19 de las víctimas, mientras el resto de los cadáveres fueron localizados en al Yadida, al Amin y al Favila, también al oste.
De otro lado, la Comisión de Ulemas Musulmanes acusó hoy al ejército nacional y a las tropas estadounidenses a asesinar a cinco personas, entre ellas a un niño de 40 meses de nacido, en Miqdadiya.