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Penoso despertar (I)

Fuentes: An Arab Woman Blues

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


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Cuadro del artista iraquí Abdel Amir Alwan

¡Qué forma de iniciar el día! ¡Vaya comienzo!

Ayer me prometí a mí misma que iba a romper con mi pauta habitual de conducta: la pauta de las largas noches sin dormir, donde me siento constantemente asaltada por una especie de desfase horario aunque no haya movido el trasero de la silla. Me dije a mí misma: «Ya Layla, sé normal, por favor». Y por eso me puse a darle duro a mi alter ego, ese que dirige la voz de la razón, y le prometí que me iría temprano a planchar la oreja, muy temprano, de verdad… a eso de las once de la noche es verdaderamente pronto para mí. También le prometí a esa imperiosa voz de la normalidad que no volvería a acercarme al ordenador antes de retirarme a dormir. Por fin, pensé para mí, una noche completa de sueño, sin pesadillas, sin pensamientos dando vueltas por mi cabeza sobre Iraq, Haití, Afganistán, Gaza, Irán, el mundo… sólo una noche normal y benigna… y ¿quién me lo iba a decir?, fui y cumplí mi promesa.

No importa que me despertara sobresaltada dos horas más tarde sintiendo que me había perdido algo importante, me obligué a dormir de nuevo, para despertar otra vez dos horas después… Comprendí que mi plan había fracasado pero aun me sentía contenta por el trato respetado. Por fin volvía a mi viejo ser: la buena chica normal. ¡Menudo éxito!

Y así, a punto de amanecer, me levanté de una mala noche, volviendo a mi ritual habitual y corrí a oler el aroma del café al cocerse… todo estaba silencioso a mi alrededor… incluso los pájaros seguían dormidos… sin duda, debía haber logrado lo imposible. Dormir pronto y levantarme pronto, tras unas cuatro horas de sueño interrumpido.

Con cantidades industriales de café a mano, un tanto aturdida aún en medio de la oscuridad del amanecer, me senté ante mi ordenador e hice lo que habitualmente hago: empezar el día con las noticias. Y vaya forma miserable de hacerlo. Después miro mi correo. Y a continuación «ataco los tweets» confiando en no haberme perdido nada de las noticias de ayer…

Y todo lo que se me ha repartido en esta fría mañana son más noticias…

Los haitianos siguen luchando por conseguir alimento y agua, por no hablar de los miles de heridos sin atención, una situación totalmente desesperada a la que francamente no le veo salida, especialmente ahora en que EEUU ha encontrado la oportunidad perfecta para establecer una presencia militar a largo plazo bajo la excusa de entregar ayuda…

Noticias de Guantánamo, donde está demasiado claro que lo que se quiso hacer pasar como suicidio de varios detenidos no era sino el asesinato perpetrado por los «fuertes y libres», el asesinato de prisioneros inocentes detenidos sin acusación, torturados vilmente hasta la muerte para después mutilarlos y borrar las huellas de ese crimen de los «fuertes y libres».

Noticias de Iraq, donde los chiíes de Irán están haciendo todo lo posible para asegurar que sólo ellos estén presentes en las próximas elecciones, prohibiendo la representación de laicos y no chiíes, i.e. sunníes.

Todo eso me lleva, por supuesto, a recordar el genocidio en curso contra los sunníes árabes en Iraq, el genocidio en curso dirigido por Irán y sus seguidores chiíes, un genocidio dentro de otro, más inmenso, el genocidio estadounidense contra el pueblo iraquí.

Y eso me lleva también a preguntar por centésima vez por el papel de los mugrientos, despreciables, depravados y pérfidos iraquíes que apoyaron y aún apoyan a la ocupación estadounidense o a la ocupación iraní, o a ambas…

Esos traidores mugrientos, podridos hasta la médula, sin honor, sin dignidad, a sueldo de la CIA/Pentágono y de Irán, que todavía, siete años después, a pesar del holocausto, a pesar de al destrucción, a pesar del exilio, a pesar del terror masivo que nos infligieron tanto los estadounidenses como sus homólogos iraníes, todavía se las arreglan para alabar, justificar, racionalizar, hacer propaganda, glorificar a EEUU o a Irán.

Esos criminales mugrientos, depravados y cómplices que se hacen llamar iraquíes, que hicieron fama y fortuna a base de la sangre iraquí, que viven dentro y fuera de Iraq, son hombres y mujeres, jóvenes y viejos; blogger, periodistas, supuestos activistas, supuestas feministas, algunos dirigen ONG, otros son «analistas y expertos», portavoces… algunos se esconden en sus agujeros ratas en EEUU, Europa y muchos más lugares, vomitando más mentiras y más basura para tapar sus crímenes; algunos aparecen en primer plano en los medios, tras haberse embolsado buenas sumas de dinero de los asesinos de Iraq, sus amos. ¡Y se atreven a hablar en nombre de Iraq y los iraquíes!

Va a llegar un día en que voy a meter todos sus nombres en una lista, uno por uno, y los de sus amos, uno por uno. Un día voy a ofrecerles los curricula de todos ellos, lo que han hecho, lo que se han embolsado, quién les contrató, para quién espiaron, quién les pagó… y cuanto de ellos mismos llegaron a vender «en la empresa».

Pero ninguno de esos seres inmundos, de esas prostitutas políticas, de esos proxenetas de EEUU, Inglaterra, Irán, ninguna de esas matronas de burdel, que viven en sus escondites, en sus agujeros de ratas, que ladraron como perros rabiosos las maldades de la «dictadura», ninguno de ellos ha regresado para vivir en Iraq ahora que Iraq es «libre».

Y los que volvieron, lo hicieron temporalmente… sólo volvieron para hacer más dinero sangriento… y se largaron en cuanto las cosas se pusieron un poco crudas… en su nuevo Iraq, su nuevo Iraq de sangre, muerte, corrupción, latrocinio, prostitución, adicción a las drogas, tráfico de niños, tortura, violación… su nuevo Iraq…

Se dieron mucha prisa para volverse a Inglaterra, EEUU, Irán, o dondequiera que hayan establecido su residencia permanente, sus prostíbulos permanentes, para seguirse vendiendo un poco más, para controlar las cuentas de sus bancos, para embolsarse un poco más y esperar hasta que las cosas, la seguridad, mejore un poquito para que puedan volver y vender más sangre iraquí…

Esos iraquíes, hombres y mujeres, y hay un montón de ellos, es lo que es realmente espantoso en Iraq.

Ellos son los asesinos número uno, los criminales número uno, los cómplices número uno, las semillas de la Muerte número uno…

Esos son la mugre, la basura de Iraq y los basureros de la historia y las fosas del infierno serán su morada eterna.

Tengo más noticias del despertar de esta mañana… pero tengo que volverme ahora a dormir. Este despertar ha sido demasiado angustioso…

Fuente: http://arabwomanblues.blogspot.com/2010/01/uncomfortably-awake-1.html