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Pensamientos en rojo

Fuentes: Uncensored Arabwomanblues

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


Cuadro del artista iraquí Yaber Alwan

Llevo varios días sin acercarme al ordenador, pero en mi cabeza no he cesado de escribir…

Cada vez que presencio una u otra escena, cada vez que escucho una frase o formulo una idea, caigo en la cuenta de una verdad profunda… Y corro a apuntarla en mi mente, pretendiendo que tengo allí una especie de teclado invisible, anotando las palabras, no vaya a ocurrir que me olvide…

Esta historia de «apuntar» se ha convertido en algo muy importante para mí, me siento como si estuviera compitiendo con el Tiempo, nadando contra corriente…

Siento que me debo a mí misma, y a Iraq, el hacerlo así… Debe decirse la verdad en todo cuanto concierna al pueblo iraquí, pero todavía albergo sentimientos contradictorios. No estoy segura de si soy una iraquí que se odia a sí misma o sencillamente una iraquí realista. Pero ese no es el objeto de mi «ensayo», si es que una puede así definirlo…

Creo firmemente que los árabes, de los que formo parte, estamos en un momento crítico de nuestra historia, en una encrucijada crucial, con muchas trampas, puntos muertos y callejones sin salida frente a nosotros.

Eso es a la vez una bendición y una maldición, me explicaré…

Una bendición, porque hasta en las horas más inciertas, una puede encontrar una abertura de luz, ese rayo tan leve de luz…

Una maldición, porque si no conseguimos alcanzar, colectivamente, esa abertura de luz, estaremos condenados a otro ciclo más de «oscuridad»…

No quiero que esto se convierta en una especie de «tratado» filosófico, aunque haya ciertos elementos, he tenido el privilegio de ser consciente de ellos en virtud de tantas experiencias vividas desde hace tanto tiempo: presenciar y por tanto conocer…

Hay ciertos rasgos comunes al pueblo árabe, y estoy utilizando a propósito la palabra árabe como opuesta a medio-oriental porque he observado esos rasgos tanto en el Oriente Medio como en África del Norte (se nos han impuestos tantas categorías falsas…). Uno de esos rasgos, uno de esos rasgos predominantes es lo que una denominaría como «sentido del deber/obligación» que se traduce en un «sentido de sacrificio».

Quizá esto se derive de muchos factores, uno de los cuales es la predominancia de las religiones monoteístas (tanto musulmana como cristiana), donde ese concepto de «sacrificio» converge…

Ahora bien, la palabra sacrificio no debe tomarse en sentido literal, aunque pueda conllevar un significado literal… Sacrificio debe tomarse en un sentido simbólico, con todas sus ramificaciones…

Algo así como si todos nos hubiéramos convertido en el cordero expiatorio de Abraham en aras de la Verdad.

Una vez más, no debe entrar a considerarse la Verdad como si significara una verdad particular sobre otra, no tanto como una verdad absoluta sino más bien como una Verdad contextual en una época específica de la Historia… Dicen que esto no es más que conjeturas.

Perdónenme, pero cuando veo tanta sangre fresca derramándose por las calles de Bagdad o Gaza, necesito creer en algún cordero expiatorio…

Cuando digo tanta sangre, quiero decir que a diario se está derramando sangre… DIARIAMENTE. DIARIAMENTE. DIARIAMENTE. Sangre humana sacrificada ante algún altar, y todavía estoy tratando de averiguar qué Dios es ese que lo preside.

¿Es el Dios de la Globalización, el Dios de Estados Unidos, el Dios de Judea y Samaria, el Dios de Babilonia, el Dios de La Meca o el Dios de Jerusalén…?

¿Qué Dios es ese que exige tanta sangre? Pero, y más importante aún, ¿por qué Sangre árabe (musulmana)? ¿Qué tipo de vampiro es ese que sólo se nutre de Sangre Musulmana? ¿Es que la sangre tiene una raza o una etnia o incluso una religión? Para mí, toda es roja…

OK, tomen eso como un HECHO: Toda la Sangre es ROJA. Amarillos, negros, blancos, de color… toda su sangre es ROJA.

Musulmanes, cristianos, judíos, hindúes, budistas, paganos, animistas, ateos, agnósticos… Toda la sangre es ROJA.

Entonces, ¿qué es lo que hace que una sangre valga menos que otra? ¿Qué es lo que hace que una vida valga menos que otra?

Ayer, contemplé una escena…, dejen que la compartan con Vds. Un muchacho palestino resultaba herido por un explosivo israelí y se moría enfrente mismo de la cámara… Un hombre junto a él estaba gritando: «Haz Testimonio de Fe, di que no hay otro Dios sino Dios, dilo…»

Sangre, sangre roja manaba profusamente de las heridas y cubría la camiseta del muchacho, los pantalones y finalmente la blanca sábana con que le cubrieron. Dilo: No hay otro Dios sino Dios… Dilo, no hay otra sangre más que la sangre roja… Dios mismo se manifiesta en los que nos une: en la Sangre Roja.

Entonces, ¿por qué la mía vale menos que la suya?

Discúlpenme, ¿por qué sus niños son tan preciados y los nuestros no? ¿Por qué sus familias son tan importantes y las nuestras no? ¿Por qué sus vidas son tan sagradas y las nuestras no?

Volvamos a la Sangre. Si yo mezclo la mía con la suya, ¿es que van a poder apreciar cuál es cuál y de quién es cada una?

No podrían, es toda ROJA.

Ví a un niño iraquí que había sido bombardeado, ví cómo manaba su sangre, cómo brotaba a raudales, y ni siquiera lloraba… tan sólo miraba fijamente. A Vds., les miraba fijamente a Vds.

Me siento tan fascinada con el Rojo, que no creo que pueda vestirme nunca más de él. Es como una reverencia, una reverencia ante el Rojo, el Rojo Sagrado, la fuente de lo Rojo…

¿Y quién fue que dijo que el Paraíso está hecho de colores pastel, de suaves tonos azul, rosa, verde o incluso blanco?

Pregunten a las hijas e hijos de Ibrahim (Abraham), ellos les dirán que no existe más que el Rojo.

El Paraíso es Rojo.

Enlace con texto original en inglés:

http://uncensoredarabwomanblues.blogspot.com/2008/04/thoughts-in-red.html