Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Un coche fue acribillado ayer por fuego de ametralladoras en la ciudad norteña de Mosul, matando a tres extranjeros y a su conductor. Una de las víctimas fue decapitada.
Los asesinatos demuestran que mientras EE.UU. recapturaba Faluya en un ataque muy publicitado, perdió en gran parte el control de Mosul, la capital del norte de Irak. Aunque las tropas de EE.UU. lanzaron un contraataque, su poder sobre la ciudad sigue siendo débil. Los cuatro muertos de ayer viajaban en un coche blanco cuando fue atacado con armas automáticas e incendiado en una intersección callejera en Mosul.
Uno de los extranjeros fue brevemente capturado por los insurgentes, según un testigo. Cuando trató de escapar le cortaron la cabeza y dejaron su cuerpo en un charco de sangre.
Un fotógrafo de la agencia noticiosa Reuters vio cuatro cuerpos por tierra al lado del coche en fuego. Tres de los muertos parecían ser extranjeros, uno de los cuales parecía ser turco y los otros dos europeos. El cuarto cadáver, posiblemente del conductor, estaba parcialmente quemado, pero parecía ser de un árabe.
Los hombres portaban armas automáticas pequeñas, lo que indica que pueden haber trabajado para una de las compañías privadas de seguridad en Irak.
Mosul, una ciudad en el río Tigris con una población de 1,2 millones, está poblada en gran parte por musulmanes sunníes, pero tiene una gran minoría kurda. Ha caído crecientemente en manos de insurgentes sunníes durante las últimas seis semanas.
Los insurgentes lanzaron una insurrección el 10 de noviembre, dos días después de que los Marines de EE.UU. iniciaran su ataque contra Faluya, y atacaron 10 comisarías. De la fuerza policial de 8.000, todos, con la excepción de 1.000, han desertado y sólo 400 de los que se quedaron son considerados de confianza.
Anteriormente, durante este año, la ocupación de Mosul por la 101 Aerotransportada fue presentada como un modelo de lo que la ocupación debería haber sido para el resto del país. Varios miles de oficiales del ejército renunciaron públicamente al baasismo. La fuerza de policía local estaba siendo reforzada. Los partidos políticos impopulares de los exiliados retornados en Bagdad, fueron mantenidos a raya.
Hasta hace pocos meses, los ataques guerrilleros en Mosul fueron menos frecuentes y menos efectivos que más al sur cerca de Bagdad. Esto se puede haber debido a que Mosul y la provincia Nineveh, de la que es el centro, nunca fueron considerados como bastiones de apoyo para Sadam Husein. Pero la ciudad siempre fue un centro nacionalista y un campo de reclutamiento para el cuerpo de oficiales del ejército iraquí. El ministro de defensa bajo el antiguo régimen provenía usualmente de Mosul.
A diferencia de Faluya, las guerrillas no disputaron la vuelta a capturar de Mosul por fuerzas de EE.UU. e iraquíes en noviembre. Se lanzaron panfletos instruyendo a los combatientes a que ocultaran sus armas y permanecieran en la ciudad. Desde entonces se han encontrado 150 cuerpos, muchos de ellos de miembros de la Guardia Nacional o de otras fuerzas de seguridad.
Las fuerzas de EE.UU. en Irak están siendo aumentadas de 138.000 a 150.000 hombres y ya tienen dificultades para controlar ciudades y pueblos musulmanes sunníes alrededor de Bagdad. Nunca lograron rodear Faluya, incluso cuando la batalla alcanzó su clímax durante el mes pasado, y muchos combatientes escaparon.
Gran parte del ejército de EE.UU. en Irak está ocupado con servicios de apoyo, la protección de posiciones fijas o en la protección de convoyes que son frecuentemente atacados. Patrullas de EE.UU. a menudo no parecen tener un propósito en particular además de desorganizar considerablemente el tráfico porque los conductores iraquíes no quieren acercarse a los vehículos estadounidenses por si son atacados.
En Faluya, el alcalde, Mahmoud Ibrahim, dijo que las primeras familias comenzarían a volver al sur de la ciudad ayer. Pero esto puede ser cuestionado porque el bombardeo continúa en el norte de Faluya.
Hay más de 250.000 refugiados que huyeron de la ciudad para buscar refugio en Bagdad a 56 kilómetros de distancia o en la ciudad cercana de Ramadi. Otros están en campos en los alrededores de la ciudad o en aldeas vecinas. Faluya no ha tenido electricidad ni agua desde el ataque de EE.UU. y tomará su tiempo hasta que sean restauradas.
http://www.counterpunch.org/patrick12182004.html