Al compañero William Pérez Vega y a mis poetas en marcha
Poetas en Marcha
Se define como una convocatoria abierta a les poetas que se apasionan con la lírica de todos los tiempos pero que tienen un compromiso con la denuncia militante de nuestra condición colonial. Cuando digo que: “tienen un compromiso con la denuncia militante”, quiero decir que no solo recrean las palabras y juegan con el lenguaje y sus recursos poéticos sino que también resaltan la necesidad de transformar las condiciones de vida de nuestro pueblo, de recuperar la dignidad individual y colectiva que el sistema nos niega, porque todo el pueblo es el protagonista de su propia historia, en este caso, una historia de lucha anti-colonial. Si usted quiere, se trata de una ética y de una estética que conmueven nuestra conciencia y la del público que nos escucha, que nos incomoda con el despojo diario y la represión infame. De esta manera les poetas de mi tierra, ya sea dentro o fuera del colectivo, persisten en re-abrir una trinchera desde donde militan junto al pueblo para intervenir e impugnar las diferentes formas de opresión y transformarlas en una nueva propuesta de justicia social.
No busco abordar esta discusión desde les poetas que se elevan con su poesía sin poner oído en tierra, ni desde la poesía que desahoga su grito de protesta, ni siquiera desde la transgresión, es decir desde esa fuga de poetas que se mantienen al margen de la sombra temática, estructural y estética desde donde el poder de los críticos y las editoriales con demasiada frecuencia les sojuzgan y engalanan.
En una justa apreciación, o al menos en una apreciación más certera, la reflexión sobre el trabajo poético debe hacerse desde las condiciones de producción, de circulación y consumo de la poesía. Después de todo, la poesía por lo regular termina en los brazos del comercio que la dispone para su consumo de acuerdo con los precios del mercado. Sin embargo, mi reflexión no busca llegar al análisis de la poesía como una mercancía ni como un producto enajenado de su creador.
Mi reflexión
Sobre el “compromiso con la denuncia militante” en la poesía es algo más sencilla y puede acercarse a una interpretación política o, mejor aún, a una toma de conciencia sobre los alcances de nuestra creatividad. Ya decía Gabriel Celaya, que: “la poesía es un arma cargada de futuro”. ¿Poesía social o poesía anti-social? ¿Poesía panfletaria o poesía política? Yo, desde mi pueblo caribeño, prefiero llamarla Poesía de Resistencia. No se trata de un nuevo movimiento, de un nuevo ismo o corriente poética, ni de una nueva etapa en la lucha de resistencia aunque es una poesía que conserva raíces en nuestra histórica resistencia política y cultural, y que desarrolla sus propias estrategias frente a nuevas condiciones de lucha y represión. La pasión de Lola Rodríguez De Tió, de Pachín Marín, de Juan Antonio Corretjer, de Julia De Burgos, de Hugo Margenat, de les poetas de la diáspora, del grupo Guajana y de la semilla que sembraron, vuelve a surgir como un moriviví bajo la bota de la opresión, siempre alumbrada por el fuego libertario que habitó sus conciencias y que ahora nos alimenta.
La Poesía de Resistencia
No solo está comprometida con la denuncia política del zarpazo imperial sobre nuestro pueblo sino que también denuncia la explotación y la corrupción de la administración colonial y parasitaria, que es intermediaria del poder. También denuncia la destrucción del medio ambiente y la privatización de los servicios públicos esenciales así como la persecución y la represión abierta y encubierta de todas nuestras luchas contra la desigualdad. Hablo desde mi vínculo a Poetas en Marcha pero con un sentido de pertenencia a una poesía que hermana a les poetas dentro y fuera del colectivo. Les poetas de la resistencia alzamos nuestra voz de denuncia pero no lo hacemos aisladamente sino como un contingente que se mueve junto al pueblo que sale a las calles. No somos espectadores. Somos sujetos de cambio que buscamos transformar la realidad con nuestra militancia y con la estética y la ética que enarbola nuestra poesía, con la convicción de saber que somos parte de un pueblo que lucha con dignidad. Por eso, nuestra poesía siempre sueña con el mañana después del combate. No solo recoge la realidad y la interpreta con un sentimiento de entrega noble y apasionada sino que se reparte entre todos como un pedazo de pan enriquecido y solidario. En cada poema de resistencia que se lee por las calles se libera la inspiración de Ramón Emeterio Betances, de Don Pedro Albizu Campos, del Comandante Filiberto Ojeda Ríos y de todos los héroes, heroínas y mártires que han dicho presente en nuestra lucha de liberación.
Las raíces
Del colectivo Poetas en Marcha no se encuentran dentro de una probeta ajena a nuestro paso por la tierra sino que son una extensión de los grupos de poetas que nos antecedieron. Se trata de una voz colectiva de poesía y militancia, abierta al estilo propio de cada poeta que lo integra. En el colectivo encontramos poesía militante, poesía de la vida cotidiana, poesía erótica, gótica, lirica, dedicada a estudiantes o al retoño de la familia, en defensa del medio ambiente o solidaria con otros pueblos. Les poetas se mantiene trabajando o ya se acogen al retiro, son jóvenes de espíritu y de empuje atrevido. No obstante, siempre coinciden en el compromiso político y con un mañana de justicia social.
La integración del colectivo a los movimientos de protesta y lucha solidaria, como poetas y como militantes de esas causas, también es evidente. Es su participación en ese espacio social donde se comparten los mismos riesgos, todos los sudores y las alegrías del encuentro. Ahí es donde se completa la razón de ser de nuestra poesía. Les poetas siempre llegan con sus bolsillos llenos de versos, con poemas escondidos en un libro o en la memoria de sus celulares, bajo el sol de la calle o bajo la noche caribeña. Una zambullida en esos espacios de lucha, alimenta el alma y el nacimiento de los versos. Pero les poetas de la resistencia también visitan los festivales y la presentación de nuevos poemarios, participan de encuentros y de solidaridades donde marcan su presencia, tal y como lo hacían les poetas de las revistas Guajana (1962- ), de Mester (1967-1970), de Ventana (1972) y de Zona: Carga y Descarga (1972-1975). No obstante, repito, es en medio de la lucha en la calle donde la poesía de resistencia completa su razón de ser.
A diferencia de colectivos anteriores,
Les Poetas en Marcha no tienen una revista donde publicar sus versos de resistencia. Lo cierto es que su poesía permanece dispersa en el contenido de las actividades de protesta y en algunos videos de internet hasta que se publica algún volumen individual o hasta que la urgencia del momento les reclame alguna antología de la resistencia como la dedicada a la libertad de Ana Belén Montes y de Oscar López. En el año 2021, les Poetas en Marcha iniciaron su propio programa en Radio Universidad, gracias al esfuerzo de les poetas William Pérez Vega, Jessika Reyes Serrano, Juan Ángel Gutiérrez y de Luis Enrique Romero. Todos los lunes, de 5:30-6:30 PM, producen y transmiten por el cuadrante 89.7 FM, el programa Entre Versos donde se da a conocer la poesía de les que todavía caminan por la tierra y la poesía de les que ya se mudaron al parnaso de les poetas. Se trata de un programa fresco de entrevistas que, sin alguna intención premeditada, contribuye a la creación de fuentes primarias para la historia de la poesía contemporánea, esa poesía que hoy nos habita.
De cada movimiento por la justicia social
Surgen artistas y colectivos que lo recrean y lo legitiman al momento de los hechos o en el cauce de la memoria. En el caso de la poesía no es distinto. Desde el año 2014, en las manos de Poetas en Marcha se cocina una poesía de resistencia y actividades que los involucran orgánicamente con las luchas magisteriales (2015) y estudiantiles (2017), así como con la lucha del pueblo contra la Junta de Control Fiscal (2016, 2018, 2021), el gobierno paralelo que le fue impuesto a Puerto Rico por el Congreso de EU. De hecho, su primera actividad de desobediencia civil fue la toma de la rotonda del Capitolio en protesta por la imposición de esa Junta imperial (2016). También han estado en la calle reclamándole al imperio norteamericano la liberación de presos políticos puertorriqueños (2016), de Nina Droz (2018), estudiante universitaria encarcelada por su participación en las manifestaciones del Primero de Mayo de 2017, y de Ana Belén Montes (2016, 2018), acusada de espionaje. Han estado presente en la lucha contra el depósito de cenizas de carbón en el pueblo de Peñuelas (2019), junto al pueblo para expulsar a un gobernador corrupto (2019), junto a las mujeres para que se declare el Estado de Emergencia por feminicidios (2019, 2020) y en la lucha de los trabajadores de la energía eléctrica (2021) agrupados en el sindicato de la UTIER, quienes defienden su derecho al trabajo y contra la privatización de esos servicios. También han estado presentes en el Festival por los Derechos Humanos celebrado por el Colegio de Trabajadores Sociales (2018, 2020) y en el velatorio al héroe nacionalista Rafael Cancel Miranda (2020). En tiempos de pandemia, el colectivo ha estado activo de manera virtual en la denuncia de la corrupción gubernamental en medio del Covid-19 (2020), celebrando el Primero de Mayo (2020), contra el racismo y los asesinatos en EU (2020), contra la homofobia y la transfobia (2020), en apoyo al pueblo de Venezuela (2020), por una nueva navidad en nuestro pueblo (2020), por la justicia social (2020), en memoria de Hiroshima y Nagazaki (2020), en memoria del Comandante Filiberto Ojeda Ríos (2020, 2021), en homenaje a Celia Sánchez (2020), en memoria del poeta Mario Benedetti (2020) y por el cumpleaños de Ana Belén Montes (2021). También ha participado en encuentros virtuales internacionales en apoyo a la lucha del pueblo colombiano (2021), en memoria del Comandante Ernesto Che Guevara (2021) y en una convocatoria de apoyo para el premio nobel de la paz a la brigada médica internacional John Reed de Cuba. El trabajo es constante y la poesía es actualizada porque la lucha no cesa, porque la militancia es en el momento que vivimos. Poetas en Marcha es un grupo vigoroso: denuncia, enfrenta el pillaje y la corrupción de la misma manera que exalta los valores de nuestro pueblo y la solidaridad internacional. Es que siempre ansiamos la madrugada. Por eso participamos en el forcejeo de nuestra liberación nacional y en la construcción de una nueva sociedad.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.