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Política de Burdel

Fuentes: An Arab Woman Blues

Traducido del ingles por Sinfo Fernández


Cuadro del artista egipcio George Bahgory

Hay mucha gente que me está enviando correos con comentarios insultantes. Siempre lo mismo, lo típico, con algunas variantes sobre el mismo tema, algo así como: «Bruja, arpía, que te follen, que follen a tu familia, que follen a Iraq, come mierda y muérete… Eres una sionista, una agente del Mossad, una agente de la CIA, una traidora, una puta baazista, una puta wahabí, una puta de Sadam…» y así ad infinitum.

Pero también hay amenazas: «Sabemos quién eres, te encontraremos, ya puedes empezar a contar tus días, es inútil que te escondas, etc…»

Nada de eso me afecta realmente.

Sólo que ayer, recibí otro mensaje que me pareció un poco más interesante. Decía: «Sucia puta, echas de menos a Sadam. ¡Que te follen!»…

Voy a referirme ahora a este último correo.

No, no me importan mucho las referencias a follar. Es ya bien sabido que esos hombres que repiten tanto ese verbo es porque normalmente no consiguen llevarlo a cabo… Ni me preocupa tampoco lo de puta, otro término bastante utilizado…

Lo que me chirrió más fue lo de «Echas de menos a Sadam». Esa frase me afectó.

Efectivamente, echo de menos a Sadam.

Pero no, no tiene nada que ver con una fijación mía con la figura del padre…

Ni tampoco con ninguna pertenencia a un partido político. Hasta este mismo momento, no he sido nunca miembro de ningún partido político y no estoy muy segura de que alguno me quisiera para integrarme en él.

Soy leal a la filosofía de Marx, no a la de Karl sino a la de Groucho, cuando dijo: «No querría nunca pertenecer a un club que quisiera tenerme como miembro» o algo parecido…

Hay demasiada independencia dentro de mi cabeza, por tanto, resulto demasiado díscola para pasar a pertenecer a algo o a alguien.

Ni siquiera soy sadamista. De cualquier modo, no estoy muy segura de lo que significa ser sadamista…

Bush y Al-Maliki fueron los primeros que acuñaron ese término, por eso no creo que pueda ser algo muy brillante. ¿O sí?

Pues, sí, echo de menos a Sadam y desearía que estuviera vivo aún, que todavía siguiera gobernando Iraq.

Alguien de Latinoamérica me escribió en una ocasión pidiéndome que describiera como era Iraq en la década de los ochenta, antes del embargo y de las sanciones.

Le contesté con un correo bastante largo, dándole a esa persona una serie de detalles acerca de cómo era el país.

Me referí casi a todos los aspectos de la sociedad iraquí: infraestructura, agricultura, sanidad, educación, situación de las mujeres, arte, deporte…

Leí y releí varias veces lo que escribí y pensaba para mí, santo Dios, en muchos aspectos, éramos realmente un país «desarrollado». Y eso, a pesar de una larga guerra con nuestro maravilloso vecino, Irán.

Por eso, sí, echo de menos a Sadam. De hecho, voy a ir más lejos aún y afirmaré inequívocamente que desearía que Sadam estuviera gobernando aún no sólo Iraq sino en todo el mundo de lengua árabe. Porque puedo asegurar que si eso hubiera sucedido, no existiría ya algo denominado Palestina «ocupada»… Palestina sería ya libre.

Pero volviendo a la historia de las «putas»…

En ese negocio se pueden encontrar muchos tipos de putas.

Están las obvias y las no tan obvias, i.e., las que se ocultan.

Las putas obvias de burdel están allí para que todos las vean, eso lo vemos claro.

Por ejemplo, en el burdel iraquí, tienen a putas como Sistani, Muqtada al Sadr, Al Maliki, Hakim y Compañía. Esas son las putas de Irán.

También tienen a Talabani, Barazani, Zibari, etc… Esas son las putas de Israel.

Y ambas categorías son los proxenetas de Estados Unidos.

Podemos denominarles putas libertinas… y chulos libertinos… Ya saben a lo que me refiero, ¿verdad?

En el Burdel del Oriente Medio, tienen también varias categorías de putas…

Por ejemplo, están las putas de Irán, como Hizbollah, Hamas, Siria, y están las putas de Israel como Al Saud, Abdallah, los Sheijs del Golfo, Mubarak, Siniora, Abu Mazen… etc.

También tienen putas indecisas, como Ghadafi…

Y a nivel regional, también pueden encontrar putas. La puta de Irán, la puta de Turquía… y les dejo que averigüen por Vds. mismos quién son sus últimos chulos.

Por eso cuando llaman puta a una blogger como yo, realmente los árboles no les están dejando ver el bosque.

El negocio de las putas es complejo. Posee muchos estratos. Y cada puta tiene a alguien de chulo, etc… Sí, la política de burdel es una historia complicada.

Y los chulos reales son quienes se llevan los beneficios y provechos. A nivel político, económico, estratégico, geográfico… etc.

Pero la historia de las putas no se detiene aquí… También está la puta de la «Izquierda»… Y sus chulos, que no son otros que sus «intelectuales», que a su vez son putas de otros más altos «intelectuales»…

Por eso, sí, echo de menos a Sadam.

Echo de menos al hombre que mantuvo la unidad de Iraq. Que desarrolló el país. Que respetó a las mujeres (no como sus chulos). Que apoyó a los palestinos en todo momento y les protegió. Que no tembló ante estadounidenses, iraníes o israelíes. Que defendió todo aquello en lo que creía. Que murió con dignidad y coraje…

Por eso, si todo lo anterior me convierte en una puta de Sadam, entonces, sea.

Al menos no me he vendido también a los estadounidenses, israelíes o iraníes, y tampoco me he vendido a la «Izquierda», o a lo que queda de la «Izquierda» (si es que aún existe una «Izquierda»).

Que todos los honores sean con él y conmigo.

Por eso, la próxima vez, pueden seguir llamándome puta, pero recuerden primero el burdel del que han salido Vds.

Que tengan un buen domingo.

Fuente:

http://arabwomanblues.blogspot.com/2007/06/brothel-politics.html

Sinfo Fernández forma parte del colectivo de Rebelión y Cubadebate.