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Por el software libre en la educación

Fuentes: Libro de Notas

El Gobierno español acaba de perder otra oportunidad de llevar a cabo una política de servicio público, de expansión de los derechos civiles y fomento del procomún: sin apenas publicidad acaba de firmar un acuerdo con Microsoft para llevar a cabo el -este sí- ampliamente publicitado programa Escuela 2.0. Parece obvio que este acuerdo que […]

El Gobierno español acaba de perder otra oportunidad de llevar a cabo una política de servicio público, de expansión de los derechos civiles y fomento del procomún: sin apenas publicidad acaba de firmar un acuerdo con Microsoft para llevar a cabo el -este sí- ampliamente publicitado programa Escuela 2.0. Parece obvio que este acuerdo que se firma ahora ya fue pactado cuando Zapatero anunció precipitadamente la medida estrella de ese plan: dotar a los colegios e institutos públicos de un ordenador portátil para cada alumno: ese ordenador será adquirido a un precio muy competitivo a cambio de que venga con el software de Microsoft instalado y de que esta empresa se encarga del desarrollo de software y de la preparación del profesorado: Fausto 2.0. Es decir, que el Gobierno socialista vende el monopolio de las TIC de la educación pública a una empresa privada. La medida es contraria, claro está, a los intereses del Estado (ya saben, lo somos todos) y se corresponde más con cualquier ideología liberal, pero además es profundamente torpe, pues se tenían las condiciones idóneas para esquivar la dependencia de los de Redmond. Trataré de explicarlo:

  • Software libre. ¿Alguien duda de la reacción de las asociaciones de sofware libre y de los desarrolladores si el Gobierno les hubiese pedido ayuda para llevar a cabo su plan? Hubiese sido entusiasta y participativa (no necesariamente desinteresada) y habrían tenido el apoyo inmediato de la activa comunidad linux, tanto para la implementación como para el soporte. Además, está la experiencia exitosa de Comunidades Autónomas que como la de Extremadura vienen tomando claro partido por linux para desarrollar sistemas operativos que corran en los ordenadores de la educación pública.
  • Aplicaciones didácticas. Cualquiera que trabaje en educación sabe que la inmensa mayoría de las aplicaciones didácticas que se están construyendo cada día en los colegios e institutos se hacen con software libre, igual que son legión los centros que recurren a CMS como Drupal, libre y de código abierto, para la gestión de sus páginas web. Toda estos docentes que están en la avanzadilla de la aplicación de las TIC en la enseñanza están acostumbrados a trabajar con software no propietario y gratuito, y siguen la filosofía de compartir y divulgar su trabajo para que otros lo aprovechen. El Gobierno rechaza este modelo para entregarse a uno cerrado y que busca el control de los contenidos y el beneficio de unos pocos.
  • Contenidos libres. En lugar de buscar una inmensa red pública de contenidos libres desarrollados por los propios docentes, bancos en los que depositar las propias aplicaciones y trabajos y coger los de otros para aprovecharlos, modificándolos, adaptándolos y volviéndolos a compartir, se opta por seguir entregando los contenidos de la enseñanza pública a las editoriales, convirtiéndolas de facto en emisores públicos, cuando podrían competir desde el ámbito privado como en otros tanto sectores.
  • Presupuesto. El software libre es gratuito en su mayor parte. Pero no se trata sólo del coste de la inversión inicial de dotar a los portátiles con sistemas operativos: es que con el acuerdo con Microsoft habrá que pagar por todo desarrollo posterior, por cada módulo, extensión, versión… y por el soporte. La comunidad de desarrolladores y usuarios que hay detrás del software libre es impresionante, y son ingentes las cantidades de FAQ, páginas de ayuda, tutoriales y foros en los que buscar información y solicitar ayuda: estamos de nuevo ante una cultura abierta, de solidaridad y colaboración frente a una vertical. Ah, y de nuevo la situación actual era inmejorable: El 32% de los miniportátiles usan linux.

Hay más razones, sirvan estas de mero ejemplo. Se está tratando a la educación como viene siendo ya habitual en las últimas décadas: improvisando, sin meditar planes de futuro, sin contar con los que cada día luchan realmente por la innovación y tienen la experiencia práctica. Se renuncia a una política para la ciudadanía y se utilizan los recursos públicos para entregarse a las empresas. La gran oportunidad que nos otorgaba la sociedad de la información, la comunidad en red, la renacida cultura del procomún, las inmensas facilidades tecnológicas, se ha tirado por tierra.

http://librodenotas.com/opiniondivulgacion/17342/por-el-software-libre-en-la-educacion