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La muerte de Hakim pone de relieve las contradicciones de Nasrallah

Prevalece la solidaridad sectaria y abunda la hipocresía

Fuentes: Uruknet.info

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Por favor, ¿podría el Sayid Hassan Nasrallah explicar al público árabe la diferencia entre el Ejército del Sur del Líbano y las Brigadas Badr, o entre Samir Geagea y Abd al-Aziz al-Hakim? Ambos representan estrechos intereses sectarios y comparten un racismo y animosidad común hacia los árabes y el nacionalismo árabe. Ambos dirigen milicias fascistas y sectarias que han cometido algunas de las peores atrocidades que el mundo árabe jamás haya visto. La milicia de las Fuerzas Libanesas de Geagea se especializó en la matanza de civiles inocentes tanto palestinos como libaneses y nos introdujo en los denominados «asesinatos con carné de identidad».

Siguiendo el camino de los «asesinatos con carné de identidad», la Organización Badr de Hakim nos obsequió con el nuevo método de asesinato y tortura a base de taladrar agujeros en las cabezas de los musulmanes sunníes en su campaña para limpiar Bagdad, la ciudad árabe más abierta a la diversidad, tolerante y cosmopolita del mundo árabe, la ciudad de los «nietos de Muawiyah» [*]. Ambos grupos se han dirigido a las potencias extranjeras buscando financiación, armamento, entrenamiento e inspiración. Las Fuerzas Libanesas en el Begin y Sharon de Israel, y las Milicias Badr en el Jomeini de Irán.

Cuando el ejército israelí invadió el Líbano en 1982, fueron las Fuerzas Libanesas las que les acompañaron como entrenados boy scout en su camino hacia Beirut, y cuando la guerra Irán-Iraq estaba en su punto álgido, fue la Milicia Badr la que luchó junto al ejército iraní con la esperanza de derrocar al régimen nacionalista y progresista árabe sunní del Baaz (el régimen infiel, en palabras de Hakim), entregando el país a Jomeini en un intento por expandir el dominio de Wilayit al-Faqih [el gobierno de los clérigos] en Iraq. En 1991, durante el denominado «levantamiento chií», cuando las tropas iraquíes se estaban retirando de la provincia kuwaití, una incursión en territorio iraquí de los guardias revolucionarios iraníes contó con la colaboración de las brigadas Badr.

Hakim y sus patrocinadores iraníes fracasaron dos veces, pero sus esperanzas y sueños se reavivaron con la llegada del ejército del «Gran Satán» a Bagdad en 2003. Los iraníes despacharon hacia allí a toda velocidad a su milicia Badr y abrieron negocio en la Zona Verde. Fue en los sótanos del ministerio de defensa donde se produjeron gran parte de las torturas y taladros bajo la protección del ejército ocupante estadounidense. Como los escuadrones de la muerte de las Badr estaban muy ocupados alterando la demografía de Bagdad asesinando a los odiados nietos de Muawiyah, la rama política de las Badr, el no tan supremo y no tan islámico consejo contrarrevolucionario (aunque se hubiera transformado en el Consejo Supremo Islámico de Iraq), iba colocando los cimientos para el desmantelamiento del estado iraquí y la creación de un cantón sectario que estuviera unido a un ampliado «Chiíastan» bajo dominio iraní. Sus esfuerzos para desmantelar formalmente el estado iraquí empezaron con su nombramiento, por parte de los Estados Unidos, para el consejo del gobierno-títere iraquí, donde le colocaron como presidente en diciembre de 2003.

Sus fundamentalistas, retrógrados y sectarios puntos de vista eran bien conocidos por los muy educados y sofisticados iraquíes, y mientras asumía su puesto entre el elenco de títeres llevados al poder por el ocupante estadounidense, se embarcaba en la sectarización de la política iraquí, una característica hasta ese momento ausente del espectro político iraquí, y en la islamización de la sociedad iraquí, en pos del modelo del Irán de Jomeini. Hakim, y su milicia Badr, al igual que Geagea y las Fuerzas Libanesas, representan las tendencias políticas más alarmantes del mundo árabe, y los métodos fascistas que utilizan son indefendibles. Ambos son responsables de algunas de las masacres más espantosas de las que hemos tenido que ser testigos en nuestra historia reciente, y ambos dominan a la perfección el arte de la colaboración interesada con un poder extranjero en los estrechos intereses de su propia secta. Al igual que los fascistas sectarios derechistas del Líbano, que se aliaron con el enemigo sionista y consideraron a Francia, la potencia colonial, como «la tierna madre», los fascistas sectarios derechistas de Iraq, como Hakim, también han estado persiguiendo una miserable agenda sectaria patrocinada desde el exterior (con Irán jugando el papel de «tierna madre») que, inevitablemente, fracasará en Iraq como sucedió en el Líbano.

En el análisis final, sólo un programa de resistencia nacionalista árabe, laico, no sectario, anticolonial podrá unificar la región y asegurar la liberación y seguridad del Líbano, Iraq y Palestina mientras preserva los derechos e intereses de todos los árabes independientemente de su afiliación sectaria. Mientras tanto, los dirigentes y partidarios de todos los movimientos sectarios continuarán encontrándose vinculados, como en el caso de las alabanzas de Nasrallah hacia Hakim, por inevitables y mayúsculas contradicciones de las que no podrán liberarse si no se elevan por encima de su propio y autodestructivo sectarismo.

El Sayid Hassan Nasrallah ha desaprovechado su popularidad en el mundo árabe y ha perdido mucha credibilidad como consecuencia de su posición hacia Iraq en los últimos seis años. Y al ponerse ahora a elogiar a Hakim, al que se refiere como «hermano mayor», y describe su traidora y asesina historia como una «lucha» para «alentar», «apoyar» y «rescatar» al pueblo iraquí, Nasrallah, de nuevo, ha caído en la trampa de la solidaridad sectaria. ¿Cómo puede cualquier observador objetivo que apoye tanto la resistencia árabe ante la ocupación israelí en Líbano y ante la ocupación estadounidense de Iraq explicar las contradictorias posturas de Nasrallah respecto a las ocupaciones del Líbano e Iraq? ¿Cuál es la diferencia entre el Ejército del Sur del Líbano y las Brigadas Badr? ¿Y cuál es la diferencia entre los traidores y colabores en el Líbano y sus homólogos en Iraq?

N. de la T.:

[*] Muawiyah (602-680), uno de los primeros dirigentes islámicos y fundador de la dinastía de los Omeyas. Combatió contra el nieto del Profeta, Ali, asumiendo el trono cuando éste murió asesinado.

Enlace con texto original:

http://www.uruknet.info/?p=m57398&hd=&size=1&l=e&FORM=ZZNR7